Autor Tema: Un cuento de Xi´An  (Leído 1832 veces)

01 de Mayo de 2014, 22:31:27
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Retaliator

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  • El precio de la libertad es la eterna vigilancia

Cuenta la leyenda que en los primeros días del imperio tuvo la emperatriz una hija que, con el devenir de los años, se convirtió en la más admirada dama de la corte.  No solamente era hermosa, sino que  además presentaba determinación, valentía, inteligencia, conocimiento y saber estar.

Cuando la emperatriz, sintió llegado el momento de abandonar el trono tras el cansancio de muchos años de gobierno, la reclamó a su lado y con cariño le habló:
-Querida hija, es llegado ya, el momento de que abdique del trono en manos más jóvenes como son las tuyas. Sin embargo, la línea de sucesión se perderá si en breve periodo no te desposas  y tienes descendencia. Sabes que jamás te pedí nada, pero ha llegado el momento ya, de hacerte cumplir con las exigencias de tu rango.

La princesa, a la que no le faltaban pretendientes, pero a los que siempre había rechazado, aceptó la argumentación de su madre y, dado que jamás había encontrado varón con el que le satisficiera desposarse, proclamó una gran recepción a la que estaban invitados reyes, nobles y príncipes, de entre los cuales habría de elegir esposo.

Llegados los días, numerosos pretendientes acudieron a palacio. Cada uno de ellos con grandes dotes de diverso genero pero, ni aún así, la princesa se sentía atraída lo más mínimo por ninguno de ellos.

Es por ello que causó sorpresa y en algunos casos contenida indignación e hilaridad, cuando en el mediodía del 12 de Septiembre un ciudadano imperial sin rango ni blasón alguno se dispuso frente a la puerta de palacio y llamando la atención de la princesa le espetó:
-Alteza, como veis no procedo ni de alta cuna ni soy propietario de herencia o fortuna alguna. Durante todos estos años he estado como jardinero de palacio limpiando malas hierbas y trabajando en él hasta hacerlo tan hermoso como lo veis ahora. Durante todo este tiempo no he tenido más dicha que este trabajo porque os sentía feliz mientras paseabais por él del brazo de vuestra madre, mientras leíais bajo la sombra de los árboles y jugabais con vuestros hermanos sobre el césped, pues nunca encontré otra manera de deciros que siempre os he amado... ¡Pero ahora!, puesto que habéis rechazado a todos cuantos otros pretendientes os han solicitado y dado que no dispongo más que de mi propia persona y mi determinación de haceros feliz, aquí, ante todos los presentes proclamo que: a partir de hoy permaneceré a las puertas de palacio sin comer ni beber hasta que seáis mi esposa.

Tras la sorprendente declaración, la princesa se le quedó mirando y sin perder la compostura le respondió:
-De acuerdo. Dado que todo el mérito que presentáis ante mí  es el de este jardín y vuestra determinación, os tomaré la palabra. Si de aquí a un año sois capaz de permanecer en las puertas de palacio, pasado ese periodo, me desposaré con vos.

Sin mediar palabra alguna más, la princesa se volvió a sus habitaciones mientras el aldeano se enfundaba en su grueso mantón y se sentaba a las puertas de palacio para cumplimentar el periodo requerido.

Fueron pasando los días y con ellos las semanas. Lo que muchos tomaron como bravata en un principio fue tornando en el conocimiento de la firme determinación del ciudadano.

Para que nadie le pudiese acusar de incumplir el pacto, ni siquiera lo abandonaba para buscar comida o bebida y así, su sostén, dependió en primer lugar de su fortaleza y, con el paso del tiempo, de la caridad de los que le observaban día a día, allí, sentado, frente a las puertas de palacio.

Las semanas trajeron meses y los meses estaciones, más ni la lluvia, ni el frío, ni el calor hacían mella en la determinación del muchacho que permanecía como un centinela más a las puertas del mismo.

A primeros de Septiembre del siguiente año quedó claro para todos que el muchacho cumpliría su promesa  y la propia princesa, que solía verle desde la balconada, también lo entendió, por lo que empezó con los preparativos de una boda que habría de celebrarse no se hubiese cumplido el plazo.

Y así, el 12 de Septiembre, un año más tarde, la princesa vestida con el más exquisito vestido de novia hecho para cualquier ocasión se dispuso a presentarse ante él a las puertas de palacio no más hubiesen tañido las 12 campanadas el carillón de la iglesia.
La aldea entera estaba allí, lo nobles rechazados y cuanto curioso quiso acercarse para presenciar el acontecimiento.

¡UNA, DOS, TRES…! Las campanadas se fueron sucediendo casi con solemnidad… ¡CUATRO, CINCO, SEIS…! Contaban los presentes según se escuchaban… ¡SIETE, OCHO, NUEVE…! La plaza era el autentico rugir de las voces y vítores de los presentes… ¡DIEZ, ONCE…
... y el ciudadano se levantó, y abandonó el lugar.

Nadie escuchó la última campanada. Nadie contó el último tañido. Un silencio incrédulo se posó sobre la plaza y por un momento, para muchos, pareciera que el mismo Sol se hubiese detenido en el cielo.

Un chiquillo salió corriendo tras él y después de darle alcance le preguntó:
-¿Por qué?. Cuando ya lo teníais hecho, cuando el plazo ya estaba cumplido, ¿Por qué abandonasteis?
Y con una tierna sonrisa y sus tristes ojos sobre los del pequeño respondió…
-En un principio cambió mi agonía de hambre y sed por todo un año de penalidades. Después, fue incapaz de ahorrarme ni tan sólo un segundo de mi sufrimiento. Y ahora, después de tenerme durante todo un año abandonado a las puertas de palacio, ni siquiera se ha dado cuenta de que nadie ha cuidado su jardín y lo que antes era envidia de muchos, es ahora un erial.  Si ella no fue capaz de mitigar el sufrimiento de uno sólo de sus ciudadanos teniéndolo en su mano, ¿qué puede esperar su pueblo de ella?. ¡Ella no lo ama lo suficiente!.

Cuenta la leyenda que cuando la emperatriz tuvo conocimiento del hecho reclamo al ciudadano. Declaró extinta la línea dinástica y abdico en él y, con él, el imperio, ¡alcanzó las estrellas!
 

02 de Junio de 2014, 21:12:38
Respuesta #1

Kailorn-Kree

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Una pequeña joya llena de sabiduría, igual que su escritor. Muchas gracias por compartirla:)