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« en: 12 de Mayo de 2014, 00:47:11 »
Soy un desconfiado. Lo se, a veces no hay motivos para dudar, pero después de todo lo que he vivido, no se vivir sin el escepticismo. Recuerdo la misión en tiempo de la sublevación rebelde, cuando los mecánicos se cargaron a Will. El habría sido un gran aliado en estos tiempos, era el mejor piloto con el que compartí ala. Maldita chatarra de naves que teníamos entonces. Ayer volábamos detrás de nuestra presa y ese cacharro hacia un ruido de mil demonios. Sabía que no iba aguantar, pero ellos decían que si. Al final hemos llegado de vuelta, por esta vez.
Hace ya 3 años que deje la expedición de la UEE, pero aún recuerdo las ultimas semanas. Fueron emocionantes. Descubrir un nuevo sistema con vida inteligente no sucede todos los días. Para un científico como yo, era una oportunidad única de volver a mi juventud, antes de la guerra. Lamentablemente esos personajes del gobierno tramaban algo desde el principio. ¿Por que nos iban a dar una Idris con todo aquel equipamiento de laboratorio a un grupo de científicos sin grandes logros en nuestras carreras? Llegaron rumores de que terraformaron aquel planeta sin previo aviso, acabando con toda seguridad con la civilización que habíamos encontrado. En fin, es un rumor de una ilegalidad, no puedo hablar de esto con nadie de aquel grupo. Nos tenían tan cogidos por los cojones con el maldito contrato... Manos mal que encontré este grupo, solo como mercenario me habría vuelto loco. Gunslingers era ahora mi familia.
Voy a darme una ducha y a salir a tomar una cerveza a la cantina, seguro que estos impresentables ya están borrachos todos... y no me han esperado. Desde que llegué he vuelto a sentir que pertenezco a algo. Gracias a las habilidades como piloto que adquirí en la guerra rebelde, he conseguido integrarme sin llamar mucho la atención. Quizá debería haber insistido más en que Goldry no nos llevara en su chatarra de nave, al menos hasta que le pase una buena revisión, pero de momento no diré nada y apretaré los dientes.
El agua arde en las heridas. Aún tengo esa herida inflamada del conflicto del bar de la semana pasada. Maldito Delan y su forma de hablar, casi consigue me matan por su culpa, aunque he de reconocer que fue divertido. Aquel delincuente nos dio una tarde divertida. Lastima que tuviésemos que entregarlo vivo por la recompensa, era un traficante de mujeres sin escrúpulos. Me hubiera gustado tomarme la justicia por mi mano.
De repente llaman a la puerta. Es Rafa.
- Ey Bob, voy a la cantina que están todos brindando por lo de hoy. ¿vienes?
- Si Rafa, déjame coger mi mobiglass. Vamos.
De camino a la cantina vi un mensaje en mi mobiglass. Era de mi ex-mujer. Quería que volviese. Pero ella sabía que eso era imposible. No en mi estado mental después de todo lo que ha pasado estos últimos 15 años. Al menos me adjunto una foto del enano. Ya ha cumplido 6 años. Le visitaré algún dia, antes de que cumpla los 13.
Yiiihaaaaa -grito Jowi - por fin vienen los tardones. ¿Os estabais tocando juntos?
No me toques los cojones Jow, ha sido un día duro - le espeté
Tranqui tio! Venga que a esta invito yo! - Le replicó Jowi
No esperaba menos compañero. Brindemos por otro día más en el infierno.
No recuerdo donde terminó la noche, maldita cowbeer. Lo que más me gusta de Gunslingers es que todos tenemos el puto mismo control bebiendo. Nulo. Me habia dormido con las botas puestas. Mejor, ya estaba listo para un nuevo día. Sonó la puerta. Era el loco de Goldry, habian localizado a Malak. Por las historias que me habían contado, hoy no iba a ser un día cualquiera. Nos íbamos de caza.
Yiihaa!!