by Retaliator_Cowboy on Sab Sep 14, 2013 0:35:36
Aunque lo colgare tb en CE, lo pongo aqui primero porque me siento orgulloso de esta pagina. Sé que no estoy aportando mucho, pero tengo un lio del carajo con una mudanza doble, mucho trabajo y poco tiempo. Os pido perdon y os ruego que no me lo tengais mucho en cuenta.
Recomiendo vivamente un corta y pega para leerlo comodamente y espero que os guste tanto como a mi el escribirlo y leer vuestros comentarios.
Un abrazo a todos
Retaliator
Preludio
Ha sido así desde que el primer marino regreso a tierra -El olor a tierra le llaman-. Del´an Conway descendió por la rampa de su mientras inspiraba profundamente. Hacía rato que su pulso cardiáco se había ralentizado, pero las manchas de sudor en el traje de vuelo demostraban que no hacia tanto tiempo su situación era muy distinta.
-En realidad es el olor del mar-pensó. -El olor de lo orgánico que se descompone en las líneas de costa, pero poca gente lo sabe, y realmente no importa. Era más el sentimiento-. Todos los marineros del mundo le hubiesen dado la razón. El olor de tierra, el olor de mar que se aprecia cerca de las costas, es la promesa del puerto cercano, de la familia, la seguridad el fin de las penurias y peligros de los océanos. Ya fuesen de agua salada como antaño o del nuevo océano en el que se había convertido el vacío espacial, aunque, en no mucho tiempo, ese mismo vacío les llamase con poder tal que no fuere posible resistirse a él.
Cada puerto tiene un olor. Algunos marinos presumían de saber donde se encontraban con solo oler el aire del puerto al que arribaban y la fanfarronería no había cambiado en cinco mil años. Del´an no presumía de tanto. El se limitaba a disfrutar del aire no presurizado mientras rodeaba su nave. Del aire no mil veces reciclado de las naves espaciales. Ese aire con el toque ácido del fluido hidráulico y metálico del refrigerante.
Su mano se deslizo sobre el casco arrugado como su ceño -Ese bastardo ha estado realmente cerca. Si el escudo hubiese estado solo un poco más bajo de energía...- El rictus de la amarga sonrisa se acentuó. La reparación del blindaje se llevaría unos cuantos créditos, pero no era cuestión de arrepentimientos. Además no los tenía. Se había metido en ese fregado él sólito, sin ayuda de nadie, y lo había hecho porque debía hacerse, fin de la historia.
El carraspeo a su lado le hizo volver a la realidad. El encargado del muelle le presento la holotableta solicitando la supervisión de los servicios portuarios. Seleccionó las tasas portuarias, combustible y reparación del blindaje. El sistema presento un presupuesto que le hizo arrugar el ceño otra vez. A lo presupuestado debería añadirle un diez por ciento más pues existía una ley universal aún no formulada, por la cual, los presupuestos siempre se quedaban cortos cuando se llevaban a la práctica. Dio autorización a la orden de trabajo y se encaminó a la plataforma de aterrizaje adyacente.
Del´an admiró las líneas de la Costelation que descendía. La "Connie" como era conocida en el argot era un proyecto de nave multipropósito especialmente dedicada al transporte. Eso no quitaba que, fuertemente armada y blindada, se convirtiese en una plataforma de ataque con entidad propia. Mientras lo hacía, su mirada se concentro en las numerosa marcas de impactos de su superficie. Muchas eran recientes, pero había muchas más que ya llevaban un tiempo.
-Esta nave también se ha llevado lo suyo-, pensó -y no sólo por el fregado de hace un rato-.
El montacargas de la nave comenzó a descender y era evidente que no lo hacía vacio. La figura alta que se le acercaba tenía el aspecto de quien no encuentra diferencias entre pasear por una nébula o atravesar un campo de asteroides con la potencia al máximo para ahorrase unos días en la entrega. El tipo de sujeto sacado de una película antigua que es capaz de volar igual de bien sobre una escoba que con un caza estelar, de conquistar a una princesa, derrotar un imperio, besar a la chica y volver a tiempo a casa para cenar antes de que acabe el día. El mismo tipo de sujeto que es capaz de dispararle a un caza recompensas por debajo de la mesa de una cantina en un puerto espacial, que de ofrecerte franca y abiertamente la mano como la ofrecía en ese momento.
Del´an la aceptó sin reservas mientras señalaba la impresión de la cazadora -¿Luzbel?. ¿Es nick o nombre?- El recién llegado exhibió una de esas sonrisas del tipo -¿hay alguna diferencia?-, que dejan el tema resuelto para siempre. -Hay quien dice que es en honor al ángel caído del génesis y una forma de volar. Otros creen que es una mala fonética de Lisbeth, el nombre de mi gata. Yo les dejo que cada uno tenga su propia historia y me paguen las cervezas mientras divagan sobre el tema. Por cierto, creo que te debo una-.
El rostro desenfadado de Luzbel se torno duro por un momento mientras se clavaba en los ojos de Del´an.-Pensé que ese misil te había arruinado el día. Fue un alivio verte salir de la explosión-.
-Hubo suerte-
-Ya veo-
-¿Y la cerveza?-
-¡Muy cierto!
Si hay una ley en el universo que dice que los presupuestos jamás se cumplen, hay otra que dice que todas las cantinas de los puertos estelares se parecen. Quark´s no es la excepción. Para los ojos inexpertos lo que más llama la atención son las perpetuas broncas típicas de las líneas fronterizas, en este caso, un piloto pequeño, compacto como un engranaje de grafito y con las insignias de un hornet insultaba y maldecía a los que le habían colgado de una percha de la que no podía descolgarse. Pero los más veteranos reparan dentro de la penumbra del ambiente, en los reservados apartados de la vista y en una música ambiente o una orquesta, que suena demasiado alto, demasiado estridente. Cualquier cantinero te dirá que son así porque los pilotos desean algo de intimidad después del viaje, pero los viejos lobos del espacio te dirán que las cantinas son así porque en las penumbras de sus recovecos se cruzan tratos y acuerdos que no pueden ser conocidos. Una de esas conversaciones parecía estar teniendo lugar en uno de los apartados entre un sujeto demasiado elegante para el sitio y la oscura sombra que se apartaba de cualquier luz y de la que solo se veía el dibujo de un bufón sonriente bajo el gorro de cascabeles y con una cerveza en la mano.
-Dos cervezas y dos submarinos de tequila, por favor-
Del´an asiente mientras Luzbel hace la petición y ambos se sientan frente a la barra.
-¡Por los space cowboys!
-¡Por los space cowboys! -
El viejo brindis. El viejo homenaje a una raza de hombres. A los primeros exploradores. Cuando las rutas eran de todo menos seguras y las escaramuzas entre pioneros y piratas que solían terminar de mala manera para los primeros estaban a la orden del día. En algunos casos, durante los asaltos, los pioneros se encontraban con la inesperada ayuda de naves que se daban cuenta de lo que ocurría y acudían en su auxilio sin más explicaciones. Entrando a tiros en mitad de la batalla como los anticuados cowboys de los westers del siglo XX. Gente que había labrado su propia leyenda, en muchos casos anónima y en los más, sólo conocida por unos pocos que, en algunos casos como muestra de respeto dejan un recordatorio en el muro de algún puerto espacial o cantina que ojos curiosos descubrían y donde se preguntan ¿qué historia puede esconderse tras el dibujo de un gato con botas sobre el que una mano, evidentemente infantil ha escrito a duras penas "Gracias señor gato por salvar a mi mama"?.
-Luzbel, ¿cómo te metiste en semejante fregado?-
Este, completó el largo trago de cerveza antes de responder. -Pues supongo que más o menos igual que tú- terminó la frase con una carcajada. -El carguero emitió una señal de alarma por ataque de los merodeadores Vanduul, así que me aproximé a ver lo que pasaba-
Del´an asintió. El tema venia de hacía tiempo y la flota imperial se las veía y deseaba para atajar este nuevo tipo de amenaza. Los Vanduul habían modificado algunos de sus cazas hasta conseguir que tuviesen una señal de emisión realmente baja. Así se dedicaban a emboscar naves comerciales con armamento muy inferior y cortar las líneas de suministros en los frentes de frontera.
-Cuando vi lo que el carguero tenía que enfrentar no me quedo demasiada alternativa- se encogió de hombros -Dos escuadras completas, ocho naves, son mucho más de los que una nave de ese tipo podía manejar. Lance una llamada de alarma general para el sector, liberé algunos de los contenedores de carga para ganar movilidad y velocidad y empecé a lanzar misiles. Supongo que es ahí donde entras tú.-
Del´an sabía que había sido mucho más que eso. El también había sido un space cowboy al recibir la llamada y lanzarse a ciegas en medio del enfrentamiento. Para cuando había llegado entre la Connie de Luzbell, el carguero y una tercera nave que no llego a identificar habían dado cuenta de 3 de los 8 cazas Vanduul, pero estos habían reestructurado el ataque tras la primera sorpresa y estaban atacando despiadadamente al carguero, que ya sufría graves daños, para reducir la potencia de fuego a la que se enfrentaban. Su Origin se había portado extraordinariamente bien. Concentrado en su nievo plan, el Vanduul, había descuidado su flanco y le había podido meter un misil entre los dientes igualando el tanteo en un cuatro contra cuatro, pero después las cosas se torcieron.
-Supongo que hemos tenido mucha suerte al fin ya al cabo. -
-¡Y una mierda!, hacen falta unas pelotas como asteroides para cruzar el campo de fuego y cerrarle el paso a la andanada de ese hijo de puta- Luzbel se envaró al recordarlo. Los merodeadores supervivientes habían decidido que el factor sorpresa ya no les favorecía y quisieron retirarse matando. Los cuatro cazas Vanduul se alinearon contra el carguero y lanzaron un total de ocho misiles no guiados sobre la superestructura del carguero que ya tenía daños terribles e intentaba poner distancia. Luzbell se mantenía pegado a él haciendo de escolta cercana pero la freelancer se había jugado la vida de mala manera. Al detectar el lanzamiento, la polivalente nave había reducido al mínimo su propulsión y desviado la energía a sus escudos al tiempo que se colocaba en un curso de intercepción de los misiles. De los ocho vampiros, cuatro habían devastado sus escudos y parte del estabilizador inercial, los otros 4 habían reventado el casco del machacado carguero.
-¿Te fijaste en la identificación de la freelancer?-
-No. Cuando llegó yo ya estaba lanzando misiles y cubriendo al carguero. Pero si me das un momento...- Luzbel estableció una conexión con la IA de la costelation a través de su periférico y codificó una serie de ordenes -... uhhmmmmm, aquí está. Tiene un código identificativo , a ver, UEE..., ¡caramba!, es un comerciante legal y registrado, ¡quien lo diría!, UEEFR2368038F397STANTON, este es.-
-¿Siempre guardas registros de tus combates?-Del´an alzo la ceja con cierta sorna-.
-¡Por supuesto!- Luzbel exhibió una radiante sonrisa -Pero no sólo de los combates, sino de cualquier misión. Luego llego a casa, la repaso y ¿quien sabe?, lo mismo te encuentras una sorpresa en forma de pecio, anomalía gravimétrica o algo interesante para la inteligencia de la flota. Así los beneficios se multiplican.-
-Definitivamente por el nombre del ángel caído.- Del´an rezongó -Vuela como un demonio y tiene el sentido de la oportunidad de una tentación. Es bueno que aun existan tipos así en tiempos de cambios como estos.-
-¡Barman!, ¿tienes una estación de comunicaciones en este antro?-
-¿Tienes los 100 créditos para pagarla?. La comunicación se paga aparte claro.
-Claro, claro...
Luzbel tecleo el código del carguero y esperó. A veces la comunicación tardaban o era imposible. Dependía de si estaban demasiado lejos para la red de enlaces, si estaba realizando un salto, si el piloto había desconectado el transponedor... En este caso la espera fue muy corta, lo que hacía sospechar que aun debía estar en el sistema.
-Hola, ¿Hola?. Aquí El Pajarraco centenario respondiendo a la llamada. Si lo que quiere es cobrar habla con mi representante, pero si lo que deseas es hacer negocios, soy todo oid.....¡OOOOOOH DIOS MIIIIIIIIIO, ¡¿QUIEN ES EL CONSTRUCTOR DE ESA MARAVILLA?!-...
Del´an y Luzbel estallaron en la misma carcajada al tiempo que se volvían en sus sillas. La "maravilla" era una piloto enfundada en un mono de vuelo que se le ajustaba como una segunda piel. Alta, estilizada como la mejor nave y el pelo recogido en una elegante trenza, ceñía unas curvas que hubiesen enloquecido al mejor diseñador mientras, su ojos, causaban murmullos de admiración o, un respetuoso silencio, al moverse felina por el local cuando la escasa luz reflejaba el brillo plateado de dos estrellas sobre la leyenda Valinor Aerospace.
-Hola Pajarraco, soy Luzbel. ¿Sois los dos chiflados que nos habéis ayudado hace un rato?
-¿Te refieres a los fuegos artificiales con los que hemos saludados a los Vanduul?- la risa era contagiosa -Pues sí, aquí mi socio Txibi y yo estábamos preguntándonos que había sido de vosotros. ¿Cual volabas tu Luzbel, la Connie o la Origin?.
-La Connie. El de la Origin era yo. Soy Del´an Conway, un placer caballeros. ¿De cuál de ustedes fue la loca idea de lanzar la freelancer sobre el racimo de misiles?- la irónica sonrisa se tornó a franca en la cara de Del´an cuando los dos desconocidos se señalaron mutuamente y a la vez con sendas caras de no haber roto un plato en su vida.
-El placer es nuestro Del´an. Yo soy Pequadt, ¿cómo terminó la operación de rescate?- La sombra de duda que reflejaba la pregunta se extendió como el aceite a los rostros en el lado de la cantina.
-No demasiado bien-, la voz de Luzbel estaba desprovista de toda emoción. -Cuando amarré en la esclusa superior, solo pudimos sacar a cinco. ¿Tuvisteis más suerte?-
-No demasiada-. Txibi negó con la cabeza- La carga fue pérdida total. Respecto a la tripulación sólo sacamos a dos de ellos prácticamente ilesos. Nos han pedido que les llevemos a final de destino. El resto todos muertos. Quizás con una cutlass podríamos haber abierto brecha para buscar más supervivientes, pero sin esa opción... -
-¿Cuantos finalmente?-
-Según el manifiesto de carga, 36-
No era exactamente tristeza. Más bien es la sensación de la inevitabilidad. Los cuatro callan. Los cuatro saben que de no haber intervenido no estarían hablando de 36 muertos, sino de 43. Sin contar con que en el sistema seguirían existiendo 8 cazas furtivos dispuestos a repetir la tragedia, pero eso no les quita el regusto amargo que no es fruto de la cerveza.
-La cuestión es que la armada está demasiado sobrecargada y seguridad del sistema es incapaz de hacer frente a este tipo de amenaza. Entre piratería y contrabando sencillamente no tienen efectivos ni recursos. Hay mucho vacio ahí fuera para poder cubrir, Pequadt-.
-Eso sin contar que ni aún con el doble de efectivos se podría cubrir todos los servicios de escolta que se demandan. El borde imperial se desplaza cada vez mas rápidamente. Hay muchas promesas de dinero fácil y gloria- Txibi lo expone tranquilamente. No hay reproche en su voz. Él lo conoce bien, pues ha sido uno de los muchos que ha respondido a esa llamada y sospecha que el resto de sus interlocutores lo han sido también.
-Por eso M.E.R.C. y el resto de alianzas están reclutando de esta manera- Luzbel toma un largo trago después de decirlo -Se están preparando para los tiempos que vienen. Va hacer falta mucha potencia de fuego y grandes flotas para poder compensar los movimientos en la frontera-
El bip-bip insistente interrumpe la conversación y hace que Txibi desplace la vista del sistema de comunicaciones a una consola superior mientras da un par de golpes en el brazo de Pequadt. Este da un vistazo rápido y se vuelve hacia el comunicador:
-Caballeros, ha sido un placer esta charla, pero estamos en la proximidad de la boya de navegación y debemos preparar el salto. Espero que nos veamos otra vez en mejores circunstancias-
-Cuenta con ello-
-Gracias Del´an. Suerte allá afuera para ustedes dos. Txibi fuera-
El negro de la pantalla deja a Del´an y Luzbel en sus propias reflexiones. Se preguntan si el negro no será el destino final de todos ellos. Si en algún momento la fatalidad no les alcanzará como a la tripulación del carguero. Pero a diferencia de los predeterministas a ninguno de los dos les gusta la idea del azar como amo de sus destinos. Ellos son los dueños de sus decisiones, buenas o malas, pero suyas. Si el universo les borra en un brillante fogonazo será porque decidieron estar allí con lo que conllevase, de la misma manera que defendieron al malogrado carguero. No pedirán perdón por ello y pelearan contra ese destino.
-Vale la pena pensar en lo que hemos estado hablando. Establecer alianzas va ser una de las claves para poder sobrevivir en los próximos meses.-
-Y no solamente de tipo militar. Los acuerdos comerciales y de reaprovisionamiento van a jugar un importante papel- Luzbel estrecha la mano de Del´an y el pacto tácito no necesita de más. -Creo que a nuestros amigos Txibi y Pequatd estarán interesados en el tema. ¿Nos vamos?-
Del´an asiente -Si, pero no sin antes recoger los contenedores que dejaste arriba. ¿Están balizados a tu nombre?-
-Si-
-Pues vamos-
-¡Esperad!- El pequeñajo al que vieron colgaron de la percha se dirige hacia ellos -Voy con vosotros-
-¿Y tú quién eres piloto?
-Retaliator.-
Dedicado con todo el afecto, a toda la gente que constituye Ciudadano Estelar. A Adamanter, el padre de la criatura y, muy especialmente, a mis Spaces Cowboys.