HOY EN LA HISTORIA
20 de mayo, 2931 SET
La última resistencia de Dean KellarNadie sabe de dónde procedía Dean Kellar. Hay rumores, como siempre sucede en estos casos; algunos aseguran que nació en Terra, otros dicen que en las chabolas de Angeli. Algunos dicen que descendía de una familia de pilotos militares, lo que explicaría sus aptitudes para el vuelo. Otros, basándose en el profundo conocimiento que demostraba sobre los procedimientos de transporte de carga, conjeturan que la suya debía haber sido una familia de transportistas. Y aún hay otros que piensan que nació en QuarterDeck, de ahí su temperamento violento. El sujeto en cuestión hizo poco por validar cualquiera de las teorías, y solía reconocer cualquiera de los orígenes que le presentaban como el verdadero.
El primer hecho confirmado tuvo lugar en el sistema Banshee. La policía de Kesseli respondió a una frenética llamada de emergencia denunciando un intento de robo en la zona de hangares temporales. Cuando los policías entraron en el hangar, hallaron a quien los había llamado tira en el suelo atado e inconsciente y a un Dean Kellar de doce años de edad que estaba intentando averiguar cómo disparar los misiles contra las puertas cerradas del hangar cuando la policía logró acceder al interior de la nave e incapacitarlo. Según el informe policial, Kellar no se rindió sin luchar, marcando la tónica general para el tipo de vida que estaba a punto de iniciar.
A medida que iba siendo trasladado de un centro de detención de menores a otro, los jueces que revisaron las sentencias de Kellar procuraron interpretar el comportamiento del joven como ira adolescente, como una conducta que podían eliminar con el condicionamiento adecuado. Éste fue un punto de vista que al joven le encantó explotar. Para cuando había cumplido los diecisiete, Kellar ya acumulaba siete condenas por delitos violentos y a los abogados de los tribunales se les empezaba a agotar la paciencia.
Sólo había una cosa por la que Kellar había mostrado siempre genuino afecto: las naves. Recorría todo el Espectro buscando cualquier texto o especificaciones sobre ellas que pudiera encontrar.
A raíz de un motín especialmente violento en el Centro de Rehabilitación de Menores Kiritov instigado por Kellar, el juez consintió finalmente en enviar al joven a cumplir condena en QuarterDeck, esperando que una estancia prolongada en el mundo prisión lograra hacerle cambiar de conducta.
El hombre que volvió de QuarterDeck estaba realmente cambiado. Abandonando su genio vivo y avidez por el subidón de adrenalina, se había convertido en todo un profesional. Kellar encontró trabajo como burlador de bloqueos y algunas veces ejecutor para el Clan Ligo, una red de contrabandistas. Este trabajo lo puso en la cabina de pilotaje por primera vez. Decir que parecía que llevara toda la vida haciéndolo sería quedarse corto.
El Clan Ligo disfrutó de una oleada de éxitos, amplificada por el hecho de que Kellar se pasaba su tiempo libre persiguiendo a los rivales del Clan, averiando sus naves para que las autoridades pudieran atraparlos.
Mientras tanto, un interesante fenómeno estaba teniendo lugar en otra parte de la UEE. Aunque Cathcart siempre había sido la definición de un sistema sin ley, había un conjunto de sistemas adyacentes que no habían superado las valoraciones para terraformado, por lo que la UEE no se había preocupado de reclamarlos. Era en estos sistemas abandonados donde estaba creciendo una comunidad sin ley. Aunque Spider era la “capital” de facto, el sistema situado en el centro, bautizado creativamente como Nexus, se estaba convirtiendo rápidamente en un centro rival, generando especulación de que estaban intentando organizar un gobierno independiente. Aunque la UEE mantenía un ojo atento a estos sistemas, sus habitantes solían ser dejados a sus propios recursos.
Para cuando Dean Kellar se trasladó a Nexus, su currículum era impresionante. Tras haber sido el responsable de la muerte de todo el Clan Ligo tras una “diferencia de opinión” al respecto de la dirección del grupo, Kellar había ido pasando de sindicado a sindicato, cumpliendo contratos de asesinato –encargos de “ataúd vacío” sobre todo – para poder adquirir más y más naves, y acumulando una gran recompensa por su cabeza en el proceso.
Pero no sería el pasado de Kellar lo que le haría entrar en los anales de la historia. Todo empezó con una discusión sobre naves. Kellar había estado varios meses intentando pasar desapercibido en la sección NKZ de Spider. Mientras estaba bebiendo en uno de los locales más sórdidos del lugar, Kellar entabló conversación con otro cliente. Kellar no tardó en encolerizarse ante la negativa del otro hombre a reconocer que la última línea de propulsores de maniobra de la compañía Anvil eran básicamente el modelo anterior con un esquema de pintura diferente. El desacuerdo fue en aumento y Kellar acabó matando al cliente pegándole un par de tiros.
Todavía viéndolo todo rojo, Kellar no tardaría en darse cuenta de que acaba de cometer dos errores colosales:
Primero, una de las reglas fundacionales de la sección NKZ era “ningún asesinato”. El incumplimiento de esta regla significaba que encontrarías tu zona de aterrizaje repleta de enemigos con plena autorización para matarte.
Segundo, el cliente borracho y testarudo que estaba desangrándose sobre su bebida era un agente encubierto de la Fiscalía, uno completamente corrupto, pero aun así un agente.
Los demás clientes en el bar echaron mano a sus armas. Kellar empezó a disparar. Se abrió paso hasta la pista de aterrizaje y despegó en su Hornet modificado, pero su mala suerte sólo acababa de empezar.
Había un equipo de agentes de la Fiscalía asignado al sistema, reuniendo pruebas para encausar a su compañero corrupto, con lo que toda la discusión y el asesinato habían sido grabados. Fueron a por Kellar apenas hubo despegado.
Ahora Kellar tenía que enfrentarse a las fuerzas de la ley además de los piratas que lo estaban persiguiendo desde la zona NKZ. La batalla resultante, que acabaría siendo conocida como la Carrera de Kellar, transcurrió por cinco sistemas y en ella acabaron participando más de tres docenas de individuos procedentes de ambos lados de la ley.
El enfrentamiento más prolongado tuvo lugar en Nexus. Kellar se había ocultado en el cinturón de asteroides entre Nexus III y IV, donde se enfrentaba a sus perseguidores utilizando tácticas de ataque y retirada relámpago. Incluso aunque todo el armamento que le quedaba eran sus armas de energía, Kellar logró aguantar durante casi un día entero, matando o incapacitando casi doce naves en ese periodo de tiempo.
Durante una de las pausas en la batalla, Kellar llevó a cabo lo que se convertiría en su argucia más famosa. Kellar había aterrizado su nave en un gran asteroide para realizar reparaciones de emergencia improvisadas, cuando un grupo de cazarrecompensas consiguió situar su posición. Los cazarrecompensas cubrieron rápidamente todos los túneles lo suficientemente grandes para que una nave escapara por ellos, y luego contactaron con Kellar para negociar su rendición. Kellar prolongó la conversación, aprovechando el retraso para abandonar su propia nave y hacer EVA hasta una de las naves de los cazarrecompensas. Pasando completamente desapercibido, Kellar abordó la otra nave y arrojó al piloto por su propia compuerta para luego abrir fuego contra los sorprendidos cazarrecompensas.
Al final, no fue un agente de la Fiscalía o un criminal quién acabó definitivamente con Dean Kellar. Fue un civil. Anna Flynn se había unido a la riña poco después de que se hubiera trasladado a Nexus. Anna, una antigua soldado que estaba pasando por una mala racha, logró rastrear e interceptar a Kellar poco después de que éste se hubiera escabullido de los grupos de búsqueda al acecho e intentaba llegar hasta el punto de salto a Taranis.
El duelo duró veintisiete minutos hasta que un proyectil balístico bien apuntado atravesó las planchas de blindaje y se incrustó en el pecho de Kellar.
Flynn pudo reclamar la recompensa, una ganancia imprevista que la ayudaría a rehacer su vida. Mientras tanto, los analistas de seguridad de la UEE se sintieron preocupados por la ineficacia de sus fuerzas a la hora de organizarse en masa en estos sistemas sin ley. Se presentó una moción para reclamar Nexus y dividir el grupo de sistemas sin ley instaurando una presencia legal.
Muchos se han preguntado si la última resistencia de Dean Kellar tuvo como resultado el bloqueo de la formación de un segundo sistema político humano, pero una cosa es segura: la Carrera de Kellar capturaría la fascinación del público en las décadas venideras.
Traducción por Vendaval en CE.
https://robertsspaceindustries.com/comm-link/spectrum-dispatch/13885-This-Day-In-History-Kellars-Run