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Temas - Klyon

Páginas: 1 2
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Solicitudes de ingreso / Solicitud de ingreso de klyonline
« en: 07 de Mayo de 2020, 23:13:39 »
Hola,

estaba en el clan pero me echaron por inactividad. Los excolegas del clan son unos pesados y han insistido en que vuelva, y como ya queda menos de 20 años para que salga el juego es un buen momento para ir retomando el contacto.

Saludos y besis  :(K): :(K):

PD: Si no me admitís, me voy con los Storm Riders, vosotros veréis  :P:

2
Solicitudes de ingreso / Solicitud de ingreso de klyonline
« en: 17 de Noviembre de 2014, 23:06:41 »
Hola,

he estado en clanes contrabandistas como ROV Rifters y piratas como Solar Synthetic, Non Serviam y Absolute Zero. No soy un espía, lo juro, pero si lo fuera también lo negaría.

Vengo de parte de un tío llamado Rober que me convenció en 5 minutos poniéndome ojitos y llevándome de cañas por ahí (aparte de que tengo que rentabilizar los 10 euros del polo que me pidió) y me sacó del lado oscuro.

Me gustan las naves espaciales, pasear mirando las estrellas cogido de la mano y las mujeres que no se avergüenzan de ver a un hombre llorar.

Poderes especiales: Tengo un Oculus Rift y no dudaré en usarlo.


3
Relatos / Biografías / Cadete
« en: 23 de Abril de 2014, 22:54:26 »
by Goldry on Dom Sep 15, 2013 10:56:55

Dia 1



- ¡Los principios que hacen del cuerpo de marines lo que és, son el honor, el compañerismo y el sacrificio! - gritó a voz en pecho el sargento Peebles.

- ¡Vosotros, pipiolos, no cumplís ni uno de estos jodidos y sagrados principios! - continuó.

- ¡Tu! - dijo señalando a la recluta de mi izquierda. ¿De dónde eres? - dijo duchándola con una lluvia de gotitas de saliva.

- ¡De Stanton, señor!

- ¿En serio? - dijo con voz melosa.

- ¡Vaya vaya!

- Sabéis paletos una vez un tipo me dijo que en Stanton solo había dos clases de personas. Me dijo: “Peebles desengañate, en Stanton solo hay cobardes y furcias tevarin.”

- ¿És usted una puta tevarin, cadete? - dijo mirándola a los ojos.

- ¡No señor!

- ¿Entonces es usted una cobarde?

- ¡No señor!

- ¿Esta insinuando que mi amigo me engañó? -dijo con un tono amenazante.

- ¡No señor, es que yo debo ser la excepción que confirma la regla señor!

- ¿Cómo? - dijo ahuecando su mano en la oreja para oírla mejor y acercándose a Quang.

- ¡Que soy la excepción, señor! - dijo Quang desgañitándose.

- Así que usted va a darme problemas.

- ¡No señor!

- ¿No? ¿No acaba usted de decir que es la excepción de la regla?

- ¡Pues déjeme decirle ha ido a parar al peor lugar del universo para arrogarse de tal afirmación! - dijo con los ojos a punto de salirse de las órbitas.

- ¡Está usted en el cuerpo de marines cadete Quang! ¡Aquí se inventaron todas las putas reglas que rigen este jodido y podrido universo y usted insinúa que se limpiará con ellas su maldito culo de cobarde puta tevarin!

Mientras los ecos de la voz del sargento morían en el asfixiante aire del hangar 13, el silencio hizo su entrada como suele hacerlo, de improviso, suave como la seda, sutil y voraz. El sargento se había quedado a menos de diez centímetros de la cara de la cadete Quang.

Y Quang no pudo más.

La tensión hizo que la pobre Quang que hasta entonces había logrado mantener una precaria compostura vomitase todas las gachas en las impolutas botas del sargento.

El bueno de Peebles, no pudo controlar el tic en el ojo izquierdo. Bueno, tampoco pudo controlar el tic de su puño, que sabiamente se alojó en la boca del estómago de la, ahora pálida, aterrorizada y boqueante Quang.

- ¡A vosotros zurullos de vanduul, más os vale espabilar!En 20 minutos pasaré revista y si hay algo que no termina de gustarme, estaréis limpiando condensadores de flujo hasta que brillen más que el puto Betelgeuse -dijo marchándose mientras daba un sonoro portazo.

Me acuclillé al lado de Quang.

- Me llamo Goldry -dije tendiendo la mano.

- Venga tenemos que limpiar toda esta porquería y ponernos presentables, o nos va a colgar de los huevos.


Edición:

Corrigiendo algunas incongruencias: Si se están entrenando para entrar en el cuerpo de marines no puede ser que se entrenen para el escuadrón 42. si acaso vendrían de ese escuadrón.

"- ¡Los principios que hacen del esquadron 42 lo que és, son el honor, el compañerismo y el sacrificio! - gritó a voz en pecho el sargento Peebles."

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by Goldry on Jue Sep 05, 2013 21:11:00

Envío cifrado número 12519 del oficial de reclutamiento para el psicólogo adjunto. Ruego valoración.

-- Inicio de la grabación, 1100 hora terrestre estándar, 23 de enero del 2941 --


Sabes yo antes era como todos vosotros.

Si, era un cordero, un lechal, un ternero que espera en el matadero el tajo del matarife, ajeno y a la vez consciente de que mi destino es inevitable.

Pero ya no.

Hace ya dos semanas que no estoy en el redil. He cambiado. He vuelto a nacer.

Hasta ese momento mi vida no había sido especialmente dura, ni había sufrido ningún trauma digno de mención. Había gozado de una infancia tranquila y divertida, de una adolescencia confusa y furiosa y de una juventud llena de ilusión y perspectivas. Pero cuando la juventud estava ya tocando a su fin el tedio y la depresión dominaban mi día a día.

Siempre lo mismo.

Levantarse, desayunar la pseudo-comida sintetizada, ducharse en la eco-cabina -¡Dios! ¡como odio esos flácidos chorros de agua reciclada una y otra vez!-, vestir el mismo uniforme anodino de técnico de segundo nivel.

Fichar.

Supervisar el robot de ensamblaje TAR-29.03, una jodida máquina que no necesita de ningún supervisor porque es jodidamente perfecta. Diez horas más tarde, volver a fichar. Regresar a mi mierda de piso-container de usar y tirar (ensamblado cómo no por un TAR-16.78 ) y vuelta a empezar.

Hasta mi periodo vacacional , estaba consensuado en el convenio general de factorías de nivel dos.

¡Jodidos sindicatos!

Me esperaban dos semanas de crucero de placer por los más pintorescos rincones de esta galaxia dejada de la mano de dios.
Embarqué en la nave de lujo que la Gaal Koh Basic and Special Assembly Corp había fletado para nosotros.

¡En Gaal Koh sabemos que los beneficios siempre van unidos a la felicidad de nuestros trabajadores!
por eso nosotros siempre queremos los mejor para usted, nuestro socio en esta gran aventura comercial!

De rumbo a nuestra primera parada. El planeta Nemo III en el sistema Nemo, donde podríamos contemplar la mítica ballena espacial.

Pero de algún modo, en algún punto indeterminado de nuestra ruta algo salió realmente mal.

Empezó como un traqueteo, continuó con unos silbidos, como de tetera cabreada y finalmente una explosión y después la oscuridad y los gritos.
Estábamos a la deriva, la tripulación no respondía, la compuerta de acceso al puente estaba bloqueada y caliente al tacto. Pasaron los minutos. De repente alguien se puso a gritar y a señalar por la ventana. El caos y el miedo se desataron. Me hice un hueco a codazos entre los que se amontonaban delante de la ventana más próxima.

Allí estaban.

Un grupo de seis naves. Cuatro Cutlass, una caterpillar y una 300i que había visto tiempos mejores. Un escalofrío hizo que se me encogieran las pelotas. Esos hijos de puta no eran simples piratas, eran esclavistas y todos habíamos oído historias de naves flotando a la deriva sin un alma a bordo.

Estábamos todos jodidos.

Es curiosa la percepción que tenemos los humanos del tiempo, pues al contrario que nuestros ingenios no percibimos el tiempo como algo lineal, lo sentimos como algo orgánico, sentimos como se estira y se acorta, como se ensancha y se encoge. En los veinticuatro segundos que tardaron las Cutlass en rodear la nave por sus cuatro vértices, la caterpillar se alineaba con la escotilla y la 300 - o ¿era una tres quince? - se alejaba un poco para tener una visión global de la escena.

El tiempo se estiró y se ensanchó.

Cuando vi que los post-quemadores de la caterpillar aumentaban su nivel de expulsión supe lo que iba a ocurrir. Busqué algo, algún objeto contundente, las armas estaban descartadas pues de haberlas estarían detrás del mamparo que daba al puente. Pensé en esconderme, inútil. No había escondite posible. Las cápsulas de escape estaban inexplicablemente fuera de servicio.

La cater inició su secuencia de abordaje, desplegó sus hojas a la vez que replegaba sus temibles lásers para evitar algún desperfecto y cargó.

Cuando empezó la carga no debía estar a más de quinientos metros, no le costaría más de unos segundos alcanzarnos. El golpe fue brutal. Las cuchillas perforaron nuestro casco provocando pequeñas fugas. La lujosa 890 estaba condenada. Todos esperamos en silencio a que los esclavistas utilizarán sus lanzas térmicas para abrirse paso a través de la escotilla. Pero nada ocurría. Solo el silencio roto por algún sollozo ahogado.

Un segundo después estalló el pandemónium, toda la pared donde estaba encastada la cater desapareció. La descompresión que succionó a unas cuantas personas, también se llevó el aire de mis pulmones pero no mi instinto de supervivencia, que tomó el control. En un último movimiento desesperado abrí la puerta de la cápsula de escape que tenia a mi derecha y me metí dentro cerré y esperé. Sabía que la cápsula estaba inutilizada que sería mi ataúd pero era mejor eso que nada.
Me ardían los pulmones, era doloroso, la vista empezaba a fallar cuando recordé las instrucciones de la azafata de que todas las cápsulas de escape disponían de balas de aire autónomas accionables manualmente. Encontré el manoreductor detrás de un panel y con mis últimas fuerzas giré el grifo. En ese mismo instante ocurrieron dos cosas.

La primera.

La caterpillar, que aún tenía un trozo de panel enganchado en sus cuchillas, estaba alejándose a toda máquina cuando estalló toda su sección ventral partiéndose por la mitad.

La segunda.

Con la imagen de la destrucción de la caterpillar quemando mi retina finalmente los módulo de escape se activaron y los que estaban ocupados cómo el mio fueron expulsados.

El panorama era algo sobrecogedor. Lo que quedaba de la 890 era un cascarón vacío del que salían vapores, chispas y cuerpos. A la derecha un campo de gigantescos asteroides dominaba el plano. Un poco a la izquierda los restos de la cater, aún incandescentes, flotaban a la deriva. A un kilómetro por encima de mi posición un grupo de naves estaba acosando a los Cutlass. Dos de ellos estaban a punto de ser destruidos. Los otros dos intentaban quitarse de encima a sus perseguidores para poder huir a través del campo de asteroides, cuando de repente una sombra cubrió mi cápsula. Dos andanadas de descargas láser y unos cuantos misiles cruzaron en dirección a las Cutlass.

Fueron borradas del mapa.

La sombra pasó a ser algo físico y poco a poco fue mostrando su gigantesca silueta , era una visión maravillosa. Era glorioso.

Era un Bengal Carrier. Estaba salvado.

Así fue como decidí dejar atrás mi patética vida. El ejército me había salvado, era justo que yo saldara mi deuda dando a cambio unos cuantos años de servicio.

Después seguro que el Viajero proveería.


-- Fin de la grabación --

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Relatos / Biografías / Fecha estelar 2943.4.14
« en: 23 de Abril de 2014, 19:05:14 »
by Delan Conway on Jue Sep 05, 2013 17:57:24

Fecha estelar 2943.4.14


Hace algún tiempo que siento que no pertenezco a este lugar. No sabría describirlo, es algo esquivo. Veo las paredes del salón y no son lo mismo. Nada ha cambiado realmente tras la muerte de mi madre. Quiero decir que ni siquiera hemos cambiado ese cuadro horrible que sólo le gustaba a ella pero, de algún modo, es como si todo fuese distinto. La vida, esta vida parece irreal, un sueño del que no logro despertar.
Mi padre está en su habitación mientras escribo esto. No hace el menor ruido, pero se que está allí. Desde el funeral apenas sale y, cuando lo hace, no es más que un fantasma que deambula sin reconocer el mundo que tiene frente a sus ojos.
¡Dios, como me gustaría salir de aquí! Dejarlo todo y escapar lejos. Sé que no puedo hacerlo, no mientras él siga así. Se olvidaría de comer si no le llevara la comida. A veces, cuando lo hago, veo que se ha meado encima. Ni siquiera le importa. Nada le importa.
Yo tampoco.

6
Relatos / Biografías / Preludio. Relato corto
« en: 23 de Abril de 2014, 19:04:09 »
by Retaliator_Cowboy on Sab Sep 14, 2013 0:35:36

Aunque lo colgare tb en CE, lo pongo aqui primero porque me siento orgulloso de esta pagina. Sé que no estoy aportando mucho, pero tengo un lio del carajo con una mudanza doble, mucho trabajo y poco tiempo. Os pido perdon y os ruego que no me lo tengais mucho en cuenta.
Recomiendo vivamente un corta y pega para leerlo comodamente y espero que os guste tanto como a mi el escribirlo y leer vuestros comentarios.
Un abrazo a todos

Retaliator





Preludio

Ha sido así desde que el primer marino regreso a tierra -El olor a tierra le llaman-. Del´an Conway descendió por la rampa de su mientras inspiraba profundamente. Hacía rato que su pulso cardiáco se había ralentizado, pero las manchas de sudor en el traje de vuelo demostraban que no hacia tanto tiempo su situación era muy distinta.

-En realidad es el olor del mar-pensó. -El olor de lo orgánico que se descompone en las líneas de costa, pero poca gente lo sabe, y realmente no importa. Era más el sentimiento-. Todos los marineros del mundo le hubiesen dado la razón. El olor de tierra, el olor de mar que se aprecia cerca de las costas, es la promesa del puerto cercano, de la familia, la seguridad el fin de las penurias y peligros de los océanos. Ya fuesen de agua salada como antaño o del nuevo océano en el que se había convertido el vacío espacial, aunque, en no mucho tiempo, ese mismo vacío les llamase con poder tal que no fuere posible resistirse a él.
Cada puerto tiene un olor. Algunos marinos presumían de saber donde se encontraban con solo oler el aire del puerto al que arribaban y la fanfarronería no había cambiado en cinco mil años. Del´an no presumía de tanto. El se limitaba a disfrutar del aire no presurizado mientras rodeaba su nave. Del aire no mil veces reciclado de las naves espaciales. Ese aire con el toque ácido del fluido hidráulico y metálico del refrigerante.

Su mano se deslizo sobre el casco arrugado como su ceño -Ese bastardo ha estado realmente cerca. Si el escudo hubiese estado solo un poco más bajo de energía...- El rictus de la amarga sonrisa se acentuó. La reparación del blindaje se llevaría unos cuantos créditos, pero no era cuestión de arrepentimientos. Además no los tenía. Se había metido en ese fregado él sólito, sin ayuda de nadie, y lo había hecho porque debía hacerse, fin de la historia.

El carraspeo a su lado le hizo volver a la realidad. El encargado del muelle le presento la holotableta solicitando la supervisión de los servicios portuarios. Seleccionó las tasas portuarias, combustible y reparación del blindaje. El sistema presento un presupuesto que le hizo arrugar el ceño otra vez. A lo presupuestado debería añadirle un diez por ciento más pues existía una ley universal aún no formulada, por la cual, los presupuestos siempre se quedaban cortos cuando se llevaban a la práctica. Dio autorización a la orden de trabajo y se encaminó a la plataforma de aterrizaje adyacente.

Del´an admiró las líneas de la Costelation que descendía. La "Connie" como era conocida en el argot era un proyecto de nave multipropósito especialmente dedicada al transporte. Eso no quitaba que, fuertemente armada y blindada, se convirtiese en una plataforma de ataque con entidad propia. Mientras lo hacía, su mirada se concentro en las numerosa marcas de impactos de su superficie. Muchas eran recientes, pero había muchas más que ya llevaban un tiempo.

-Esta nave también se ha llevado lo suyo-, pensó -y no sólo por el fregado de hace un rato-.
El montacargas de la nave comenzó a descender y era evidente que no lo hacía vacio. La figura alta que se le acercaba tenía el aspecto de quien no encuentra diferencias entre pasear por una nébula o atravesar un campo de asteroides con la potencia al máximo para ahorrase unos días en la entrega. El tipo de sujeto sacado de una película antigua que es capaz de volar igual de bien sobre una escoba que con un caza estelar, de conquistar a una princesa, derrotar un imperio, besar a la chica y volver a tiempo a casa para cenar antes de que acabe el día. El mismo tipo de sujeto que es capaz de dispararle a un caza recompensas por debajo de la mesa de una cantina en un puerto espacial, que de ofrecerte franca y abiertamente la mano como la ofrecía en ese momento.

Del´an la aceptó sin reservas mientras señalaba la impresión de la cazadora -¿Luzbel?. ¿Es nick o nombre?- El recién llegado exhibió una de esas sonrisas del tipo -¿hay alguna diferencia?-, que dejan el tema resuelto para siempre. -Hay quien dice que es en honor al ángel caído del génesis y una forma de volar. Otros creen que es una mala fonética de Lisbeth, el nombre de mi gata. Yo les dejo que cada uno tenga su propia historia y me paguen las cervezas mientras divagan sobre el tema. Por cierto, creo que te debo una-.

El rostro desenfadado de Luzbel se torno duro por un momento mientras se clavaba en los ojos de Del´an.-Pensé que ese misil te había arruinado el día. Fue un alivio verte salir de la explosión-.

-Hubo suerte-

-Ya veo-

-¿Y la cerveza?-

-¡Muy cierto!

Si hay una ley en el universo que dice que los presupuestos jamás se cumplen, hay otra que dice que todas las cantinas de los puertos estelares se parecen. Quark´s no es la excepción. Para los ojos inexpertos lo que más llama la atención son las perpetuas broncas típicas de las líneas fronterizas, en este caso, un piloto pequeño, compacto como un engranaje de grafito y con las insignias de un hornet insultaba y maldecía a los que le habían colgado de una percha de la que no podía descolgarse. Pero los más veteranos reparan dentro de la penumbra del ambiente, en los reservados apartados de la vista y en una música ambiente o una orquesta, que suena demasiado alto, demasiado estridente. Cualquier cantinero te dirá que son así porque los pilotos desean algo de intimidad después del viaje, pero los viejos lobos del espacio te dirán que las cantinas son así porque en las penumbras de sus recovecos se cruzan tratos y acuerdos que no pueden ser conocidos. Una de esas conversaciones parecía estar teniendo lugar en uno de los apartados entre un sujeto demasiado elegante para el sitio y la oscura sombra que se apartaba de cualquier luz y de la que solo se veía el dibujo de un bufón sonriente bajo el gorro de cascabeles y con una cerveza en la mano.

-Dos cervezas y dos submarinos de tequila, por favor-

Del´an asiente mientras Luzbel hace la petición y ambos se sientan frente a la barra.

-¡Por los space cowboys!

-¡Por los space cowboys! -

El viejo brindis. El viejo homenaje a una raza de hombres. A los primeros exploradores. Cuando las rutas eran de todo menos seguras y las escaramuzas entre pioneros y piratas que solían terminar de mala manera para los primeros estaban a la orden del día. En algunos casos, durante los asaltos, los pioneros se encontraban con la inesperada ayuda de naves que se daban cuenta de lo que ocurría y acudían en su auxilio sin más explicaciones. Entrando a tiros en mitad de la batalla como los anticuados cowboys de los westers del siglo XX. Gente que había labrado su propia leyenda, en muchos casos anónima y en los más, sólo conocida por unos pocos que, en algunos casos como muestra de respeto dejan un recordatorio en el muro de algún puerto espacial o cantina que ojos curiosos descubrían y donde se preguntan ¿qué historia puede esconderse tras el dibujo de un gato con botas sobre el que una mano, evidentemente infantil ha escrito a duras penas "Gracias señor gato por salvar a mi mama"?.

-Luzbel, ¿cómo te metiste en semejante fregado?-

Este, completó el largo trago de cerveza antes de responder. -Pues supongo que más o menos igual que tú- terminó la frase con una carcajada. -El carguero emitió una señal de alarma por ataque de los merodeadores Vanduul, así que me aproximé a ver lo que pasaba-

Del´an asintió. El tema venia de hacía tiempo y la flota imperial se las veía y deseaba para atajar este nuevo tipo de amenaza. Los Vanduul habían modificado algunos de sus cazas hasta conseguir que tuviesen una señal de emisión realmente baja. Así se dedicaban a emboscar naves comerciales con armamento muy inferior y cortar las líneas de suministros en los frentes de frontera.

-Cuando vi lo que el carguero tenía que enfrentar no me quedo demasiada alternativa- se encogió de hombros -Dos escuadras completas, ocho naves, son mucho más de los que una nave de ese tipo podía manejar. Lance una llamada de alarma general para el sector, liberé algunos de los contenedores de carga para ganar movilidad y velocidad y empecé a lanzar misiles. Supongo que es ahí donde entras tú.-

Del´an sabía que había sido mucho más que eso. El también había sido un space cowboy al recibir la llamada y lanzarse a ciegas en medio del enfrentamiento. Para cuando había llegado entre la Connie de Luzbell, el carguero y una tercera nave que no llego a identificar habían dado cuenta de 3 de los 8 cazas Vanduul, pero estos habían reestructurado el ataque tras la primera sorpresa y estaban atacando despiadadamente al carguero, que ya sufría graves daños, para reducir la potencia de fuego a la que se enfrentaban. Su Origin se había portado extraordinariamente bien. Concentrado en su nievo plan, el Vanduul, había descuidado su flanco y le había podido meter un misil entre los dientes igualando el tanteo en un cuatro contra cuatro, pero después las cosas se torcieron.

-Supongo que hemos tenido mucha suerte al fin ya al cabo. -

-¡Y una mierda!, hacen falta unas pelotas como asteroides para cruzar el campo de fuego y cerrarle el paso a la andanada de ese hijo de puta- Luzbel se envaró al recordarlo. Los merodeadores supervivientes habían decidido que el factor sorpresa ya no les favorecía y quisieron retirarse matando. Los cuatro cazas Vanduul se alinearon contra el carguero y lanzaron un total de ocho misiles no guiados sobre la superestructura del carguero que ya tenía daños terribles e intentaba poner distancia. Luzbell se mantenía pegado a él haciendo de escolta cercana pero la freelancer se había jugado la vida de mala manera. Al detectar el lanzamiento, la polivalente nave había reducido al mínimo su propulsión y desviado la energía a sus escudos al tiempo que se colocaba en un curso de intercepción de los misiles. De los ocho vampiros, cuatro habían devastado sus escudos y parte del estabilizador inercial, los otros 4 habían reventado el casco del machacado carguero.

-¿Te fijaste en la identificación de la freelancer?-

-No. Cuando llegó yo ya estaba lanzando misiles y cubriendo al carguero. Pero si me das un momento...- Luzbel estableció una conexión con la IA de la costelation a través de su periférico y codificó una serie de ordenes -... uhhmmmmm, aquí está. Tiene un código identificativo , a ver, UEE..., ¡caramba!, es un comerciante legal y registrado, ¡quien lo diría!, UEEFR2368038F397STANTON, este es.-

-¿Siempre guardas registros de tus combates?-Del´an alzo la ceja con cierta sorna-.

-¡Por supuesto!- Luzbel exhibió una radiante sonrisa -Pero no sólo de los combates, sino de cualquier misión. Luego llego a casa, la repaso y ¿quien sabe?, lo mismo te encuentras una sorpresa en forma de pecio, anomalía gravimétrica o algo interesante para la inteligencia de la flota. Así los beneficios se multiplican.-

-Definitivamente por el nombre del ángel caído.- Del´an rezongó -Vuela como un demonio y tiene el sentido de la oportunidad de una tentación. Es bueno que aun existan tipos así en tiempos de cambios como estos.-

-¡Barman!, ¿tienes una estación de comunicaciones en este antro?-

-¿Tienes los 100 créditos para pagarla?. La comunicación se paga aparte claro.

-Claro, claro...

Luzbel tecleo el código del carguero y esperó. A veces la comunicación tardaban o era imposible. Dependía de si estaban demasiado lejos para la red de enlaces, si estaba realizando un salto, si el piloto había desconectado el transponedor... En este caso la espera fue muy corta, lo que hacía sospechar que aun debía estar en el sistema.

-Hola, ¿Hola?. Aquí El Pajarraco centenario respondiendo a la llamada. Si lo que quiere es cobrar habla con mi representante, pero si lo que deseas es hacer negocios, soy todo oid.....¡OOOOOOH DIOS MIIIIIIIIIO, ¡¿QUIEN ES EL CONSTRUCTOR DE ESA MARAVILLA?!-...

Del´an y Luzbel estallaron en la misma carcajada al tiempo que se volvían en sus sillas. La "maravilla" era una piloto enfundada en un mono de vuelo que se le ajustaba como una segunda piel. Alta, estilizada como la mejor nave y el pelo recogido en una elegante trenza, ceñía unas curvas que hubiesen enloquecido al mejor diseñador mientras, su ojos, causaban murmullos de admiración o, un respetuoso silencio, al moverse felina por el local cuando la escasa luz reflejaba el brillo plateado de dos estrellas sobre la leyenda Valinor Aerospace.

-Hola Pajarraco, soy Luzbel. ¿Sois los dos chiflados que nos habéis ayudado hace un rato?

-¿Te refieres a los fuegos artificiales con los que hemos saludados a los Vanduul?- la risa era contagiosa -Pues sí, aquí mi socio Txibi y yo estábamos preguntándonos que había sido de vosotros. ¿Cual volabas tu Luzbel, la Connie o la Origin?.

-La Connie. El de la Origin era yo. Soy Del´an Conway, un placer caballeros. ¿De cuál de ustedes fue la loca idea de lanzar la freelancer sobre el racimo de misiles?- la irónica sonrisa se tornó a franca en la cara de Del´an cuando los dos desconocidos se señalaron mutuamente y a la vez con sendas caras de no haber roto un plato en su vida.

-El placer es nuestro Del´an. Yo soy Pequadt, ¿cómo terminó la operación de rescate?- La sombra de duda que reflejaba la pregunta se extendió como el aceite a los rostros en el lado de la cantina.

-No demasiado bien-, la voz de Luzbel estaba desprovista de toda emoción. -Cuando amarré en la esclusa superior, solo pudimos sacar a cinco. ¿Tuvisteis más suerte?-

-No demasiada-. Txibi negó con la cabeza- La carga fue pérdida total. Respecto a la tripulación sólo sacamos a dos de ellos prácticamente ilesos. Nos han pedido que les llevemos a final de destino. El resto todos muertos. Quizás con una cutlass podríamos haber abierto brecha para buscar más supervivientes, pero sin esa opción... -

-¿Cuantos finalmente?-

-Según el manifiesto de carga, 36-

No era exactamente tristeza. Más bien es la sensación de la inevitabilidad. Los cuatro callan. Los cuatro saben que de no haber intervenido no estarían hablando de 36 muertos, sino de 43. Sin contar con que en el sistema seguirían existiendo 8 cazas furtivos dispuestos a repetir la tragedia, pero eso no les quita el regusto amargo que no es fruto de la cerveza.

-La cuestión es que la armada está demasiado sobrecargada y seguridad del sistema es incapaz de hacer frente a este tipo de amenaza. Entre piratería y contrabando sencillamente no tienen efectivos ni recursos. Hay mucho vacio ahí fuera para poder cubrir, Pequadt-.

-Eso sin contar que ni aún con el doble de efectivos se podría cubrir todos los servicios de escolta que se demandan. El borde imperial se desplaza cada vez mas rápidamente. Hay muchas promesas de dinero fácil y gloria- Txibi lo expone tranquilamente. No hay reproche en su voz. Él lo conoce bien, pues ha sido uno de los muchos que ha respondido a esa llamada y sospecha que el resto de sus interlocutores lo han sido también.

-Por eso M.E.R.C. y el resto de alianzas están reclutando de esta manera- Luzbel toma un largo trago después de decirlo -Se están preparando para los tiempos que vienen. Va hacer falta mucha potencia de fuego y grandes flotas para poder compensar los movimientos en la frontera-

El bip-bip insistente interrumpe la conversación y hace que Txibi desplace la vista del sistema de comunicaciones a una consola superior mientras da un par de golpes en el brazo de Pequadt. Este da un vistazo rápido y se vuelve hacia el comunicador:

-Caballeros, ha sido un placer esta charla, pero estamos en la proximidad de la boya de navegación y debemos preparar el salto. Espero que nos veamos otra vez en mejores circunstancias-

-Cuenta con ello-

-Gracias Del´an. Suerte allá afuera para ustedes dos. Txibi fuera-

El negro de la pantalla deja a Del´an y Luzbel en sus propias reflexiones. Se preguntan si el negro no será el destino final de todos ellos. Si en algún momento la fatalidad no les alcanzará como a la tripulación del carguero. Pero a diferencia de los predeterministas a ninguno de los dos les gusta la idea del azar como amo de sus destinos. Ellos son los dueños de sus decisiones, buenas o malas, pero suyas. Si el universo les borra en un brillante fogonazo será porque decidieron estar allí con lo que conllevase, de la misma manera que defendieron al malogrado carguero. No pedirán perdón por ello y pelearan contra ese destino.

-Vale la pena pensar en lo que hemos estado hablando. Establecer alianzas va ser una de las claves para poder sobrevivir en los próximos meses.-

-Y no solamente de tipo militar. Los acuerdos comerciales y de reaprovisionamiento van a jugar un importante papel- Luzbel estrecha la mano de Del´an y el pacto tácito no necesita de más. -Creo que a nuestros amigos Txibi y Pequatd estarán interesados en el tema. ¿Nos vamos?-

Del´an asiente -Si, pero no sin antes recoger los contenedores que dejaste arriba. ¿Están balizados a tu nombre?-

-Si-

-Pues vamos-

-¡Esperad!- El pequeñajo al que vieron colgaron de la percha se dirige hacia ellos -Voy con vosotros-

-¿Y tú quién eres piloto?

-Retaliator.-







Dedicado con todo el afecto, a toda la gente que constituye Ciudadano Estelar. A Adamanter, el padre de la criatura y, muy especialmente, a mis Spaces Cowboys.

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Relatos / Biografías / Un relato de... ¡piratas!
« en: 23 de Abril de 2014, 19:03:20 »
by Retaliator_Cowboy on Mie Sep 18, 2013 19:52:41

En las largas noches de la madrugada, cuando la congoja muerde el corazón como una fiera y las horas se hacen eternas, entre los recuerdos vienen momentos de la infancia. Momentos en donde recordamos nuestra inocencia. Momentos en los que recordamos cuentos y leyendas. Relatos y novelas que tenían como misión predisponer a la esperanza aún cuando esta pareciese hallarse fuera de nuestras pesadillas…

Durante la hegemonía de la UEE, galeones y mercantes traían desde los lejanos mundos los tesoros que eran la sangre del nuevo orden.

Con objeto de menoscabar el poder imperial y atraídas por las incesantes riquezas del todopoderoso imperio ,obscuras facciones e intereses ocultos en las cloacas imperiales lanzaban sus ataques contra dicho tráfico utilizando para ello corsarios, bucaneros y… ¡piratas!

Cuenta una leyenda que uno de los mercantes que hacía la ruta de regreso desde los mundos lejanos mundos fronterizos al puerto de Stanton fue asaltado y capturado por un corsario de particular ferocidad y famoso por atormentar a sus víctimas antes de darles muerte.

Durante dicho asalto, la escasa guardia que custodiaba el cargamento se rindió tras presentar una resistencia desesperada ante la aplastante superioridad del enemigo….

Todos... menos uno.

Acorralado por el mamparo de proa, un infante de los tercios Hispanicus, que se había embarcado en el navío a última hora, mantenía a ralla a los piratas que le acosaban y les hacía pagar, a no menos de seis de ellos, que ya yacían a sus pies sin vida.

Al a vez molesto he impresionado por el infante, que se batía, con ferocidad tal, que pareciera que el infierno le esperase tras la muerte, el capitán corsario ordenó que se le capturase vivo, con el objeto de doblegarle y usarle como ejemplo ante los otros prisioneros.

No menos de ocho piratas encontraron la muerte de su fuego y su daga antes de que el resto pudiesen someter al tercio.

Arrojado sin miramientos a los pies del capitán corsario, este le dedico una mirada burlesca y cínica, al tiempo que le espetaba…
-¡Bonita manifestación de valor!. Lástima que sirviere de tan poco al emperador cuyo tesoro jurasteis proteger-

Sin signo alguno de aflicción por la afrenta recibida, los ojos del tercio se clavaron en los suyos.

Sorprendido por la falta de reacción, el corsario murmuró…
-¡Desgraciada la mujer a la que améis, si al tomarla lo hacéis con tan poco arrojo!-
¡Brillaron con tanta pasión los ojos del soldado!. ¡Tensáronse tanto por la ira sus músculos!, que de no haber mediado los grilletes que le dominaban, el corsario hubiese temido por su vida.
Satisfecho este de haber encontrado un punto vulnerable que explotar, le increpó de nuevo con objeto de comenzar su humillación y, señalando la esclusa por la que se arrojaba a los prisioneros al negro vacio le espetó…

-¡Vaya, vaya!, así que sí que amáis a una mujer-, proclamó con sonrisa cruel. –Eso justificaría vuestro deseo de volver a verla y en ello vuestra lucha desesperada. ¡Pues bien, os ofrezco una oportunidad para ello!. ¡Nombradme cien razones que la adornen!. ¡Nombradme las cien razones por las que la amáis, y si la creo digna de vos, os permitiré vivir!- terminó entre las mofas y las chanzas del resto de corsarios.

Y a través de unos ojos fríos como el hielo, sin ápice de turbación, el tercio le devolvió la mirada. Se irguió cual alto era y se encaminó hacia la tenebrosa cámara desde la cual, volvió a enfrentar la mirada de su captor, respondiendo…

-¡Porque es ella!... Y por tal sobran vuestras cien razones-, mientras se giraba y comenzaba a andar hacía la caída que le conducía al olvido.

Estupefacto y sin podérselo explicar, el capitán corsario, al que la incredulidad y la curiosidad dominaban, le volvió a reclamar preguntando…
-¿Por qué entonces que tengáis tantas ansías por morir?. ¿Cómo explicar que no ansiéis volver a verla, tomarla entre vuestros brazos y prefiráis enfrentaros con la nada a cambio?-.
Y justo antes del último paso, frente a la inmensidad de las estrellas, con los ojos cerrados y una lágrima resbalando sobre su cara levantada hacia el cielo susurró…

-Porque ama a otro…-

Cuenta la leyenda que apenas murmuró esas palabras acaricio y presiono el interruptor de eyección como quien acaricia a una amante. Ordeno el capitán corsario se volase la puerta y se procediese presto a su rescate para, posteriormente, liberarle en una de las más lejanas colonias francas con la esperanza de que olvidase el amor que le atormentaba.

Y aunque, según dicen, conoció otros amores, jamás consintió en desposarse ni en desprenderse de un pequeño chip holográfico con el que, finalmente, fue enviado al corazón de una estrella tras su muerte.

Buena guardia a todos.

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Relatos / Biografías / Cuenta la leyenda...
« en: 23 de Abril de 2014, 19:02:39 »
...que antes de que se inventara el antes, cuando el vino sabía a vino de la Tierra, los planetas eran inhóspitos pero hospitalarios, los valientes peregrinos saltaban al vacío sin mirar atrás, cuando los negocios se cerraban en estaciones sin nombre pintadas de negro, cuando los piratas tenían un código y además lo seguían, ya muchos se sorprendían al ver pasar a esos grupos de mamados transportistas, borrachos mineros picasteroides y expertos pilotos con pulso tembloroso; feos, desgarbados, ruidosos y siempre sonrientes, que además de compartir esa extraña insignia en sus sucios trajes, siempre entonaban alta y desafinada la misma canción:

"No recuerdo dónde vengo
ni me importa dónde voy,
mi hogar son las estrellas
y mi patria donde estoy.

Mi nave es mi montura.
El espacio... la llanura.
¿La cerveza? ¡Con espuma!
¡Y mi hermano es un Cowboy!"

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Relatos / Biografías / Espronceda se actualiza
« en: 23 de Abril de 2014, 18:59:25 »
by Skullkid jota on Sab Sep 21, 2013 15:21:44

Me ha hecho gracia el post de Klyon y me han dado ganas de tunear la canción del pirata de Espronceda.

Con diez torretas por banda,
warp en popa a cinco parsec,
no corta el sol, sino vuela,
una nave de Origin;
bajel pirata que llaman
por su bravura el Temido
en todo Orion conocido,
del uno al otro confín.

La luna en el gas riela,
en la cargo gime un Ewok
y alza en blando movimiento
trazas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Marte a un lado al otro Europa (la luna de júpiter)
y allá a su frente Stanton:

-Navega, cohete mío,
sin temor
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

veinte presas
hemos hecho
a despecho
del UEE
y han rendido
sus pendones
cien planetas
a mis pies.

Que es mi nave mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el turbo;
mi única patria, el hangar.

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Relatos / Biografías / Relatos: Módulo 2 y Abro los ojos, grito...
« en: 23 de Abril de 2014, 18:58:40 »
by _-Caleb-_ on Vie Sep 27, 2013 0:40:18

Buenas chicos, os pongo unas cosillas que escribí hace un par de años... espero que os gusten Happy Veréis que el tono es totalmente anti-sistema pero así soy yo, un perroflauta disfrazado de piloto espacial :P

- MÓDULO 2 -:

Se levantó nervioso, como solía hacerlo en los últimos tiempos, no era para menos viviendo la época que le tocó vivir, guerra tras guerra, crisis tras crisis, el planeta moría y nadie parecía verlo, ahora parecía que varias naciones se habían unido para crear la primera colonia espacial en La Luna, que se aleja cada vez mas y mas de nuestra fuerza gravitatoria, como el hijo que huye de su moribundo padre, la lanzadera “Horizonte” estaría preparada para despegar en algún momento de ese año, mientras el proyecto “Tunel Blanco”, que establecía colonias humanas en las profundidades marinas llevaba varias décadas implementado, pero la humanidad vio con gran desconfianza esta a raiz de “la” misión, ahora que lo pienso, solo vió la superficie una vez, suficiente para llevar a cabo esa misión suya, fue por mera curiosidad y desde luego no vió el patio que nos enseñan al subir, la visita guiada de las ruinas…

Amely, su esposa, y el no atravesaban un buen momento y el le prometió sacarla a la superficie a pasear, fuera cual fuera el estado de la superficie sería mejor que la colonia submarina, mejor que las minas, ella siempre se mostró reacia a esa idea pero concedió su deseo, esperando que su relación mejorase y creo, que esperaba ese momento especial para anunciar al hijo que esperaban. Siempre pensaba mucho las cosas, casi hasta el punto de que fuese demasiado tarde, si hubiera vivido lo suficiente habría tardado semanas o meses en decírselo.

Como bien puede imaginar, todo fue un rotundo fracaso, se colaron por un ascensor de servicio, todos sabemos cual es el castigo por salir a la superficie sin autorización, ¿Sabe qué me contó de lo que vió? No habían ciudades destruidas, erosionadas por el tiempo que nada lo perdona, no, las ciudades estaban intactas, así como sus ciudadanos, “¿Vivimos una mentira?” Eso me contó que dijo, no le dio tiempo a responder, no pudieron avanzar ni hasta la salida del ascensor para contemplar la megalópolis en toda su extensión cuando empezaron los disparos, al caer, intentó proteger a su mujer con su cuerpo, ella, mientras caía decía unas palabras que matarían el alma de cualquier persona, “Protege a nuestro bebe”, puñales mas que palabras, clavados una y otra vez sobre el mismo punto de su pecho, tras caer el ascensor volvió a bajar, al abrirse la puerta 2 doctores esperaban la mercancía, carne muerta que abonaría los campos, o al menos eso se dice.

Por lo visto al primero no le dio tiempo a reaccionar, según me contó, un puñetazo en la traquea acababa con su vida de manera trágica y lenta y, mientras el segundo intentaba dar la alarma sintió un dolor estrepitoso en la nuca, una bombona de oxígeno, ¿o era de butano? no importa, tras el único golpe, nada.

Tras huir volvió a casa, y ahí entro yo, al escuchar los gritos de auxílio le ví lleno de sangre, con Amely aun entre sus brazos y me contó lo que había ocurrido, así que yo le cubrí las espaldas, mientras el llevaba a cabo “esa” misión yo vine aquí gritando que en la superficie había vida. Agente, fue un error por su parte la falta de previsión ante estos casos, un hombre, un minero al que se le acaba de arrebatar a su familia por proteger una mentira, voy a repetir el hecho de que es minero y a recalcar que cualquier minero dispone de un relativamente fácil acceso a explosivos.

- No soy un agente, soy el Jefe de Seguridad del módulo 3 de la 4ª colonia submarina atlántica y su vecino, su amigo, o lo que mierda sea acaba de matar a casi 2500 personas importantes, mas importantes que cualquiera de nosotros.

– ¿Mas importantes que para un padre su hijo? A partir de ahora, agente - dije con un tono bastante sarcástico - podemos si quiere saltarnos este trámite, se el final que me espera y se que no será bonito, ¿Ha explotado el módulo 2? ¿Con personal político, altos cargos militares y sus familias? Usted ya lo sabrá pero vivimos en una mentira, ni la superficie es inhabitable ni mucho menos es inhóspita, solo que la gente como usted vive arriba y la gente como yo abajo, unos saben de la existencia de los otros y los explotan en los trabajos que ellos no quieren, sin embargo los otros no saben de la existencia de los unos, un trato demasiado injusto entre iguales. Desde luego esas muertes… son una tragedia, ¿o no? – Con esa sonrisa burlesca, con esa sentí el frio metal apoyándose en mi nuca.

Un único disparo.

Fuente: Noticias de mediodía, módulo 3, 4ª colonia:

Cita:
Las autoridades nos informan de que el suicida, cargado de explosivos estaba resentido con los mandatarios del módulo 2 debido a unos roces laborales con el jefe de su mina, el señor Jeff Harris, muerto en la explosión, ahora nosotros nos preguntamos, ¿Merecían morir tantas personas solo por que un loco psicótico tuviera un problema con su jefe? Juzguen ustedes mismos.

En otro orden de cosas; los análisis recientes del aire de la superficie indican que una exposición prolongada, de mas de 5 minuto podrá ser causa de muerte radioactiva debido a la cercanía de un antiguo super-reactor nuclear que explotó hace unas horas, se han suspendido todas las excursiones indefinidamente hasta nuevo aviso.


Vivimos para mantener a otros, ¿Es que nadie lo ve?

Trabajamos para mantener a las clases en su posición ¿Quién trabaja para si mismo?

Trabajamos para entregar nuestro sudor a cambio de basura. ¿Quién tiene, mucho o poco, pero sabiendo que es suyo íntegramente?

Nos han hecho creer durante años que trabajando duro, podemos ser como ellos, dando esperanzas vacías a gente ya sin espíritu, el sudor de la frente, el dolor de la espalda, las manos agrietadas y su recompensa, entregada a ellos, a cambio de un simple, gracias, cuando se dignan a darlo.

Ya va siendo hora, de salir a la superficie. Vivimos una mentira, ¿Es que nadie lo ve?

Hemos perdido el valor para preguntarnos que hay tras la capa de noticias falsas, que hay realmente allá arriba.

- ABRO LOS OJOS, GRITO -

Nadie recuerda cuando empezó la guerra, aunque todos conocemos el por qué, el control de los recursos que le quedan al planeta, ya desde el Siglo XX se viene hablando de la escasez de recursos y la super población, si sumamos esto al resto de problemas, calentamiento global, con la independencia de La Luna y de Marte y su negativa a ayudarnos, tenemos un lugar caótico al que los jóvenes de mi generación llamamos hogar. Me pregunto cómo sería el mundo hace 600 años, de pequeños estudiamos las estaciones que habían en el planeta hace varios siglos, ahora solo hay calor, por todos los rincones del mundo solo calor, casi no llueve y los alimentos y el agua potable escasean para todos, con todos estos factores la población mundial está diezmada, pero nosotros seguimos luchando…

Abro los ojos, a mi alrededor suenan las explosiones de las granadas y los morteros, esta vez la batalla es contra el continente Americano, quieren conseguir el agua dulce de algunos lagos de Europa. Cojo mi fusil de francotirador, lo miro, es gracioso, cientos de años de avances tecnológicos y las armas siguen funcionando igual; percusión, deflagración, la bala sale disparada y la vaina sale por la ventana de expulsión, se carga de nuevo y vuelta a empezar .

Miro lo que me rodea, un paisaje cercano al que fue El Gran Cañón del Colorado americano, antes de la gran guerra, claro está, ahora es el desierto del Colorado. Mire donde mire es todo seco, abrupto, así es ahora el 80% del mundo, delante de nosotros un batallón de infantería, cientos de enemigos, igual de predispuestos a morir que nosotros a la carga, los trajes no son de camuflaje, no es práctico, ellos van de un azul y nosotros de lila, no se que significan los colores, no me interesa demasiado, cerca de donde nos encontrábamos alguien grita:

– ¡Francotirador, mortero en coordenadas 76-Zulú-X-2!

Los veo, 2 enemigos, apunto, disparo, cae uno, el otro mira a su compañero caer, vuelvo a disparar, cae el segundo. Vuelven a gritar:

– ¡¡Infantería, a la carga!!

Cambio de fusil, cojo uno de asalto y me lanzo al ataque con el resto de soldados, durante la carga veo caer a algunos, algunos conocidos, malos soldados, los buenos no mueren.

El combate es muy intenso, ruido por nuestra espalda, resuenan los ecos de unas decenas de ABIS dispuestas de entrar en combate a nuestro lado, armaduras biomecánicas, de unos 3 metros de alto con munición de muy alto calibre y misiles tierra-tierra en lugar de brazos.

Les abro paso, nos adelantan a la carrera, imponentes, el blindaje es impenetrable con las armas convencionales, en medio de la formación enemiga varios vehículos blindados automáticos salen a su encuentro, son como las ABIS pero en vez de llevar piernas humanoides van con ruedas blindadas, lo recuerdo de la academia, me obligo a recordarlo, “…miden 2.4 metros de alto y disponen de munición de corto alcance, pueden enfrentarse a una ABIS y eliminar un batallón enemigo en minutos.”, extremo las precauciones, la batalla es encarnizada, tengo que tener cuidado, a parte de con las balas y las granadas, con los trozos de metal y metralla que generan esos enfrentamientos entre colosos.

Al contrario que las guerras de antaño, las batallas no las dirigen expertos estrategas, son los políticos, que ahora también son el mas alto mando militar, quienes dan las órdenes desde el puesto de mando, las guerras por el honor se acabaron, ahora las guerras son por la supervivencia, los grandes actos de heroismo quedaron en el pasado, esta es la guerra moderna, la que todo joven sueña con luchar, sucia, polvorienta, en lugares remotos.


El zumbido de las minas anti-aéreas enemigas «Abeja» nos prepara para lo que va a ocurrir, las Abeja son como las minas submarinas de hace siglos, solo que el mar es demasiado tóxico para luchar, demasiado tóxico incluso para mojarse la piel sin riesgo a una infección grave, las bolas llenas de explosivo con hélices emprenden el vuelo esperando cazar algo.

En solo unos instantes cientos de sombras nos cubren por unos segundos del sol abrasador seguidas por un casi inaguantable estruendo, nuestras naves «Gorrión», o como les conocíamos, PyR (Pequeños y Ruidosos)

Nos sobrevuelan disparando a las minas, veo abejas en dirección a los PyR, caen 2, 10 hacen pasadas rasantes contra el batallón enemigo.

Los PyR, grandes naves sin duda, superiores a las armas de cualquier otro ejército del mundo, pensadas para un solo uso, grandes ráfagas a mucha distancia durante mucho tiempo. Su morro redondo y chato es en realidad una ametralladora que acaba con cualquier cosa a la que alcance, la pintura plateada de tono lila, nuestro color, giros y maniobras que casi desafían las leyes de la física, un gran espectáculo sin duda.

Miro hacia el bando enemigo, han sufrido grandes bajas, de infantería y de blindados, malos soldados, seguro. Lanzamos la segunda carga y vamos a tierra evitando el fuego enemigo.

El soldado de mi izquierda se recuesta sobre una piedra que nos hace de cobertura, me suena su cara, creo que no se su nombre, le falta un brazo, no se queja, sigue luchando, me mira de reojo, al final cae, otro mal soldado.

Lanzo varias granadas con carga electrónica, puede desconectar nuestras ABIS pero seguramente desconectará un par de blindados enemigos, funciona, me lanzo sobre los blindados y disparo a bocajarro a sus ocupantes, seguramente jóvenes como yo, que como yo arden en deseos de luchar en esta guerra, al darme la vuelta no puedo reaccionar, un soldado enemigo me tiene encañonado a aproximadamente 10 metros, ¿qué hago?, no se de donde ha salido, antes de poder levantar mi arma oigo el disparo y a cámara lenta veo acercarse la bala hacia mi pecho, intento saltar, mi vida, no se proyecta como una diapositiva, solo pienso que puede dolerme, es tarde, caigo.

Abro los ojos, grito, escucho mi sollozo como un eco lejano, me duele el pecho, me miro, a mi alrededor los terminales de datos que nos enlazan a los robots humanoides que manejamos en batalla, levanto la mano, sudo, viene el operador, tras el viene el dirigente de la sala, ministro de economía, me recuerda lo cara que ha salido mi muerte y se marcha, soy mal soldado, debo serlo, los buenos no mueren, me dan acceso a otro robot de aspecto humano, cierro los ojos. ¿Qué hice mal?

Abro los ojos y así lo haré cada día del resto de mi vida, cumplo condena luchando por otros, muriendo una y otra vez por las ideas de otros, aun siendo de la opinión es que es mas fácil compartir recursos que gastarlos construyendo máquinas que luchen por nosotros. Creo que para los gobiernos es mejor que los soldados mueran de crisis nerviosas o suicidio, el 90% de la raza humana lucha, así se puede controlar la densidad de población, respiro hondo, me preparo. Conexión establecida.

Vuelvo al lugar del combate, apunto, mi enemigo está de espaldas, disparo, cae, a mi derecha una ABI explota, lo observo, recargo, tras la figura de la ABI un blindado me dispara ráfagas, intenta apuntar, corro, el blindado salta por los aires, un gorrión me sobrevuela, da un giro brusco de 180 grados sobre su morro y va a otro lugar del campo de batalla, el sonido de esas naves me ensordece, lo miro marchar, calor en mi espalda, mientras tropiezo me giro y veo el puñal y la mano que lo empuña, vuelvo a caer.

Imagino, que es mas cómodo luchar hasta la muerte cuando lo que muere, no eres tu.

Abro los ojos, grito…..

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Relatos / Biografías / PITCHFORK
« en: 23 de Abril de 2014, 18:57:16 »
by Retaliator_Cowboy on Mar Oct 29, 2013 2:07:12

Bienvenidos caballeros soy el Coronel  Eduardo C. Clark. No hace falta que se cuadren. Como habrán observado no les he hecho el saludo militar por qué no lo son, eso no significa que ustedes no sean combatientes. ¡Lo son!, y muy buenos.

Forman ustedes parte de la operación "PITCHFORK". Un asalto frontal y sin prisioneros hacia lo que consideramos el territorio Vanduul. Muchos son los motivos de esta operación, algunos conocidos, la mayoría clasificados, lo que sí les puedo decir es que hay "muy buenas razones" para ejecutar este asalto.

Como pueden imaginar, la armada por sí sola no puede desarrollar una operación de este calibre sin que los preparativos alerten al enemigo. Por eso están ustedes aquí. Van a ser la mano izquierda de la armada. Van a realizar determinadas operaciones usando sus propios recursos para que el grueso de la flota lance su ataque frontal sin aviso previo.

Se le han asignados los roles habituales que realizan en sus propias  operaciones rutinarias que podría implicar la colaboración entre las distintas alas civiles que participan en la operación. No se preocupen por ello. A nadie se le va a exigir un trabajo al que no esté acostumbrado, pero estén listos para improvisar.

 

La primera asignación es para los Space Cowboys. Señores, para ustedes está diseñada la operación "PUNTA DE FLECHA".

Como grupo independiente están acostumbrados a moverse en solitario, a veces clandestinamente y otras veces como un enjambre. Usan tácticas poco habituales y tienen un modo de pensamiento diferente a los clanes guerreros. Por eso vamos a usarles para preparar el camino.

Entrarán en el Sector Vanduul de forma clandestina, evitaran los contactos. Localizarán un asteroide, lo tomarán, preparan depósitos de avituallamiento en el mismo y  zonas de aterrizaje ocultas en sus cavernas.

Usaran sus tácticas para transportar y recolectar recursos a dicho depósito. En colaboración con Non Serviam atacaran convoyes de carga, los asaltaran y tomaran sus recursos. Hostigarán  su retaguardia y se sumergirán en las sombras cuando les busquen. Distraerán a las patrullas, contribuirán a suministrar información falsa de inteligencia, actuaran como falso cuerpo de ejército y despejaran la ruta principal de invasión.

 

La siguiente asignación es para  Non Serviam  y Stelar Corsairs. Para ustedes le hemos preparado la misión "MATAR A UN RUISEÑOR".  Espero que sus ansias de sangre queden saciadas.

Realizaran una infiltración masiva usando sus naves sigilosas. Cartografiaran los sistemas desconocidos. Realizaran misiones de guerra de guerrillas contra las fuerzas Vanduul, especialmente en situaciones de superioridad numérica o estratégica. Acosaran su flanco, sus líneas de aprovisionamiento. Generaran inteligencia falsa para los Vanduul. Asaltarán sus recursos y  colaboraran estrechamente con los Spaces Cowboys para aprovisionar los depósitos con dicho avituallamiento y se aprovisionaran en ellos para continuar sus operaciones. ¡Una advertencia caballeros!, seré claro. La mayoría de ustedes son asesinos, esclavistas, contrabandistas y piratas. En el mejor de los casos podría decirse que su moral y sus expedientes son... manifiestamente mejorables. La mayoría de ustedes están aquí buscando una amnistía de sus crímenes, pero se los advierto:

¡Un sólo tornillo que se extravié en el manifiesto de carga de un asalto!.¡ Una pelea entre facciones en las que pueda estar presente uno de ustedes!.¡ Un sólo carguero Vanduul o Terrano que "desaparezca misteriosamente" cuando en las proximidades sólo existan naves de Non Serviam o Corsairs!,¡ Una lata de cerveza que falte del inventario de un deposito asteroide y no esté debidamente justificada!,... ¡y codificare sus IFF de un rojo tan intenso que podrán verles desde el propio infierno!.

 

Para M.E.R.C. y Spanwars hemos construido un bonito paquete de misiones al que llamaremos "ESCUDO".

Sepan que nos han planteado un serio quebradero de cabeza caballeros. Sus reputaciones les preceden y no sabíamos si asignarles directamente al frente. Sin embargo creemos haber encontrado un lugar adecuado para sus habilidades.  En un despliegue tan importante como este es imposible mantener el frente lo suficientemente compacto como para no desproteger el flanco. Ustedes van a ser el escudo de dicho flanco. Se situaran en posiciones estratégicas para un despliegue rápido de contención ante cualquier contragolpe Vanduul.  Les enfrentaran, les derrotaran y permitirán a la flota principal reestructurar su posición para contrarrestar la amenaza. No se extrañen si en algún momento se convierten en la línea de vanguardia de un enfrentamiento de flotas en toda regla. Lo que empieza como una escaramuza, puede convertirse en poco tiempo en un frente estratégico que absorba recursos y pilotos más rápidamente que un agujero negro y ustedes pueden llegar a ser el primer plato del menú.

 

La patrulla del infierno y Nova Space corporation son los siguientes en el roster. "COLMILLOS" es su asignación.

Hasta ahora las asignaciones que hemos dados prevén enfrentamientos clandestinos y de mediana intensidad.  A ustedes les toca los peces grandes del estanque. Los bombarderos de  La patrulla del infierno y los cazas de Nova se encargaran de la destrucción de las naves principales en los escenarios de oportunidad y de proveerles escolta respectivamente. Trabajaran íntimamente con la inteligencia de la flota. Dispondrán de los más avanzados sensores y naves de alerta precoz. Establecerán zonas caliente desde las cuales los Vanduul  puedan desplegar sus naves principales. Merodeadores furtivos, las localizaran y les darán los vectores adecuados. Coordinaran sus ataques con la flota principal para evitar alertar al enemigo sobre las auténticos movimientos del frente y les darán caza fuera del frente principal cuando se les requiera. Les negarán las posibilidades de retirarse y agruparse.  Les negarán la posibilidad de proyectarse y amenazarnos.

 

Para los antiguos veteranos del  E69 que sin pertenecer a facción alguna se han presentado voluntarios  les ha correspondido  "YUNQUE.

Señores, mis respetos. La mayoría de ustedes acaban de licenciarse o han pasado a situación de reserva. Tienen más experiencia de vuelo y combate de lo que algunos tendrán jamás. Han participado en más batallas que el ángel de la muerte y han sobrevivido, por ello les queremos en el frente de batalla. Avanzaran con la flota principal en misiones de primera línea y enfrentamiento de flotas. Cuando no tengan misiones especificas de combate dentro de una batalla se dispondrán en situación de Alerta-1 para su despliegue inmediato al frente de batalla si se les requiere como tropas de refresco.  Enfrentaran cualquier objetivo asignado. Patrullas de protección, de superioridad espacial.  Bombardeo y torpedeo. Escolta. Búsqueda y destrucción. Darán a los Vanduul tales pesadillas que estos pensaran que el diablo en persona ha venido a abrirle las fauces de todos los infiernos personalmente.

 

A la corporación Valinor Aerospace se les asigna la misión "HOMELAND".

Estabilizado el frente de avance  proveerán  de material manufacturado desde sus fabricas en retaguardia. Serán los encargados de estructurar el despliegue de nuestros propios convoyes desde las fabricas a los depósitos clandestinos y desde ellos a las líneas de frente. Vertebraran un sistema de seguridad interior y control de tráfico del territorio tomado.  Construirán las estructuras necesarias para proyectar el aprovisionamiento de la flota como son refinerías y estaciones de reparaciones, la evacuación de heridos y si fuese necesario actuaran como alas de refuerzo en los frentes de batalla.

 

¡Que nadie menosprecie la función de cada parroquia señores!. Quizás a algunos de ustedes no les parezcan muy glamurosas, pero no se equivoquen, esto no es un juego, es la guerra, todos ganan, todos pierden. Sin recursos no hay avances, sin convoyes no hay recursos, sin bajas enemigas no hay progreso, sin seguridad interna no hay retaguardia. No les faltará trabajo, ¡y lo harán bien!.

 

Reúnanse con sus respectivos coordinadores tácticos para los detalles de cada misión. Eso es todo damas y caballeros, pueden retirarse y buena suerte.

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Relatos / Biografías / TswordZ (biografía)
« en: 23 de Abril de 2014, 18:56:19 »
by Delan Conway on Vie Nov 01, 2013 2:22:55

Desde hace un tiempo vago por estos lares. La mirada baja, pensativa. Me siento perdido dentro de mi mente. Las estrellas en el cielo me llaman, pero mi interior está dudoso sobre el camino a seguir. Doy una mirada a mi vieja Aurora. No ha tenido muchas aventuras, pero las pocas han sido intensas. Una emboscada pirata en completa desventaja numérica, y el ataque y posterior destrucción de la estación en que me encontraba. Apenas pude escapar por lo pelos en ambas ocasiones. Mi nave anterior, una década atrás, vivió muchas más batallas. Resistió bien y pegó duro, pero una serie de malos negocios y las estafas de las que fui víctima fueron acabando con la pequeña fortuna que había reunido, relegando al pasado aquellos tiempos de aventuras.
Pasé un tiempo en la depresión. Perdí el interés en general y me la pasé haciendo trabajos de poca monta. No tenía planes a futuro más allá de vivir un día más. Había perdido la ambición de antaño, las ansias de surgir, las llamas de la pasión.
Luego del incidente de los piratas y la estación sentí una presión dentro de mí. La adrenalina de estar al borde de la muerte volvió a despertar en mí el deseo de vivir que había perdido hace años. La pequeña chispa de vida iba creciendo hasta hacerme sentir de nuevo ese deseo de alcanzar metas, de hacer algo más que meramente existir.
Ahora, con la cabeza algo más fría que en mi juventud, pero con el deseo de sentirme vivo creciendo nuevamente dentro de mí, decidí no volver a ser un muerto en vida. Usé la mayor parte de mis pocos ahorros en actualizar mi Aurora y dejé un tanto como fondo de reserva. Un cañón más potente o un motor más rápido me serían útiles, pero había aprendido que siempre es bueno estar preparado para los imprevistos, que suelen llegar cuando no se tienen los recursos para enfrentarlos.
Sin embargo, aún hay una sombra de duda rondando mi mente: El rol a tomar a partir de ahora. No soy mucho de causar daño a los demás... aunque si tratan de causármelo a mí o a los míos, me aseguraría no volviesen a tener siquiera la oportunidad de volverlo a intentar. La depresión y las estafas me hicieron perder ese sentimiento de amasar riquezas, aunque sé lo útil que puede llegar a ser el poseer una fortuna... y lo vacío que se siente uno al obtenerla finalmente. ¿Explorar? Je, suelo tardar en llegar a destino porque normalmente me entretengo en el camino con cualquier cosa que me llame la atención, aunque no estoy seguro de si eso es lo que quiero para mi vida.
Volví a darle una mirada a mi flamante Aurora LN. Luego de la actualización me encariñé más con ella y me dediqué a hacerle una mantención y aseo profundos. Quizás por mi indecisión el destino puso en mi camino esta nave. Es suficientemente versátil para utilizarla en cualquier rol, al menos hasta que decida finalmente el camino a seguir en esta vida. Sonreí ante este pensamiento. Con una mirada más decidida y una sonrisa de satisfacción apagué la luz y salí del hangar.
Y es por esto que me presento para solicitar el reclutamiento en los Space Cowboys. Desde hace tiempo que veo a los suyos con un ánimo y alegría que me recordaban a mi antiguo yo. Sentía deseos de unirme a ustedes, pero ante la imposibilidad de decidir el camino a seguir intentaba mantenerme un tanto alejado. Pero luego de un tiempo de reflexión me di cuenta que, aunque el rumbo que tome no está del todo decidido, es mejor pertenecer a un equipo. Ya he compartido unas cuantas cervezas con Delan, Retaliator y Txibi (que se perdió camino hacia acá, pero terminó encontrándonos siguiendo el olor de la cerveza), por lo que sé que son buena gente y hay un espíritu de compañerismo entre ellos.
Quizás aún no esté muy seguro de mi rol, pero, je, más importante que eso es estar rodeado de gente bien, y aparte de la buena cerveza que tienen, la disposición de algunos de ellos de participar en la invasión masiva a territorio Vanduul me hizo terminar de decidirme. Moriremos. Sí, tal vez. Pero si vamos a hacerlo, al menos que nos recuerden las futuras generaciones. Puede que mirado lógicamente esto sea estúpido, pero supongo que la estupidez es parte del ser humano y hay momentos en que ésta sale a relucir con más fuerza, sumado a que mientras más gente esté junta más fuerte se hace. Un caldo de caos, pero al menos será algo gloriosamente estúpido.

Vaya, incluso en una simple solicitud no puedo evitar alejarme del camino habitual. Supongo que algo de aventurero tengo... Aunque el poder haber sobrevivido todos estos años con una miseria de créditos demuestra que sé algo de manejar dinero. Y aunque calmo, también tengo mis momentos de ira y de vez en cuando se me afloja un poco el dedo del gatillo.
Pero, independientemente del camino que escoja, estoy convencido que será más divertido junto a ustedes. Y, seamos francos, sin diversión la vida, por muy bien que esté yendo en otros aspectos, se siente vacía y sin sentido.


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Relatos / Biografías / Cómo conocí a Eloise
« en: 23 de Abril de 2014, 18:48:10 »
by El Keve on Mar Ene 21, 2014 5:26:54

I.- EL NOMBRE

 

  Era bonita… Condenadamente bonita. Se llamaba Eloise y aunque era exactamente igual que las demás, ella parecía ser diferente. Nunca sabía de sus nombres ni maldita falta que me hacía saberlo. Pero cuando Eloise apareció, tuve que averiguarlo.

 

  Esperé pacientemente a que llegara la hora de mi turno de descanso –el único de la jornada-, improvisé una excusa para no salir a fumar con los compañeros y salí del hangar hacia las oficinas de los comerciales. A pesar de la advertencia del encargado, crucé por el vestíbulo principal vestido con el mono de trabajo, sucio y gastado, y me quedé mirando como un idiota a su futuro dueño cómo gesticulaba como un imbécil mientras el Jefe de Ventas de Origin Jumpworks le hacía la pelota, le reía las gracias y le estrechaba la mano. Finalmente advirtieron de mi presencia y me miraron fijamente.

  -¿Hola? –preguntó el Jefe Kenneth visiblemente molesto. Aún no había cerrado el trato y se le notaba, el brillo de codicia de sus ojos era más que evidente.

  -Hola –repitió el cliente con la intención de saber qué ocurría.

 

  Tardé un par de incómodos segundos en salir de mi estado.

  -¿Cómo se llama? –solté.

  -Harper –respondió mientras extendía la mano.

  -No… Usted no. Ella.

  -¿Quién? –preguntó confundido.

  -Ella. La nave.

  -La… ¡Oh! No le he puesto nombre. ¿Cree que debería?

  -Claro que sí, señor Harper… Si me permite el atrevimiento, el nombre es lo más importante para una nave como esta.

 

  Harper me miró fijamente durante un momento, después al Jefe Kenneth. Estaba confundido, probablemente valorando si despedirme o directamente meterme en el reciclador de plasma.

  -¡Pues claro que sí! Kenneth, debería habérmelo dicho cuando me vendió la nave –le dijo en tono jocoso. Pareció que el Jefe se relajó un poco.

  -Es cierto. Nuestros ingenieros son muy detallistas y no dejan pasar una. Cuál es su departamento, joven? –me preguntó.

  -¿Ingeniero? No –respondí con una amplia sonrisa-. Limpio el casco de las naves cuando salen de producción. También el hangar.

 

  La risa de Harper me sorprendió. Me dio la mano y me habló con franqueza.

  -Buenas máquinas salen de esta fábrica si el chico de la limpieza se preocupa de detalles como el nombre de una nave de combate. Kenneth, dé las gracias a este joven, porque vendré más veces a comprar naves como éstas para la flota de mi empresa. ¿Cómo te llamas tú, muchacho? –me preguntó mientras me echaba un brazo por el hombro.

  -Keve –le dije ruborizado. Me había apuntado un tanto delante de uno de los jefazos de corbata de las oficinas y lo mismo conseguiría un aumento.

  -Muy bien, Keve. ¿Qué nombre se le suele poner a una nave espacial de combate como ésta?

  -De mujer, por supuesto.

  -Claro… ¿Qué tal Rose?

  -Me parecerá bien si a usted le resulta apropiado.

  -No, Rose es muy común. Dos o tres pilotos de mis fábricas llaman Rose a sus naves.

  -¿Qué tal el nombre de su madre? –pregunté ingenuamente.

  -Mi madre... Se llamaba Eloise… Falleció hace ocho años… -dijo casi para sí-. Eloise. Sí, creo que la llamaré Eloise.

  -Un nombre muy adecuado –mintió Kenneth mientras le daba una palmadita en la espalda-. Si quiere se la rotulamos en el casco.

  -Sí, quedaría perfecto.

  -Pues venga conmigo, que en nuestro departamento de publicidad le hacemos un rótulo con el nombre de… de…

  -Eloise –le recordó.

  -Eloise, eso. Joven, espere en mi despacho un momento que luego hablo con usted.

 

  -Claro, señor –dije mientras los veía alejarse.

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Relatos / Biografías / Cómo conocí a Eloise, 2ª parte.
« en: 23 de Abril de 2014, 18:47:32 »
by El Keve on Jue Feb 27, 2014 4:32:24

IV – NUEVA VIDA

 

  El espacio: la última frontera. Nunca me hubiera imaginado que viajar por el universo pudiera resultar tan complicado. Está claro que el holojuego al que dedicaba gran parte de mi tiempo libre era bastante incompleto porque Eloise era endemoniadamente compleja. Había bastantes más botones que en el simulador y configurar una ruta en la pantalla se antojaba harto difícil. Para colmo de males, en la despensa había muy poca comida. “Barrita energética cortesía de Origin Jumpworks”, decía el envoltorio. Por lo menos había agua, y el sistema de reciclado de meados parecía funcionar correctamente (eso ponía en el manual). Tras diecinueve largas horas tocando botones como un kalj’ee en una chatarrería, conseguí llenar un poco los tanques de hidrógeno en la ionosfera; los malditos bastardos del concesionario no habían tenido el detalle de dejarlos llenos. Según el manual, la pantalla, y unos complicadas fórmulas en la calculadora, estaba casi seguro que podría realizar dos saltos. Tres, a lo sumo.

 

  Desde luego, tenía que alejarme de la órbita y encontrar un punto de salto. Según la cartografía, parece ser que podría encontrar uno muy cerca del cinturón de asteroides que envolvía el sistema, así que puse rumbo hasta allí. Me costó una hora hacerlo, pero cuando el ordenador me avisó que estaba a velocidad casi relativista me pude relajar.

 

  Aunque intenté dormir no fui capaz. El camastro no estaba nada mal, de hecho era mucho más cómodo de lo que pensé. La Origin 300i está muy bien diseñada y todo está pensado para el confort. No me vino mal cerrar los ojos, a fin de cuentas. Tras no sé cuánto tiempo medio dormido, un zumbido suave me avisó de la llegada al destino.

  -Muy bien, bonita. Has llegado a tu destino –le dije a la nave.

  -Beeeeep –fue lo que me respondió.

 

  Bien, un punto de salto. Ocho destinos posibles, una preciosa y cara nave de combate y ni un solo crédito para utilizar. Habría que decidirse. Piensa, Keve. ¿Dónde podrías ir, desgraciado?

 

  Miré el mapa y, de súbito, una pequeña intuición me asaltó. En Antares-8 recordaba que conocía a alguien. Igual podría echarme una mano. Y hasta recordaba la dirección. No se hable más. A Antares-8.

 

 *****************

 

V – RECUERDOS DE OTROS TIEMPOS

 

  Cuando me llevaban esposado hacia el aerocoche patrulla pude notar la mirada de desprecio de Marlene. No porque había destrozado el precioso jardín de su casa con el tren de aterrizaje de la nave, ni porque el pobre Sparky había acabado con los intestinos esparcidos bajo veinte toneladas de alta ingeniería aeroespacial. Ni tan siquiera por el bochorno de la policía llevándose detenido a un chiflado que acababa de aparcar su nave espacial en una pintoresca y aburrida urbanización. No. En realidad era porque se acababa de casar y no le había dicho nada a su marido de la aventura que tuvimos el año pasado, cuando estaba estudiando xenobiología en Terra.

 

  Imaginaos lo increíble de la situación. Están Marlene y Donovan tranquilamente tomando el té de las cinco. Qué tal ha ido el día, cariño. Muy bien, mi amor. Hoy he estado en la peluquería y me he enterado de una cosa. ¿Qué cosa, amor mío? Vomitivo. La clase de vida despreciable de una familia clase media sin mucho que hacer. De repente comienzan a tintinear las tazas y a hacer ondas en la superficie del té. Un silbido procedente de todas partes lo llena todo. Sparky ladra frenético y cuando sales a ver qué cojones está pasando, se levanta un huracán que rompe cristales y se lleva todo por delante. Una vez se despeja la nube de polvo, descubres los cañones láser de una nave espacial de combate apuntando directamente hacia la puerta de tu casa. ¿Qué haces? Efectivamente, llamas a la policía. Aunque lo sensato hubiera sido llamar a la Flota de la UEE, en ese barrio lo más a mano era el Sheriff O’Hara.

 

  Y así fue cómo el pobre O’Hara se rompía la cabeza intentando cuadrar mi historia.

  -A ver si lo he entendido bien. ¿Dice que usted salió con Marlene?

  -Sí, agente. El año pasado tuvimos una aventura –respondí sinceramente.

  -¿Y no sabía que estaba casada?

  -En realidad estaba prometida, pero de eso me acabo de enterar ahora mismo.

  -Y claro. Se le ha ocurrido que podía darle una sorpresa aterrizando en su casa con ese cacharro, sin autorización de la Flota para una entrada a la superficie y sin pasaporte en regla.

  -Algo así había pensado –reconocí.

 

  El Sheriff se rascó la nuca. Seguramente fuera la situación más complicada en mucho tiempo que tuviera que resolver. La comisaría, pese a ser un edificio moderno y bien cuidado, no dejaba de intimidar. Colocó las manos sobre las rodillas y se inclinó hacia mí.

  -Debe saber que la Fiscalía ha llamado. Han detectado su entrada triunfal en la atmósfera y les he tenido que decir lo que ha pasado.

  -Mierda –exclamé.

  -De momento se va a quedar detenido esta noche. Mañana ya veremos.

  -¿Y la nave? –pregunté con preocupación.

  -La nave se quedará donde la dejó. No esperará que alguien pudiera llevársela.

 

  Los calabozos eran feos, pero hoy pude cenar algo caliente.

 

 *****************

 

VI – CON LA MÚSICA A OTRA PARTE

 

  Tuvieron que traer refuerzos para alejar a la gente de la nave. Cuando llegamos había ocho niños subidos al casco, unos cincuenta vecinos haciendo fotos y un par de cámaras de un canal local de holovisión. Marlene se había ido a dormir a casa de su madre y Donovan había hecho las maletas y volvía a su pueblo, dolido por el engaño de su mujer. De todas formas a la casa no le quedaban cristales. Yo fui advertido por el Sheriff O’Hara que no volviera por allí, salvo para pagar la multa y los destrozos. Por lo menos tuvo el detalle de regalarme varias raciones de la comida de los calabozos porque había escuchado mi historia y se había reído tanto que le caí simpático. Incluso me invitó a desayunar. También me dio un par de consejos.

  -Chaval. Tienes una estupenda nave de combate y no pareces demasiado estúpido. Puedes ganarte la vida muy bien. Incluso trabajar para la Flota. Si trabajas duro y salvas la vida hasta puedes convertirte en Ciudadano.

  -¿Usted cree? –pregunté incrédulo.

  -¿Qué si lo creo? Cabrón con suerte. Con ese trasto, armado hasta los dientes como vas, con un par de recompensas de delincuentes de poca monta que derribes podrás tener créditos para ir tirando una buena temporada.

  -Ya, pero no sé ni por dónde empezar –reconocí.

  -Mira, te voy a hacer un favor –dijo en tono paternal-. Vas a ir hasta Gaia-3, allí tengo un compañero de promoción, es teniente de homicidios. Dile que vas de mi parte. Te doy su dirección. Le dices que estás buscando trabajo, cuando vea tu nave sabrá qué ofrecerte.

  -¿Trabajo? Me gusta la idea. ¿De qué se trata?

  -No tengo ni idea, pero conoce a un grupo de mercenarios que…

  -¿Mercenarios? –exclamé alarmado-. Oiga, no crea que estoy tan desesperado como para…

  -Tranquilo. No son exactamente mercenarios. Son un grupo de caza recompensas o algo así. A veces colaboran con la UEE y no son mala gente. Es más, la ruta de comercio de este planeta con Gaia está protegida por ellos, así la Flota nos deja en paz y nos baja los impuestos. Por eso este lugar es tan tranquilo.

  -No parece demasiado malo.

  -Si no te importa jugarte el cuello de vez en cuando no, desde luego –me dijo apuntándome con el dedo.

  -Dile que quieres trabajar. Tienes buena nave y les harás un favor. Se hacen llamar Space Cowboys.

  -¿Space qué?

  -Cowboys. Ya sabes, como en las leyendas terrícolas de antes de la era espacial.

  -Por lo menos me ha dado una opción, O’Hara. Le estoy agradecido.

  -De agradecido nada, joven. Aún debe la multa –me dijo mientras me estrechaba la mano.

  -Tenga por seguro que pagar será lo primero que haga. Gracias, Sheriff. Le debo una.

  -No ha sido nada. He pasado un par de días muy divertidos. Y no se hablará por aquí de otra cosa en meses. Buen viaje y suerte –me dijo mientras me dirigía al interior de mi flamante nave, convencido de las oportunidades que se me presentaban.

 

 

  Según se alejaba la superficie del planeta a mis pies, me despedía de la escolta de la Flota y se oscurecía el cielo a mi alrededor, no dejaba de pensar en la clase de gente con la que me podría encontrar. Space Cowboys. Menudo nombre.

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Relatos / Biografías / Drakkar Palma Llameante (Biografía)
« en: 23 de Abril de 2014, 18:44:31 »
by Txibi on Sab Mar 29, 2014 15:49:06
 

 

EMPORIO COMERCIAL PALMA LLAMEANTE.

 

Fuerza Es Poder.

 De:Sede central del Emporio Palma Llameante.

A:Drakkar Palma Llameante.

Asunto:Sucursal en nuevo planeta.

 

      El consorcio ha dado el visto bueno al proyecto de expansión. Se le asigna permanentemente al realizar al banco el último pago la nave clase Freelancer “El Pajarraco Centenario”. El consejo de accionistas así mismo ha aprobado el proyecto de fusión de la sucursal Palma Llameante con la Multinacional Space Cowboys. Se ha procedido a inyectar los fondos necesarios para la construcción del hangar y las oficinas en el planeta o estación orbital de su elección. Así mismo, el proyecto de construcción de la nave Starfare “La Sangre de Thor” ha sido remitido a la comisión de gastos para que valores si es viable. No obstante, le recuerdo que aunque pase la valoración debe ser aprobado por la comisión y ratificado en la junta de accionistas.

                Tenemos plena confianza en su habilidad comercial y diplomática para evitar las peleas, y más confianza aún en el armamento asignado a la nave por si no fuera posible negociar sin sangre. Recuerde nuestro lema “Fuerza Es Poder”. Siempre se negocia mejor con armamento de calibre grueso. Previene el incumplimiento de contratos.

                Buena suerte ahí fuera. 

                …

 

 

Diez meses después…


Drakkar se estiró. Las obras ya estaban terminadas. Un espacioso hangar modulable (lo que significa que ampliable) alojaba El Pajarraco Centenario, un ascensor llevaba a la parte superior donde estaba las viviendas de la sucursal, su centro de ocio y recreo, tratamiento de residuos y combustible y la oficina.

La oficina la compartía con Bob Martillo Atronador. Era el secretario que se encargaría del papeleo y de lidiar con los seguros y alquileres para que él pudiera dedicarse a lo suyo ahí afuera, en el espacio, sin tener preocupaciones más cotidianas en mente. La oficina era espaciosa pero compartida, ya que normalmente el estaría fuera y en las escasas ocasiones que tuviera que tratar algo en Tierra Bob era de confianza y de gran utilidad si se tercia. Bob fue boxeador en su juventud y siente el mismo placer en la actualidad cuando machaca a los ejecutivos sin escrúpulos durante las negociaciones comerciales, como sentía de joven en machacar los huesos de chulapas de barrio. Entonces ejercitaba el músculo físico, ahora ejercita el músculo intelectual. Y mantiene en forma ambos. No hay nada que le apasione más que una buena pelea, sea física o mental.



 Un pitido casi imperceptible le llamo la atención en su ordenador de aleación transparente. Ejecutó los movimientos desde su asiento sin necesidad de levantarse y los sensores del ordenador lo captaron y transfirieron información y le actualizaron los datos. Sonrió, había sido aprobada la construcción de La Sangre de Thor, los trabajos de construcción llevarían unos meses, claro. Salvo que hubiera alguna libre repentinamente porque su comprador se hubiera arrepentido y se hubiera echado para atrás. Y por supuesto aún tendría que hacer los pagos. Pero era una excelente noticia, que permitía que pudiera también meterse en el negocio del alquiler y el aprovisionamiento de flota. Excelente.

            La reunión para la fusión de la sucursal Palma Llameante en la multinacional Space Cowboys también estaba en las fases finales. El trámite estaba aprobado y sólo esperaba que la burocracia terminara y estampara los diversos sellos en las diversas oficinas. Ello le legitimaba como Capitán Mercante Independiente o Freelancer. Podía registrar rutas, patentar nombres (sujetos a la aprobación de la oficina del Moralidad y Buen Gusto) y negociar directamente en los planetas de destino, ahorrando tiempo y dinero en intermediarios. Un porcentaje de las ventas irían a la multinacional para cubrir gastos de alojamiento, burocracia y escolta, por supuesto. Pero en conjunto el acuerdo era sumamente beneficioso para las dos partes.

            Ahora sólo quedaba esperar a que se despejaran los cielos y ultimaran el papeleo. Se reclino en su asiento y se escanció un poco de sidra, mientras limpiaba con un trapo su pistola. Ya se sabe, Fuerza es Poder…

            Drakkar Palma Llameante, del Emporio Comercial Palma Llameante.

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