25 de Marzo de 2945


Al final mi pequeño experimento no salió todo lo bien que quería. O mejor dicho, me dio otro tipo de problemas que esperaba pudiera solventar. Aunque no hubo caso que pudiera hacer calzar el repetidor láser como correspondía en la parte superior de la cabina sin tener que desarmar más de la mitad del componente, probé una manera más arriesgada y conseguí, a un precio relativamente barato, otro lanzador de misiles de una vieja Aurora MR en desuso. Instalé la nueva adquisición donde antes estaba el lanzador antiguo de la LN, tarea que resultó bastante más sencilla que intentar hacer calzar el repetidor allí, y al terminar el montaje me alejé para apreciar mi nueva obra: Mi propia Aurora misilera. Doce misiles dispuestos para causar el máximo daño y permitiendo llevar al mismo tiempo una amplia variedad de éstos, pudiendo cargar misiles con sensores infrarrojos en un ala, electromagnéticos en otra y de corte de sección sobre la cabina, por ejemplo. Llegué a la conclusión que debía certificar el diseño, pero dado que el modelo de nave es fabricada por RSI me pareció correcto hablar con ellos sobre mi modificación, a ver si podía sacar alguna comisión por el concepto.
Por desgracia, la idea, aunque les pareció interesante, chocaba con la idea original de una nave civil multiuso. Les expliqué que, aún con las modificaciones, no era más que una posible variante que podría ser destinada a escolta, tal como ya había una variante de carga y otra de patrulla. Para complicar más el asunto, el diseño debería pasar ciertas normas de seguridad, y el carecer de armas más que los misiles hacía inviable e ilegal el volar esta nave. Iba a mencionar como ejemplo la Freelancer MIS de MISC, pero entonces recordé que esa nave si llevaba al menos un par de torretas automáticas a los costados. Decepcionado, tuve que decirle adiós al sueño de mi Aurora misilera.

Quise aliviar mi frustración matando algunos Vanduuls en el Arena Commander. Afortunadamente para mí y la pobre computadora de mi nave, los chicos de Original Systems mejoraron bastante el motor gráfico, exigiendo algo menos de recursos... lo justo para que mi cabina no ardiera en llamas nuevamente. Tomaron la costumbre de liberar el acceso a pilotar simulaciones de otras naves de vez en cuando, lo que viene muy bien por si uno quiere cambiar su medio de transporte. Por desgracia, las elegidas durante este último tiempo fueron la serie 300, cuyo modelo base pude probar de primera mano durante el incidente del recalentamiento de armas, y la Cutlass Black, de Drake. La verdad que ambos modelos no llamaban mucho mi atención. El primero por lo caro y poco útil para mi labor y el segundo... no sé, tiene una mala reputación. No me sentiría seguro en una, ya sea porque me disparen por mera sospecha de que sea un pirata o porque alguna de las partes de la nave falle por los materiales utilizados. Cierto es que a fin de cuentas todo depende del punto de vista del piloto, pero la verdad es que no me sentiría cómodo en ninguna, así que mejor esperar a encontrar otra nave que se adecúe más a lo que quiera hacer... o precisamente el problema sea que no tengo un plan establecido para el futuro... Da igual. A fin de cuentas el futuro es incierto y las planificaciones deben hacerse con cierto grado de flexibilidad para permitirse hacer cambios sobre la marcha en caso de ser necesarios.

Por ahora me conformaré viendo los nuevos Simpod que presentaron para el disfrute de los juegos más avanzados. Es un gran avance en comparación a usar los hologramas de la nave, o el mobiglass para juegos más sencillos. Por desgracia, el precio hace impracticable e irresponsable, al menos en mi caso, el gastar demasiado en uno de ellos. Existen versiones más económicas con menos fidelidad visual y sonora, pero... creo que se pueden actualizar... Podría ser más adelante. Haría bien en tener uno y no arriesgar más los circuitos de mi nave de trabajo por un momento de diversión.

En otros sucesos, la misma RSI anunció la salida de una nueva nave hace un par de semanas. A diferencia de lo acostumbrado, no era una nave pequeña y sencilla como la Aurora o la Constellation. Esta vez fue por lo grande y creó un monstruo de casi 200 metros dedicado exclusivamente a la minería. Sí, es cierto que ya existen varias naves mineras, pero la gracia de este modelo en particular de RSI es que permite acercar la minería a gran escala a los civiles. Con esto, no sólo las grandes corporaciones pueden beneficiarse de la extracción de recursos en lugares remotos. Por supuesto, el coste es elevado para una sola persona, pero seguramente una pequeña organización o un grupo de socios podrían adquirirla y sacar ingentes beneficios... siempre que sepan manejarla bien. Ver las imágenes de esta nave me hizo pensar en dedicarme a la labor de minero e incluso de hacer algunas modificaciones a mi Aurora para que pueda hacer extracciones ligeras... pero considerando el resultado de mi anterior proyecto de transformación desestimé la idea.
Quedé pensando en ello un momento. Seguro que aquí en la organización se podría conseguir una o dos entre todos. Entonces me puse nuevamente a meditar lo que querría hacer a futuro. El transporte iba bien y era algo que conocía. Ir de minero era una experiencia nueva, pero invertir demasiado dinero en algo aventurado, en especial cuando los créditos andan escasos, no era lo más indicado. Seguramente podría conseguir un trabajo de ayudante en alguna de las Orion que la organización adquiera... O tal vez podría ayudar con el transporte de material refinado. La extracción es una cosa, pero el material debe ser enviado a un depósito para su venta o almacenaje. Sí, podría ayudar de esa forma también, aunque en ese caso necesitaría algo más que una Aurora para realmente apoyar la operación. Debería ponerme en marcha. Con más créditos en el bolsillo puedo hacer mejores transacciones. Definitivamente debo hacer crecer mi capital para expandir mi negocio.