TswordZ (biografía)

[TswordZ]

24 de enero de 2945

Y sí, sigo espaciando más las entradas de la bitácora. Fue curioso esta vez, porque en vez de ser porque no había nada que contar, fue debido a que hubo una serie de acontecimientos que me mantuvieron preocupado y ocupado. Para empezar, un pequeño recordatorio: Aún después de la compra de una nave, la empresa, en mi caso RSI, suele poner a disposición del público actualizaciones de software de los distintos componentes para mejorar sus prestaciones o corregir imperfecciones que pueden haber pasado erróneamente el control de calidad. Estas actualizaciones están disponibles para descarga desde la mayor parte de boyas de comunicaciones o, en los asentamientos grandes, la descarga se hace en forma automatizada desde las múltiples antenas que hay para facilitar la comunicación entre los habitantes. Dado el tamaño de nuestra organización y su relativa cercanía a una de las colonias más importantes del planeta, los miembros gozamos de actualizaciones automáticas, por lo que es una preocupación menos para nosotros. Por desgracia, con la última descarga de software venía un error de código que anulaba el reconocimiento de la temperatura de las armas. Y claro, nadie sabía de ello. Yo me enteré de la peor manera.

Me dirigía a un sistema cercano para comprar artículos electrónicos que podría revender en mi sistema de origen. Llevaba un cargamento ligero, pues no había hallado suficiente materia prima a buen precio en mi última parada, así que esperaba volver con el contenedor lleno para compensar el viaje. En eso, el radar de mi nave me alertó de una nave que se aproximaba en rumbo de intercepción. Exhalé un suspiro de frustración. Nunca salía bien parado del todo de los enfrentamientos. Pensé en un momento en que debería hacer un entrenamiento militar de pilotaje, pero entonces realmente estaría luchando todo el tiempo y habría más probabilidades de terminar muerto antes de tiempo.
Activando las armas y mirando a mi alrededor para comprobar el sector esperé a la identificación de la nave. Un par de segundos después el radar reconoció la señal como una 300i. Me preocupé un poco. Estas naves, aunque frágiles, eran bastante maniobrables y rápidas. Reduje mi velocidad y ascendí por si acaso sólo era un civil que pasaba por ahí, pero entonces la señal cambió de rumbo para adecuarse a mi cambio de vector. «Ni modo. Aquí vamos de nuevo...» dije con un nuevo suspiro, aunque con una mirada más decidida. Entonces giré mi nave para encarar la amenaza directamente. No había manera de que pudiera superarlo en velocidad, así que huír estaba fuera de las opciones. Esperé pacientemente a que estuviera a distancia de tiro mientras movía el indicador de energía a armas y escudos, y un momento antes de la distancia ideal disparé mis armas. Los haces de luz rojiza de mis CF-007 Bulldog iluminaron y activaron el escudo enemigo, sacándome una sonrisa de satisfacción al comprobar que había acertado la primera ráfaga. No obstante, como era de esperar, los disparos enemigos no tardaron en venir. Hice movimientos ligeros para evitar algunos de ellos, pero confiaba en que mis escudos aguantarían más de lo que harían los suyos. Por desgracia, la alta velocidad de la 300i hizo que la primera pasada fuera muy corta y no cayeran los escudos de ninguno de los dos. Contrariado, reduje la velocidad para girar más rápido y luego hice andar los postquemadores para alejarme de donde me encontraba, a tiempo para evitar un par de ráfagas de mi oponente. Apreté los dientes para aguantar las repentinas fuerzas G frontales producto de mi maniobra y, aún a casi máxima velocidad, completé mi giro para tener nuevamente a la 300i a tiro. En cuanto lo conseguí comencé a marcarla y preparé un misil para cuando cayeran sus escudos. Ante esto, él hizo lo mismo, por lo que reduje un poco mi velocidad y volví a disparar mis armas. En eso reparé que éstas se encontraban mucho más calientes de lo que deberían estar. Sin embargo, no podía dejar de disparar si quería salir de ésta. Continué lanzando pequeñas ráfagas hasta que el «clin» que señalaba que el objetivo había sido marcado me hizo volver a enfocarme en el objetivo. Esperé un momento a que se acercara más y ya casi a 500 metros solté el misil, a lo que él hizo lo mismo conmigo. Entonces activé los postquemadores y giré hacia el otro lado mientras soltaba una bengala. Dado que mi rival iba a máxima velocidad no tuvo tiempo de evadir mi proyectil y éste le dio de lleno. No obstante, no fue suficiente para hacerle caer los escudos. Algo preocupado, me apresuré a girar para volver a tenerlo a tiro. El piloto de la 300i realizó una curva más amplia, probablemente para darle tiempo a sus escudos a que se regeneren. Yo aceleré lo más que pude para tratar de interceptarlo, pero mi pobre nave no daba para más. En eso reparé nuevamente en los controles y noté que la temperatura de mis armas no disminuía. Empecé a preocuparme rápidamente al darme cuenta de lo que ello significaba: Si los sensores estaban fallando tendría que calcular la temperatura de mis armas por intuición, pero si las mediciones eran correctas y las armas no se estaban refrigerando me podría quedar sin ellas en un par de ráfagas. Y en el otro extremo, si no continuaba disparando probablemente perdería tanto la nave como mi vida en el peor de los casos. Mientras pensaba, el piloto enemigo terminó su vuelta y se dirigía nuevamente hacia mí. Ya más resuelto, dirigí la nave hacia él mientras lo volvía a marcar. Esta vez preparé dos misiles. Si mis armas caían, más valía que mi oponente también lo haga. En cuanto estuvo a distancia de tiro comencé a disparar nuevamente. Veía con nerviosismo como el indicador de temperatura seguía aumentando, pero al menos mis proyectiles estaban dando en el blanco. Como temía, la 300i también estaba marcándome y pronto lanzó un misil. Dejé de disparar y cabeceé hacia adelante con mi nave para luego soltar una bengala y, mientras volvía a ascender, encender los postquemadores y disparar mis propios misiles. Volví a disparar, pero sólo con los cañones superiores con la esperanza de botarle los escudos antes que impactaran los Behring Marksman HS. Por desgracia, la bengala lanzada por el piloto de la 300i hizo que uno de mis misiles cambiara de rumbo, pero el otro impactó de lleno. En medio de la explosión vi el campo electroestático característico de la caída de los escudos, lo que me alegró sobremanera, pero entonces noté que la nave se dirigía en rumbo de colisión. Traté de esquivarla, pero no pude evitar golpear una de sus alas. Ésta se partió en cuatro trozos mayores e innumerables pequeños. Mi escudo en tanto terminó de ceder y el refuerzo de la cabina punta de diamante saltó en pedazos. La protección transparente de la cabina se resquebrajó y amenazaba romperse. Ambas naves giramos sin control por unos momentos, pero, a base de cortos chorros de postquemadores pude volverla a estabilizar. Mientras giraba penasba en la necesidad de pilotar con el traje espacial puesto para casos de emergencia como éstos, pero la incomodidad de usarlos por tiempos prolongados me había hecho decantar por la ropa civil. Entonces volví a la realidad y noté que la 300i, al perder casi por completo una de sus alas, intentaba alejarse. Comprobé mis armas y ambos CF-007 Bulldog superiores se habían fundido. Abrí fuego entonces con mis dos armas restantes a la nave enemiga mientras la volvía a marcar y preparaba mi último misil. Varios de los impactos dieron en los motores, haciendo que estallaran en llamas. Unos momentos después se sintió una especie de chispazo y mis cañones dejaron de disparar. Como temía, también se habían recalentado. La 300i trataba de huír, pero con el motor en llamas apenas era capaz de superar la velocidad de mi nave. Entonces sentí el «clin» de objetivo marcado nuevamente y dejé salir mi última carga. Mi oponente lanzó una bengala, pero, tanto por las llamas que emanaban de sus motores como la ala que le faltaba y le impedía maniobrar correctamente, el Marksman HS impactó de lleno en la antaño nave de lujo, despedazándola en una vistosa explosión. Exhalé aliviado al ver aquello, pues llevaba conteniendo la respiración desde que había recuperado el control de mi nave. Estuve mirando durante unos momentos como los fragmentos se dispersaban por el espacio antes de retomar mi rumbo.
Ya en el planeta de destino me enteré de la falla en la actualización automática: RSI había publicado una carta de advertencia en donde pedía que todos los propietarios de naves de la clase Aurora las llevaran a un concesionario autorizado para hacerles una revisión completa. En mi caso sería algo más que una revisión, pero si las reparaciones me salían gratis, bienvenido era. Como añadido, el comunicado señalaba que la empresa había llegado a un acuerdo con Origin para facilitar una 300i en forma de préstamo durante el tiempo que tomen las revisiones y reparaciones de las naves afectadas. Considerando mi encuentro reciente, me mostraba un poco reticente a la idea de usar una de estas naves, pero considerando que tampoco podría volar pronto mientras reparaban mi Aurora, me animé a iniciar los trámites. Había hecho unos vuelos con una 300i en el simulador de Original Systems en las naves de algunos compañeros cowboys, así que perdido, perdido no estaría. Lo malo es que para cargar no servía mucho. ¿Quizás como taxi? Hmmm, tendría problemas obteniendo licencia, y seguro me la hubiesen dado una vez mi Aurora ya estuviera reparada. ¿Tal vez unas vacaciones cortas? Tenía una nave de lujo ahora. Bien podría tomarme un descanso.

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02 de febrero de 2945

Esta vez no me tomó mucho empezar a escribir nuevamente. He estado más relajado estos últimos días debido a mi «forzada inactividad» producto del incidente acaecido la semana antepasada. Realmente da gusto volar en una 300i. Tenían razón los comerciales. Se siente ligera, suave y cómoda. Es una muy buena nave para pasear, volar por el placer de volar. Aunque he de decir que me costó acostumbrarme a su velocidad. El primer día no pasaba del 70% de su potencia por temor a estrellarla antes de tiempo. Mi Aurora era resistente, pero dudaba de que esta nave pudiera resistir un choque siquiera parcial, menos a la velocidad que era capaz de alcanzar.
De todos modos, a partir del segundo día ya pude sacarle más provecho. Dado que no podía cargar mucho me dediqué a adquirir cajas pequeñas de piezas electrónicas para revenderlas. Poco espacio y mucho valor, además que podían llevarse en la cabina, bien amarradas claro está, ya que ese lugar no fue diseñado para transporte de carga.
Oficialmente, la reparación de las Auroras tomó entre tres y cuatro días. En mi caso fue un poco más de una semana debido a los daños producto del enfrentamiento. Aunque inicialmente en RSI no estaban dispuestos a costear las reparaciones producto del enfrentamiento, mi empresa de seguros se encargó de que lo hicieran. A fin de cuentas, el daño por sobrecalentamiento había sido culpa de ellos, y por ese motivo la nave «sufrió daños adicionales los cuales no hubiesen ocurrido si las armas hubiesen sido refrigeradas como debían de ser». Agradecí en ese momento el no haber recurrido al seguro para costear reparaciones menores y pérdida de piezas que pude conseguir a bajo precio o me fueron dadas por la organización. Así, aunque los de seguros sabían que yo había sido atacado en varias ocasiones, tenían la impresión de que de algún modo me las arreglaba para salir «prácticamente ileso» en la mayoría de los enfrentamientos, por lo que fueron firmes defendiendo mi desempeño en condiciones hostiles. Viéndolo de ese modo, no debo ser tan malo pilotando como creo ser.
Por tanto, conseguí mantener la 300i por un par de días más mientras terminaban de reparar la cabina de mi Aurora. Aprovechando que un par de viajeros necesitaban transporte hacia Stanton, me ofrecí a llevarlos. Ya había recibido una llamada de un proveedor amigo mío quien me pidió que le transportara unas cajas hacia una de sus sucursales a un sistema vecino, así que haciendo de taxi podría sacar algo de ganancia extra con el viaje de ida. Normalmente no llevaría desconocidos en mi nave, pero mientras los observé no parecían tener malas intenciones, aunque por las dudas tenía mi pistola lista bajo la chaqueta y no dejé de prestarles atención durante todo el viaje. No hubo mayores problemas, salvo de que, aún habiéndoles advertido con antelación de que mi nave no estaba preparada para llevar pasajeros y de que ellos aceptaron porque tenían que llegar lo más pronto posible, no pararon de quejarse durante todo el trayecto. Fue un alivio cuando finalmente llegamos a destino y se bajaron. Estaban algo contracturados, pero yo terminé bastante estresado. Estar atentos a sus movimientos y aguantar sus quejas no era para mí. Definitivamente, me dedicaría al transporte de bultos silenciosos y dejaría a los pasajeros quejicas a otros.
Durante el viaje de vuelta me puse a pensar nuevamente en mi vieja nave. Cierto era que al ser de la variante LN era más resistente y eso me había permitido seguir con vida, con los últimos acontecimientos no podía sacarme de la cabeza la idea de que le faltaba poder de fuego. Mientras volaba con la 300i se me ocurrieron algunas ideas para cuando me llegara la nave reparada y sonreí ante la última ocurrencia. Decidí que lo intentaría.
En cuanto me trajeron la nave al hangar me puse manos a la obra. Ya había estudiado los anclajes de armas y había desmontado las armas de una Aurora MR que conseguí en rebajas y usaría como prototipo. Dado que había vendido la Aurora LX tuve que esperar a que mi nave volviera de la reparación para obtener las piezas restantes necesarias. Desmonté entonces el lanzador de misiles de la LN, parte de las conexiones con la computadora de objetivos y comencé el experimento.
Luego de unas horas ajustando y haciendo amaños conseguí instalar los dos lanzadores de misiles en los anclajes en los que originalmente se encontraban los cañones láser Behring M3A. Originalmente pensaba colocar lanzadores en todos los anclajes, pero la verdad era que en caso de un combate el enfrentamiento saldría muy caro por el gasto de misiles... aunque también eso hubiese hecho que la nave impusiera algo más de respeto. La venta de la LX hizo que me terminara de decidir por poner un cañón láser en el anclaje superior y usar los dos espacios en los costados para los misiles.

Cuando ya había terminado de ajustar los misiles e iba a comenzar con la instalación del M3A, recordé que ya tenía mi antigua LN de vuelta, así que rápidamente desmonté uno de los repetidores láser CF-007 Bulldog y comencé su incorporación a la nave prototipo.

Aunque adaptar el sistema de fijado y disparo de los lanzadores de misiles en los anclajes de armas no resultó tan complicado, curiosamente el instalar el repetidor láser me dio más problemas que ambos lanzadores juntos. Tuve que desmontar casi la mitad del techo de la cabina para poder hacer las modificaciones de forma más fácil. Casi tres horas después había conseguido unir todas las conexiones necesarias y cortar las que no, por lo que, con ayuda de una pequeña grúa, volví a instalar el techo con el repetidor ya incorporado.

Fue entonces cuando, orgulloso de mi obra, la cual ya había pensado bautizar como Aurora MS, me di cuenta de un pequeño detalle: El repetidor láser, aunque bien instalado y conectado al sistema, había quedado dentro de la cabina.

No comprendí en un primer momento cómo resultó así. Cierto era que esa era la única forma en que calzaba el cuerpo del repetidor, pero me extrañó que no me diera cuenta al instalarlo. Seguramente con la emoción y al estar operando una grúa remota me impidió percatarme.

Me senté en la cabina y la verdad era que, a pesar de la nueva adición, uno podía pilotar sin demasiados problemas, aunque algo tenía que agacharme en el sillón para no darme cabezazos. No era muy cómodo.

Como sea, ahora tenía un nuevo prototipo, que tendría que probar. No había muchas fuerzas de la UEE cerca que pudieran pedirme explicaciones por la severa alteración de un modelo de nave licenciada. No estaba muy seguro de los límites en este aspecto. Sé que se pueden overclockear sistemas y cosas así, pero esta modificación era más extrema. Decidí entonces hacer un vuelo alrededor de la base para probar los sistemas. Prendí los motores y elevé tan sólo un poco la nave del suelo. Quería comprobar primero que no hubiera alterado nada más aparte de las armas con mi experimento. Luego de hacer unos giros lentos y maniobras básicas dentro del hangar abrí las compuertas y me aventuré fuera.
Ya a más velocidad comencé a maniobrar la nave y comprobar el sistema de apuntado. Como me temía, el repetidor láser no funcionaba, y aunque era mejor que no lo hiciera dada su nueva ubicación, de igual modo me hubiese gustado que todo hubiese funcionado.
Más confiado, tomé altura para hacer unas pruebas en el espacio, no muy lejos del planeta, pero sin tanto influjo de su gravedad. Comencé entonces a maniobrar en todas direcciones. No había gran cambio en los giros. Quizás la nave girara ligeramente más lenta, pero me alegró que no haya perdido estabilidad ni balance con los cambios realizados, aunque ciertamente iría perdiéndolo a medida que fuera disparando los misiles. Tendría que usar uno de cada lado para ir compensando en vuelo.

Satisfecho, volví rápidamente a nuestra base y aterricé suavemente en el hangar, cosa rara para mí. Debe de haber sido la satisfacción de una idea loca realizada. Cierto era que el repetidor láser no quedó como debía, pero el tema de los misiles, que era lo que me importaba, había funcionado muy bien. Quizás podría intentar algunas otras pruebas más.

[TswordZ]

25 de Marzo de 2945


Al final mi pequeño experimento no salió todo lo bien que quería. O mejor dicho, me dio otro tipo de problemas que esperaba pudiera solventar. Aunque no hubo caso que pudiera hacer calzar el repetidor láser como correspondía en la parte superior de la cabina sin tener que desarmar más de la mitad del componente, probé una manera más arriesgada y conseguí, a un precio relativamente barato, otro lanzador de misiles de una vieja Aurora MR en desuso. Instalé la nueva adquisición donde antes estaba el lanzador antiguo de la LN, tarea que resultó bastante más sencilla que intentar hacer calzar el repetidor allí, y al terminar el montaje me alejé para apreciar mi nueva obra: Mi propia Aurora misilera. Doce misiles dispuestos para causar el máximo daño y permitiendo llevar al mismo tiempo una amplia variedad de éstos, pudiendo cargar misiles con sensores infrarrojos en un ala, electromagnéticos en otra y de corte de sección sobre la cabina, por ejemplo. Llegué a la conclusión que debía certificar el diseño, pero dado que el modelo de nave es fabricada por RSI me pareció correcto hablar con ellos sobre mi modificación, a ver si podía sacar alguna comisión por el concepto.
Por desgracia, la idea, aunque les pareció interesante, chocaba con la idea original de una nave civil multiuso. Les expliqué que, aún con las modificaciones, no era más que una posible variante que podría ser destinada a escolta, tal como ya había una variante de carga y otra de patrulla. Para complicar más el asunto, el diseño debería pasar ciertas normas de seguridad, y el carecer de armas más que los misiles hacía inviable e ilegal el volar esta nave. Iba a mencionar como ejemplo la Freelancer MIS de MISC, pero entonces recordé que esa nave si llevaba al menos un par de torretas automáticas a los costados. Decepcionado, tuve que decirle adiós al sueño de mi Aurora misilera.

Quise aliviar mi frustración matando algunos Vanduuls en el Arena Commander. Afortunadamente para mí y la pobre computadora de mi nave, los chicos de Original Systems mejoraron bastante el motor gráfico, exigiendo algo menos de recursos... lo justo para que mi cabina no ardiera en llamas nuevamente. Tomaron la costumbre de liberar el acceso a pilotar simulaciones de otras naves de vez en cuando, lo que viene muy bien por si uno quiere cambiar su medio de transporte. Por desgracia, las elegidas durante este último tiempo fueron la serie 300, cuyo modelo base pude probar de primera mano durante el incidente del recalentamiento de armas, y la Cutlass Black, de Drake. La verdad que ambos modelos no llamaban mucho mi atención. El primero por lo caro y poco útil para mi labor y el segundo... no sé, tiene una mala reputación. No me sentiría seguro en una, ya sea porque me disparen por mera sospecha de que sea un pirata o porque alguna de las partes de la nave falle por los materiales utilizados. Cierto es que a fin de cuentas todo depende del punto de vista del piloto, pero la verdad es que no me sentiría cómodo en ninguna, así que mejor esperar a encontrar otra nave que se adecúe más a lo que quiera hacer... o precisamente el problema sea que no tengo un plan establecido para el futuro... Da igual. A fin de cuentas el futuro es incierto y las planificaciones deben hacerse con cierto grado de flexibilidad para permitirse hacer cambios sobre la marcha en caso de ser necesarios.

Por ahora me conformaré viendo los nuevos Simpod que presentaron para el disfrute de los juegos más avanzados. Es un gran avance en comparación a usar los hologramas de la nave, o el mobiglass para juegos más sencillos. Por desgracia, el precio hace impracticable e irresponsable, al menos en mi caso, el gastar demasiado en uno de ellos. Existen versiones más económicas con menos fidelidad visual y sonora, pero... creo que se pueden actualizar... Podría ser más adelante. Haría bien en tener uno y no arriesgar más los circuitos de mi nave de trabajo por un momento de diversión.

En otros sucesos, la misma RSI anunció la salida de una nueva nave hace un par de semanas. A diferencia de lo acostumbrado, no era una nave pequeña y sencilla como la Aurora o la Constellation. Esta vez fue por lo grande y creó un monstruo de casi 200 metros dedicado exclusivamente a la minería. Sí, es cierto que ya existen varias naves mineras, pero la gracia de este modelo en particular de RSI es que permite acercar la minería a gran escala a los civiles. Con esto, no sólo las grandes corporaciones pueden beneficiarse de la extracción de recursos en lugares remotos. Por supuesto, el coste es elevado para una sola persona, pero seguramente una pequeña organización o un grupo de socios podrían adquirirla y sacar ingentes beneficios... siempre que sepan manejarla bien. Ver las imágenes de esta nave me hizo pensar en dedicarme a la labor de minero e incluso de hacer algunas modificaciones a mi Aurora para que pueda hacer extracciones ligeras... pero considerando el resultado de mi anterior proyecto de transformación desestimé la idea.
Quedé pensando en ello un momento. Seguro que aquí en la organización se podría conseguir una o dos entre todos. Entonces me puse nuevamente a meditar lo que querría hacer a futuro. El transporte iba bien y era algo que conocía. Ir de minero era una experiencia nueva, pero invertir demasiado dinero en algo aventurado, en especial cuando los créditos andan escasos, no era lo más indicado. Seguramente podría conseguir un trabajo de ayudante en alguna de las Orion que la organización adquiera... O tal vez podría ayudar con el transporte de material refinado. La extracción es una cosa, pero el material debe ser enviado a un depósito para su venta o almacenaje. Sí, podría ayudar de esa forma también, aunque en ese caso necesitaría algo más que una Aurora para realmente apoyar la operación. Debería ponerme en marcha. Con más créditos en el bolsillo puedo hacer mejores transacciones. Definitivamente debo hacer crecer mi capital para expandir mi negocio.

[Vuduhex]

  Te seré muy franco, me e quedado dormido en la segunda línea, no es tu culpa  es mi personalidad ni para mi madre leo eso 

[Loquillo80]

Uauuuuu, lo acabo de leer, mucha creatividad a la hora de escribir, os felicito!

[TswordZ]

Te seré muy franco, me e quedado dormido en la segunda línea, no es tu culpa  es mi personalidad ni para mi madre leo eso 

Jajajaja, es mi costumbre. Empiezo escribiendo "tan sólo un par de líneas" y me sale un tochazo XDD

Gracias, Loquillo80. Igual ahora con el tema del PU ya sale alguna otra buena historia, aunque creo que primero tengo que añadir unos cuantos capítulos más ;-)

[Vuduhex]

Desde hace un tiempo vago por estos lares y no me fije en la plantación de cannabis. La mirada baja, pensativa por que todavia me duele ever perdido mi familia por mi vicio. Me siento perdido dentro de mi mente al no saver que moña quemare primero. Las estrellas en el cielo me llaman desde mi ultimo arrebato, pero mi interior está dudoso sobre el camino a seguir, si el derecho por verdes o el izquierdo por maduras. Doy una mirada a mi vieja pipa Aurora y doy gracias por siempre andar con ella.  Bienvenido   

[TswordZ]

Desde hace un tiempo vago por estos lares y no me fije en la plantación de cannabis. La mirada baja, pensativa por que todavia me duele ever perdido mi familia por mi vicio. Me siento perdido dentro de mi mente al no saver que moña quemare primero. Las estrellas en el cielo me llaman desde mi ultimo arrebato, pero mi interior está dudoso sobre el camino a seguir, si el derecho por verdes o el izquierdo por maduras. Doy una mirada a mi vieja pipa Aurora y doy gracias por siempre andar con ella.  Bienvenido   

Lol, wtf? XDDD

29 de abril de 2945


Poco ha ocurrido el último mes, pero una situación en particular destaca sobremanera, al menos para mí y varios más. Todo comenzó a finales de la primera quincena. Estaba saliendo de velocidad quantum de camino a Stanton cuando recibí un mensaje de Txibi con un enlace a la siguiente transmisión:

Buenos días desde C.O.P.A.

Es un hecho. Hoy el senado de la UEE ha aprobado con efectos inmediatos y retroactivos la limitación del armamento de nuestras amadas auroras. Aunque es cierto que la planta de potencia y los conductos de enfriamiento (cooler) del armamento trabajaban a un 120% para conseguir transmitir energía y enfriar las armas, no era extraño ver auroras con cuatro excelentes cañones tamaño (size) dos o incluso tres. Esto se acabó.

A partir de hoy, con la nueva normativa nos limitaran el armamento a dos cañones tamaño 1 y quizá a cuatro cañones, dos tamaño 1 y otros dos de tamaño 2 como máximo. Esto unido a nuestra velocidad punta de 150 hace que muchos nuevos y jóvenes pilotos prefieran la mustang como nave con la que iniciarse ya que que poseee el mismo armamento y, seamos sinceros, es más ágil y rápida.

Aquí Biff el Suplente, desde la emisora Radio Macuto, informando.

Como prácticamente a cada uno de los miembros de C.O.P.A (Club de Orgullosos Propietarios de Aurora), la noticia fue todo un shock. No podía creer que se hubiera aprobado una limitación así para una nave que es de por sí limitada. Cierto es que es una nave polivalente, pero una de sus características, además de su adamantina dureza, era lo bien armada que podía ser equipada considerando su tamaño, algo que nos parecía completamente necesario para sentirnos seguros en el espacio. Dada la limitada velocidad punta y maniobrabilidad de nuestros queridos ladrillos, sólo podíamos contar con su resistencia y pegada para imponer algo de respeto, ¡Y ahora nos limitaban el acceso a armas tan sólo de tamaño mínimo! Llegué a pensar en volver a utilizar la variante misilera en la Aurora, pero la idea de tener que explicar mi configuración cada vez que el policía de turno me parara, o peor, alguien de la fiscalía, me hizo descartar rápidamente esa opción. Además, la necesidad de tener que sacar el brazo por la cabina para disparar con mi pistola láser y así tener algo de potencia de fuego adicional no era una situación que me motivara demasiado.
Por tanto, rápidamente los miembros del club nos organizamos y enviamos una petición formal para anular la resolución. Mientras buscábamos fisuras en el nuevo texto de la ley, comprobé con horror cómo esos senadores habían olvidado excluir a la variante LN de la limitación de dos armas nivel 1. En otras palabras, ¡le habían prohibido tener armas en las alas como correspondía a una versión miliciana! Decidimos recalcar este punto para mostrar el exceso que se estaba cometiendo contra una de las naves más icónicas en espacio de la UEE. También añadimos como argumento la dificultad para un piloto novato el mantener un blanco en la mira con la limitación obligatoria a utilizar armas fijas (de tamaño mínimo además) en una nave que no se caracteriza precisamente por su maniobrabilidad. El tamaño 2 permitía a los pilotos inexpertos el utilizar «gimbals» para aumentar sus posibildades de acierto ante naves más ágiles, algo esencial considerando que nuestra querida Aurora es, aunque nos pese, de las naves monoplaza más torpes en movimientos.
Tres días después obtuvimos una respuesta agridulce. Por un lado, rectificaron ante la limitación de la versión LN, volviendo a permitir la instalación de armas en las alas superiores. Pero por contraparte, la disminución en 1 al tamaño de las armas de la Aurora continuaría en vigor.
Aunque la variante LN aún conservaba un poder de fuego respetable, las otras versiones se vieron fuertemente mermadas en sus capacidades ofensivas. Poco más se podía hacer. Empezaron a surgir rumores de que Origin había presionado para que se llevara a cabo esta limitación dado el ataque de ciertos elementos que actuaban como piratas en estas naves baratas, atacando e incluso destruyendo a las lujosas 300. Aún con el armamento superior de éstas últimas, sus amplias alas, en donde se soportan los anclajes de armas, son blanco fácil de las ráfagas láser, siendo destruídas con facilidad, y dejando con ello desarmados a los pilotos. La empresa no podía permitir que su imagen se viera afectada por una nave «inferior» y entonces habría forzado estas limitaciones para «impedir el acceso fácil de armas de gran potencia en naves baratas que podrían usarse para labores ilegales dado su bajo costo», tratando a nuestras Auroras como naves de Drake. Claro, esto no pasaba de ser meras especulaciones, aunque sí era cierto que varias naves, y no sólo nuestras queridas Auroras, estaban sufriendo últimamente recortes en sus velocidades o sistemas de armas o escudos. Por esto corría el rumor de que la UEE quería limitar en cierta medida la potencia de fuego y capacidades de las naves civiles para que exista una diferencia de nivel considerable entre éstas y versiones militares o de la Fiscalía y así poder actuar con mayor eficacia si la situación lo ameritaba. O simplemente querían disminuir el riesgo de que armamento muy poderoso esté a disposición de jóvenes inexpertos que, movidos por la rebeldía o un simple deseo de sentir adrenalina, causen desmanes o inicien ataques como flotillas de pandillas a viajeros y comerciantes al azar.
Pero dejando de lado todas esas paranoias, lo cierto es que los dueños de naves tipo Aurora quedamos ahora más vulnerables que antes. Aún así, seguimos orgullosos pilotando nuestras naves, confiando ahora más en la resistencia de su cabina punta de diamante reforzada con una aleación de Aurorium. Cual sucio vanduul, es posible que nuestro mejor ataque sea la embestida, y aunque no sea muy elegante, ni siquiera un retaliator puede resistir un impacto directo, como han atestiguado algunos compañeros de clan (aunque ignoro cuánto bebieron antes de volar).

[TswordZ]

25 de mayo de 2945

Bueno, bueno, aún se me hace algo difícil escribir en vuelo. Parte de la culpa es que suelo hacer viajes relativamente cortos, por lo que cualquier intento termina siendo interrumpido, ya sea porque estoy cerca de destino o porque algún incidente me saca de velocidad quántum.
Aunque los negocios han ido relativamente bien, un par de intentos de robo por parte de piratas redujeron bastante las ganancias al tener que reparar buena parte de los componentes luego de conseguir escapar. Afortunadamente, dentro de la organización contamos con buenos mecánicos y bajos precios en el coste de componentes, pues solemos hacer compras al por mayor, algo necesario para mantener a punto las naves de todos, pues nunca faltan ataques o malas maniobras que hagan saltar un ala o dañen un arma o un impulsor.
Sobre el resto del Universo, pues, hubieron un par de acontecimientos. El primero, de tipo comercial, fue la decisión de MISC de poner a la venta a particulares sus naves serie Hull a un relativo bajo precio durante una semana. La serie Hull es conocida por ser los transportes más comunes y eficientes en el 'verso. Aquella oportunidad me hizo pensar seriamente en adquirir alguno de sus modelos. Los tipos D y E quedaban fuera hasta del alcance de mis aspiraciones, desde luego. Sus 200 y 300 metros de largo permitían una monstruosa capacidad de transporte de carga, algo difícil de llenar por un sólo individuo obviamente. De hecho, se debatió durante un tiempo la posible adquisición de una o varias de estas naves para las operaciones de la organización. Creo que al final se iniciaron los trámites para la inclusión de un par de éstas, pero al final no me enteré muy bien cómo resultó la operación, pues durante esos días estuve en una fiebre de viajes de aquí a allá intentando adquirir la mayor cantidad de créditos posibles. El comprar cualquiera de los otros modelos sería una gran mejora en comparación a trasladar carga usando mi Aurora. No obstante la hermosa ilusión de una nave cargada a tope de materiales o electrónica, aún si adquiriera una debería tener un capital decente para ser capaz de comprar suficientes productos para poder llenarla. Cierto que también podía simplemente transportar carga de otras empresas, pero el beneficio era minúsculo en comparación al riesgo... y el problema era que, para poder transportar el máximo posible, la carga se disponía anclada al eje central de la nave, y claro, quedaba totalmente expuesta. Además, con toda esa masa encima el tratar de maniobrar se convertía en una labor de predicción más que de reacción. Y considerando todos los problemas con piratas que he tenido el ir con una nave más «suculenta» para ellos no parecía ser la mejor decisión. Claro, la posibilidad de obtener más beneficios por carga en bruto parecía una idea bastante agradable, pero me vería casi obligado a disponer siempre de una escolta para evitar posibles problemas durante el viaje. Por otro lado, una nave así está limitada sólo a labores de transporte. Mi pequeña Aurora podía usarse para otros menesteres con las mejoras adecuadas, e incluso sin ellas he podido defenderme relativamente bien de varios ataques. Además, resultaba más fácil pasar desapercibido con una nave tan común como ésta, que tampoco suele transportar cosas demasiado valiosas, y aunque lo haga sería en una cantidad muy reducida, por lo que poco atractivo tiene para los piratas. Pero aún con sus inconvenientes el transporte pesado se veía como una mejora a la compra y venta por menor que hacía ahora. Por las medidas, incluso tan sólo la Hull B podría cargar más que una Freelancer Max, y a una fracción de precio de ésta última.
Estuve meditando la posible compra durante unos tres días. Los créditos comenzaban a sumarse y de hecho ya tenía suficiente para adquirir una Hull A, aunque la que más me llamaba era la B, pues ahí era que se conseguía un verdadero salto en capacidad. Estaba de vuelta de una entrega cuando recibí un mensaje pidiendo ayuda para escoltar una Starfarer de un compañero de organización que tenía que hacer una entrega a un sistema relativamente peligroso. Ahí recordé que mi nave actual me permitía salir de la rutina aceptando trabajos que fueran más allá del transporte. El llevar cosas de un lugar a otro estaba bien pagado, y podía ser hasta una labor tranquila si había suerte, pero mi alma inquieta pronto se aburriría de la rutina, y apostar todos mis créditos en algo que no disfrute del todo a la larga puede que no sea la mejor decisión. Seguiría teniendo en cuenta la nave, sí, pero esperaría a estar más holgado económicamente y a aumentar mi número de contactos antes de arriesgarme a una inversión así de elevada.
Otro acontecimiento de cuidado fue la filtración de una gran cantidad de datos provenientes de un gran número de compañías e incluso archivos de la Fiscalía a la red pública. El suceso se produjo cuando una transmisión procedente de algún informante de la Fiscalía fue interceptada por un grupo de piratas informáticos que debía de estar rastreando el lugar en busca de presas a las que avisar a sus compañeros armados. Dado que en este caso en particular el informante no utilizó técnicas de encriptación avanzadas por asumir que estaba usando un canal seguro, no les costó mucho a los piratas romper la protección y dar con varios enlaces que les permitieron acceder a más de 40 petabytes de archivos de todo tipo. desde diseños de naves prototipo hasta información clasificada de la UEE respecto a los vanduul. La intrusión fue detectada poco después y los enlaces eliminados, pero aún así no fue suficiente para evitar el robo de tal cantidad de datos.
Aunque posiblemente hubiesen podido hacer un buen dinero vendiendo datos de empresas a la competencia, y quizás lo hicieron en parte, decidieron liberar el resto del material para que el público en general pudiera acceder a ellos. Claro, había que tener un mínimo de interés y conocimiento para encontrar el material con un sinnúmero de agentes informáticos eliminando los enlaces y las bases de datos donde subían las copias los piratas.
RSI fue de las empresas más perjudicadas, y con ello la UEE, al ser revelados los planos y un sinnúmero de imágenes y datos del portanaves Bengal, el cual está en proceso de reestructuración para aumentar su eficiencia y capacidades. También se filtraron datos e imágenes de un nuevo caza prototipo y la nueva corbeta que empezaría pronto su producción. Llamó la atención también una nave en particular que parecía ser un modelo nuevo, pero de un tamaño masivo, aún mayor que el Bengal. Además de eso fueron liberados informes de incursiones a territorio vanduul y una gran cantidad de información de inteligencia que la UEE había adquirido a través de aquellas escaramuzas y batallas. Esto incluía en su mayor parte datos de sus naves y tecnología de armas. El comprobar el tamaño de naves como la Kingship aumentó la preocupación de la población en los sistemas fronterizos, causando cierta paranoia en algunos sectores de la población, quienes de golpe se sintieron más vulnerables al darse cuenta la amenaza que representaba esta raza alienígena.
MISC y Aegis también fueron afectadas, pero en menor medida, revelando datos sobre nuevos diseños de naves y posibles actualizaciones en naves actuales. Más que nada información comercial.
Aunque tanto el informante que protagonizó el descuido como el grupo de piratas que efectuó la localización del enlace y el posterior robo y liberación de los datos fueron identificados, no fue de extrañar que los últimos desaparecieran sin dejar rastro. O al menos es lo que sabemos los civiles, aunque seguro que la Fiscalía está de lleno en la labor de búsqueda, ya que es posible que hayan conseguido aún más datos que no hayan sido liberados y puedan ser usados de mala manera.
¿Y en qué me ha afectado todo este desmadre? Pues más que nada que se han multiplicado las revisiones a naves durante este último tiempo. Cierto que seguramente haya sido una Herald la nave usada para adquirir los datos, pero los piratas pudieron haber escapado en cualquier otra. El punto positivo es que he podido disfrutar de varios viajes tranquilos con tanta seguridad añadida dando vueltas por los sistemas interiores y exteriores.

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28 de julio de 2945

Vaya, un par de meses ya han pasado desde mi última bitácora. Supongo que más por dejadez que por otra cosa ya que no han sucedido acontecimientos de importancia ni en el Universo ni en la organización. Claro, siempre van a haber noticias de algún lado, pero por ahora nada que me afecte en demasía, la verdad. Por mi parte sólo me he dedicado a seguir comprando barato y vender menos barato. Electrónica principalmente debido a su relativo pequeño tamaño y valor aceptable. En un par de ocasiones también tuve la oportunidad de transportar unos cuantos contenedores de material en bruto valioso, cuya ganancia me permitió terminar las reparaciones y añadir algo de blindaje al casco de mi nave. Sí, se suponía en un principio que estaría ahorrando para conseguir una nave nueva, pero al final he utilizado buena parte de esos créditos en compras más valiosas, y que al revenderlas me dejen un mayor margen, y en ir actualizando un poco mi nave. Reemplazando piezas viejas, más bien, que falta le hacía. La ligera capa de blindaje añadido me permitirá aguantar un poco mejor sin perder demasiada maniobrabilidad... que ya es bastante baja.
Y sí, al menos por ahora el resultado ha valido el esfuerzo económico: Menos visitas al taller, menos gastos en reparaciones a partir de ese punto, una sensación ligeramente mayor de seguridad, cosa que es importante mantener controlada para evitar descuidos o irresponsabilidades que pudieran llevar a problemas, y en definitiva una entrada mayor de créditos por trabajos sin contratiempos y mejor remunerados. Me ha ido relativamente bien.
Respecto a la organización, cada vez está más organizada, valga la redundancia. La constitución ha recibido pequeños ajustes, pero las medidas a tomar según qué casos han ido aumentando considerablemente. Esto permite tener claro de antemano que acciones realizar y así actuar oportunamente ante cualquier imprevisto y evitar malentendidos entre los miembros. Afortunadamente, todo ha ido en calma desde hace varios meses, sin problemas internos o externos de los que preocuparse, así que tan sólo hemos estado discutiendo cosas sin mayor importancia este último tiempo. Es gracioso, eso sí, el notar que con todas las leyes y decretos esto parece casi un pequeño país por tanta organización, y aunque eso pueda parecer chocar con el espíritu libre de hermandad con la cual se iniciaron los Space Cowboys, la verdad es que hace falta para evitar problemas si luego entra en la organización alguien que no tenga de base los conceptos de amistad, ayuda mutua, compañerismo, justicia y demás. Los que estamos de antes lo tenemos todo claro, pero es necesario un tiempo para conocer a los nuevos y que ellos se adapten si es necesario a nuestra forma de ser. Aunque aún no hemos tenido problemas con ningún nuevo aspirante, es mejor estar preparado para evitar que suceda algo similar a la triste escisión de hace casi un año.
En otra esfera más elevada de cosas, en el Universo se respira un ligero aire de inseguridad últimamente. Quitando el tema de la filtración, del cual ya casi nada se habla, o quizás precisamente por ello, hay una sensación ominosa de inseguridad permanente. El rumor más común es el de un ataque a gran escala de parte de los vanduul. Estos temores, aunque algo justificados en las colonias fronterizas, no dejan de ser una exageración. Riesgo de ataques vanduul, y de piratas ya que estamos, siempre va a haber, pero la posibilidad de que todos aquellos clanes se unan para un ataque conjunto... es una posibilidad mucho más remota. De todos modos, no es la única amenaza. Si en la frontera preocupan los vanduul, en los sistemas interiores preocupan las tensiones entre los habitantes de Terra y la Tierra. Cierto que es improbable un enfrentamiento armado, pero es el posible riesgo de trabas económicas o comerciales por el deseo de Terra de, en cierto modo, liberarse de las ataduras de la Tierra al considerase un planeta con importancia similar o mayor a nuestro mundo de origen, lo que causa inseguridad. Por ahora las discusiones no han pasado de la esfera política, aunque ciertamente los habitantes de ambos planetas, y de otros sistemas también en realidad, han comenzado a tomar posiciones a favor de uno u otro mundo, como si fueran bandos contrarios.
Probablemente por ese mismo sentimiento de inseguridad, o quizás por lo que haya algo de cierto en lo de la amenaza vanduul, o simplemente por una mera maniobra comercial, tanto Aegis como Anvil iniciaron una venta masiva de naves de origen militar para el público civil. Aunque es cierto que estos modelos carecen de equipo de nivel militar siguen siendo naves de combate, extremadamente útiles en labores de escolta o para milicias u organizaciones paramilitares. Cierto, nunca faltará el civil que adquirirá una para su propia seguridad, pero su falta de versatilidad le impediría realizar alguna otra labor que no sea relacionada al combate. Y, aunque hay naves como el «pingüino» Avenger que tienen una pequeña bahía de carga incluída sin dejar de ser ágiles y tener una pegada decente, motivo por el cual también me he estado planteando la adquisición de una de esas, tienden a tener menos capacidad ofensiva que sus contrapartes full-combate.
Al parecer comercialmente les ha ido bien, pues en varias tabernas en las que he estado he escuchado comentarios de gente que orgullosamente describen sus nuevas adquisiciones. Dentro de la organización también hubieron varias compras, aunque algunos esperaban conseguir un destructor, cosa muy poco probable, y después de todo, con más problemas que oportunidades para la organización, pues habría que mantenerlo y protegerlo muy bien, lo cual era factible para una gran organización que se especialice en seguridad o similar, pero no exactamente para nosotros, que tenemos una mentalidad algo más libre, alejada de la rigidez necesaria para estar a cargo de una verdadera nave de guerra. Además, nuestras actividades son bastante variadas y la rama «armada» por decir algo, tampoco es tan grande. Bueno, aunque numerosos, tampoco llegamos a los cientos de integrantes, así que estamos divididos en números pequeños según la labor que hagamos o el trabajo que nos encomienden. Dudo que hubiera suficiente personal para mantener a tope la nave, y además suficientes oportunidades para aprovechar su poder de fuego para compensar el gasto incurrido.
Je, vaya que me he desviado del tema. Y bastante he escrito sin interrupciones. Me queda un par de viajes en velocidad quántum para llegar a destino. ¿Qué más podría escribir?
Ah, pues lo que tenía que escribir originalmente. Resulta que durante el último tiempo corría el rumor de que RSI estaba buscando una manera de compensar la limitación en el tamaño de arma de la serie Aurora potenciando alguna otra característica para de esta forma recuperar algo del terreno que le había arrebatado Consolidated Outland con su gama de naves Mustang. Al final, mediante una actualización del firmware y unos pequeños ajustes, consiguieron desbloquear la velocidad de combate máxima hasta un nuevo tope sin dañar los componentes. La nueva configuración permite una distribución más eficiente de combustible y de la energía procedente de la combustión, dando como resultado una nueva velocidad tope de 170 m/s, lo cual es una muy buena noticia para todos los pilotos de Aurora. Quizás no hayamos recuperado la pegada que teníamos antes, pero al menos ahora no seremos un blanco tan fácil de acertar. En un comunicado por parte de RSI, la empresa instaba a todos los propietarios del «ladrillo volador» (No la llamaron por ese apodo, por cierto) a que llevaran sus naves al concesionario más cercano para efectuar los ajustes necesarios, lo cual tomaría como mucho un par de horas, para permitir el desbloqueo completo a la nueva velocidad máxima, ya que sólo con el firmware se obtendría una ganancia marginal.
Así que ahora piloto una nave algo más rápida. Cierto que no afecta a la velocidad quántum, pero al menos en combate es útil, aunque no he podido comprobarlo dada la relativa tranquilidad de este último tiempo. Bueno, al menos las labores de aproximación a las estaciones son más expeditas ahora y puedo ponerme en marcha más rápido que antes.

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14 de noviembre de 2945

«¡Feliz cumpleaños a mí!» puedo escribir ahora. Aunque suene algo solitario, la verdad es que lo pasamos bastante bien con los colegas en el bar. Curiosamente, este último mes ha estado repleto de festejos de cumpleaños y aniversarios, y la cosa continuará el otro mes igualmente. Ahora que lo menciono, en unos días se celebra un nuevo aniversario del nacimiento de nuestra organización. Jejeje, fiestas no faltarán por un tiempo, lo cual está bien para despejar la mente de los últimos acontecimientos, que no han sido muy agradables que digamos.
Todo comenzó hace poco más de un mes, el 06 de octubre, cuando el sistema Vega fue invadido por una gran fuerza vanduul. Durante la incursión, los vanduul prácticamente redujeron a escombros la ciudad de Nueva Corvo, en el planeta Aremis. Sólo la oportuna llegada de una flota de la UEE capitaneada por el Almirante Bishop impidió que la devastación alcanzara niveles aún mayores. Luego de una ardua batalla, las fuerzas de Bishop consiguieron repeler a los invasores, haciendo que se retiraran a sus sistemas.
Las noticias cayeron como piedra en todos los sistemas civilizados. Vega II estaba continuamente en el centro de atención durante este último tiempo pues, luego de años pidiendo tener una representación en el Senado de la UEE, parecía que finalmente iban a conseguir su objetivo. Que una tragedia así sucediera hizo que ahora los esfuerzos se concentraran en prestar ayuda a los supervivientes y en reconstruir las ciudades arrasadas y la posible representación pasara a un segundo plano. Poco después del ataque se organizaron varias partidas hacia Aremis para entregar víveres y ropa. De nuestra propia organización partió una caravana de Freelancers y Connstellation, con una buena escolta por si acaso, en repetidas ocasiones a entregar ayuda a la gente de Vega. Con mi Aurora no podía hacer mucho, así que ayudé como pude a reunir suministros y algo de crédtos, como todos los que no pudimos ir. Afortunadamente, ya sea por el tamaño de la caravana o por la naturaleza de los viajes, no hubo encuentros con piratas en ninguna de los viajes, cosa curiosa considerando el sector y los sistemas circundantes.
No sólo individuos y organizaciones se dedicaron a ayudar. Empresas establecidas como Cry-Astro ayudaron con donaciones de sumas importantes de créditos, además de descuentos en combustible para las naves que cumplan labor de proveer suministros y ayuda al sistema.
Aunque los civiles comenzamos a movilizarnos inmediatamente, las ramas política y militar de la UEE no se quedaron calmas por mucho tiempo. El mismo almirante Bishop enfrentó al Senado a la realidad de la amenaza de los vanduul, sugiriendo, casi exigiendo, una respuesta contundente: Recuperar los sistemas que antes pertenecían a los humanos de las garras de los 'duul. Aunque aún queda por ver en qué queda todo eso, cierto es que los recientes acontecimientos han servido para unir más a la humanidad en un todo. También resultó ser un duro golpe para la Iniciativa Polo, que buscaba reducir el gasto destinado a las fuerzas armadas. Precisamente por esto y otros detalles es que, entre medio de las voces que claman venganza y muerte a los vanduul, ha surgido cierta tendencia conspiro-paranoica que asegura que todo el ataque fue orquestado desde las sombras por las mismas fuerzas de la UEE. Por descabellado que suene ellos tienen sus argumentos, como lo oportuno del ataque para congelar la iniciativa antes mencionada, el que las fuerzas de Bishop se hayan encontrado tan pronto con el enemigo, y precisamente por esto, que los militares hayan estado preparados con una gran flota lista para el combate mientras en la ciudad sólo se supo de la invasión segundos antes de que ocurriera. Aunque como argumentos tienen algo de peso, la verdad me cuesta creer que la UEE se ataque a sí misma de esa forma... aunque a través de la historia ha habido situaciones así...
Sea como fuere, los habitantes de Aremis necesitaban ayuda, políticas cambiaron de punto de vista y la armada ha conseguido una mayor importancia, incluso aumentando los índices de reclutamiento voluntario. Esos son los hechos por ahora. Lo demás son especulaciones.
Y hablando de especulaciones, esas sensaciones de inseguridad terminaron siendo ciertas. Yo mismo no pude evitar sentirme más temeroso. Aunque una nueva incursión de esas dimensiones en otro sistema era algo poco probable,  después de lo ocurrido en Vega un acontecimiento así se veía mucho más probable que antes. Al final, luego de un par de viajes comerciales, y de mucho pensarlo entre tanto, fui a un concesionario y salí de ahí siendo el propietario de una flamante Aegis Avenger. Mientras la veía no podía quitarme la voz de LifK de Conversaciones en el Espectro, un podcast que suelo escuchar durante los viajes entre sistemas, repitiendo una y otra vez lo confiable que eran las naves de esta marca. Sonreí al ponerme a los mandos del «pinguino», como se le conocía cariñosamente por su diseño y combinación de colores blanco y negro, luego de terminar todo el papeleo y el traspaso posterior a la compra. Aunque tenía su coste, la verdad no me fue tan difícil adquirirla ya que vendí la Aurora LX que había comprado de segunda mano y reacondicionado a un muy buen precio, lo que me permitió, añadiendo unos cuantos miles de créditos, adquirir esta nueva nave. La potencia de fuego no sería muy distinta de mi anterior nave si no fuera por ese cañonaco bajo el morro, que daba la impresión fuera el motivo por el que la nave se curvara hacia abajo. La gran velocidad de disparo y la munición balística podría causar serios daños si acertara una ráfaga completa en un enemigo. Inicialmente tenía mis dudas sobre la resistencia del blindaje, pero por lo que pude comprobar parecía bastante firme. La bodega de carga estaba dentro de la misma nave y la verdad es que incluso con el peso de la carga era más rápida que mi Aurora LN. Consciente como estaba de ello antes de la compra, pedí a uno de mis compañeros que me prestara su Sim-pod para practicar el manejo y así no estrellar la nave nada más salir del concesionario. No obstante, aún con la práctica de un par de días se hacía extraña la sensación al manejarla. La potencia de sus impulsores hacía conseguir una decente velocidad punta, pero además su maniobrabilidad era muy superior a la que tenía mi «ladrillo espacial», por mucha modificación que le hubiera hecho. Con esta nave podría hacer entregas de forma más rápida y segura.
Mientras viajaba de vuelta puse el podcast y no pude evitar una sensación de nostalgia por mi vieja Aurora. Bastante batalla había dado y siempre había conseguido traerme de vuelta a casa. Aunque no tuviera tanta propaganda, sabía que esa nave era de fiar. Seguramente ésta también lo sea, pero no era capaz de imaginar mi hangar sin mi pequeña Aurora en ella.
Bien, supongo que no había problema. El hangar era lo bastante grande para incluir una nave más, y considerando que vendí la Aurora LX que tenía, pues prácticamente habíamos quedado igual en cuanto a espacio. Ahora hacía falta ponerse manos a la obra y revisar posibles oportunidades comerciales que aprovechar con mi nuevo transporte blindado.

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20 de enero de 2946

¡Y un nuevo año ha llegado! He estado bastante ocupado este último tiempo y he dejado esta bitácora de lado entretanto. La mayor parte del tiempo me la pasé viajando de aquí a allá buscando ganarme unos créditos. Eso sí, ha habido una mejora monetaria desde la adquisición del «pingüino». Quizás sea porque es más respetado que una Aurora o quizás sólo debido a que he tenido suerte, pero la cuestión es que la cantidad de emboscadas que he sufrido ha bajado considerablemente, lo que me ha permitido invertir más créditos en mejoras y en adquirir mercancía más valiosa en vez de en reparaciones y misiles. Por supuesto, aunque sean en menor cantidad, una situación así no deja de ser peligrosa. En una ocasión me interceptaron un par de piratas novatos, me imagino, los cuales volaron directamente hacia mí en sus 325 exigiendo que soltara mi carga. Deseoso de probar el armamento nuevo, simplemente desconecté el sistema asistido de vuelo, giré sobre mi eje y prendí los postquemadores en ruta directa de colisión mientras calentaba la gatling. En cuanto comenzó a disparar apoyé la ráfaga con los cañones laterales. El pirata que iba en vanguardia trató de girar, pero la munición balística destrozó la cabina antes siquiera terminaran de caer los escudos. El otro pirata enfiló en sentido contrario, pero al darme la cola pude reventar su motor con una ráfaga bien apuntada, cosa rara de parte mía. Sin la ventaja de su velocidad fue cosa de segundos que los trozos de su nave terminaran golpeando mi escudo al pasar a un costado de él después de acabar otra ráfaga.
La refriega me llenó de confianza... pero también de horror al comprobar lo rápido que se consumía la munición y lo caro que podía llegar a ser escupir tanto plomo, tungsteno o lo que fuera de lo que estuvieran hechos los proyectiles. Tuve suerte de que estos atacantes fueran novatos, o al menos lo suficientemente estúpidos para volar en línea recta facilitándome el acertarles, pero ciertamente debía racionar cuidadosamente las ráfagas, tanto para no quedar sin munición en medio del combate, lo que podría convertirse en un error fatal, como para evitar tener que perder demasiados créditos en munición desperdiciada.
En todo caso, por ahora mis problemas se basaban más en la puntería propia que en lo mucho que pudiera mantener presionado el dedo en el gatillo. Y es que ahora ya no disparo en ráfagas, sino en descargas. Y no porque haya cambiado el arma del morro... ¡sino porque he cambiado de nave! Sí, en un concurso promocional de RSI me adjudiqué el tercer premio, equivalente a cincuenta mil creditos. Aunque lo ético hubiese sido adquirir una nave de la propia RSI, la verdad es que tanto una Constellation como una Orión quedaban muy lejos de esos 50000 UEC. Sin embargo, durante la entrega del premio hablé maravillas de la Aurora (Y por supuesto llegué al lugar en mi querida LN), con lo que al menos les devolví la mano en publicidad.
Mencioné antes que no adquirí una nave RSI por la falta de presupuesto, aún considerando el dinero del premio, por lo que decidí vender mi Avenger. Me fue relativamente fácil, ya que aún incluía el seguro de base, lo que mostraba el poco uso que se le había dado. Y aunque ya había tenido un par de enfrentamientos (En el segundo una patrulla de la UEE que pasaba cerca vino en respuesta a la señal de emergencia que emití, ahuyentando a los piratas) la verdad es que salí de ambos completamente intacto, así que también podía decir que no había visto batalla aún. Dado que me preocupé de hacer mantención a las armas luego de usarlas prácticamente estaban nuevas. Al final saqué con la nave casi tanto dinero como me había costado, regateando un poco... un poco mucho. Me vi en la necesidad de aludir a los sentimientos, inventando que tenía que vender la nave para ayudar a pagar el tratamiento de un familiar cuya nave había sido destruída y otros cuentos.
Al final de todo, juntando ese dinero más el premio y lo que había conseguido reunir en todo mi tiempo como mercader me dejó en una cifra bastante elevada. Sin embargo, aunque era suficiente para lo que tenía pensado, me faltarían recursos para equiparla. Así que pedí algo de dinero a unos amigos de la organización. Von Carrahan en especial me ayudó con casi la totalidad de lo que requería y así raudo... bueno, raudo, raudo... digamos tan sólo que me dirigí con mi Aurora sin mayores apuros hacia una concesionaria de MISC en donde sabía que estaban haciendo un pequeño descuento a su gama de Freelancers en venta. ¡Sí! Ahora soy el feliz propietario de una versátil y amplia Freelancer. El vendedor me dejó inpeccionarla mientras me contaba todas sus bondades. Aunque trataba de mantener una cara de póker, mi felicidad por poder adquirir una nueva nave me podía. Consciente de ello, supongo, el vendedor se deshizo en halagos sobre la nave y en no escatimar en detalles cada vez que le preguntaba sobre alguna característica. No me tragaba las exageraciones típicas de concesionario, pero los datos duros me interesaron mucho. Le consulté sobre la variante MAX, que es símbolo de un buen comerciante junto a la serie Hull, aunque ésta sea más para un comerciante dedicado. El pensar en especializarme hizo decantarme por la Freelancer base para aprovechar su versatilidad, le dije. La verdad es que aunque quisiera no tenía créditos suficientes para adquirir la MAX, pero... el paso de transportar en una Avenger o Aurora a una Freelancer era realmente un gran salto. Con casi el cuádruple de espacio de carga realmente podía hacer mucho más dinero por viaje. Cierto es que ya empezaba a cogerle el truquillo al transporte de artículos pequeños de valor elevado, pero bien podía hacer lo mismo aquí, pero a una escala mayor. O rellenar el resto de la bahía de carga con artículos no tan valiosos... De hecho el transporte de material en bruto ya podía tomarse más en cuenta. Aunque lo practicaba en ocasiones, y en especial durante mis primeros meses con la Aurora, si no se transporta una carga grande las ganancias son ínfimas. Ahora podía permitirme transportar material sin mucho margen confiando en que el volumen extra me diera unos beneficios decentes. Bastantes oportunidades me abría mi nueva adquisición.
Sin embargo, no debía olvidar que toda moneda tiene dos caras. Una Freelancer es mucho más apetecible a los ojos de un pirata. Aunque sin ser escasas, el número de éstas no era tan grande como la de naves más pequeñas como la Aurora, por lo que ya no sería tan fácil pasar desapercibido si me venían siguiendo por cualquier motivo. Además debía añadir el tema de que los motores, al ser más potentes, irradiaban mucho más calor. La planta de energía hacía lo propio con la radiación electromagnética, por lo que mantener un bajo perfil en la profundidad del espacio se hacía más complicado igualmente.
En cuanto salí de la órbita del planeta comencé a practicar distintos movimientos para cogerle el pulso a su inercia, capacidad de giro y maniobra. La verdad se notaba mucho más pesada de mover comparada con la Avenger, pero habiendo pilotado una Aurora por tanto tiempo la verdad no se sentía tan mal. Defensivamente la nave se veía sólida, con un casco grueso y firme. Ofensivamente, además de la torreta trasera que me obligaría a contratar a alguien para manejarla y que de paso me ayude con la carga y descarga, tenía una buena cantidad de misiles un total de cuatro enormes cañones laterales. Puede que por los lados y el vientre sea algo vulnerable, pero si alguien se ponía delante saldría hecho pedazos por la potencia de la munición balística o el impacto de alguno de los misiles pesados. Quizás no dispare en ráfagas, pero el grueso calibre y con una munición adecuada podría causar estragos con tan sólo un par de impactos directos en una nave menor. Realmente tendré que practicar más mi puntería para no perder la ventaja que me otorgaban los cañones, que el que fueran móviles se agradecía en comparación a tener que mover la nave entera para apuntar como lo hacía antes.
Descargué desde mi mobiglass mi lista de clientes habituales en la base de datos de la computadora de la nave y comencé a comprobar las ofertas en los sistemas cercanos. Antes de despegar, estuve durante un par de horas revisando y aprendiendo el sistema de interfaz de MISC. Aunque no era tan distinto del usado por RSI, esta nave disponía de una buena cantidad de aplicaciones extra para comercio y exploración que debía aprender para sacarle el máximo partido.
Luego de comprobar un par de rutas de compra y venta y decidir el plan de vuelo prendí el motor cuántico y me dispuse a comenzar a hacer créditos de inmediato. Ya había sacado varias fotos para el recuerdo a la nave nueva. Ahora tocaba ponerla a trabajar.

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25 de marzo de 2946

¡Vuelta a escribir algo después de tanto tiempo con la bitácora apagada!

La verdad es que me ha ido bastante bien últimamente. La mayoría de los viajes han sido tranquilos y las ganancias por trayecto han aumentado considerablemente. Cierto que los gastos derivados del combustible y los impuestos por atraque han aumentado bastante dado el tamaño de la nave, y de que en varias ocasiones me he visto en la obligación de contratar escoltas al tener que cruzar algún sector poco seguro, pero aún así el mayor volumen de carga ha permitido que los beneficios se mantengan en alza.
Como suponía, los créditos restantes después de la compra fueron insuficientes para llenar de cargamento la nave, así que la primera semana solía viajar con la bodega de carga medio vacía, lo que tampoco era tan malo pues ahorraba combustible al no tener que forzar los motores para mover tanta masa y... Vale, hubiese preferido que la nave estuviese llena hasta arriba, pero siempre los créditos eran los limitantes. De vez en cuando hago viajes con la bahía llena, aunque suele ser material en bruto. Sin embargo, aunque sólo sea por volumen, el completar con éxito tantos pedidos ha ayudado a mi reputación, y de a poco comienzo a recibir mensajes privados de algunas empresas pidiendo el transporte o la venta de suministros específicos. He procurado aceptar sólo los que estén dentro de mi alcance, tanto operativo como de presupuesto, y que ha sido la mayoría, afortunadamente, para evitar dañar esa reputación que me ha costado tanto ganar. Eso sí, gracias a estas oportunidades he aprovechado de incluir a compañeros de la organización que se encuentren relativamente cerca en los pedidos más grandes. Así mejoramos tanto la reputación comercial propia como la del clan, además de ayudarnos mutuamente a conseguir más créditos con los que mejorar nuestras naves o adquirir carga más valiosa. con las que obtener ganancias más sustanciosas.
Hablando de mejoras, a finales de febrero se dio a conocer los resultados de un esfuerzo simultáneo de las principales compañías ensambladoras de optimizar el desempeño de los motores de sus naves. Hubo una gran revuelta mediática ya que, aunque algunos modelos consiguieron agradables mejoras en su velocidad punta, otros debieron ser limitados al descubrirse que estaban operando sobre el límite de seguridad. En lo que a mí respecta, me alegró saber que tanto la velocidad de combate como la de crucero aumentó en el modelo Aurora LN, pasando de 175 a 180m/s en combate y a 530m/s en modo crucero. Con la Freelancer ocurrió un intercambio: La velocidad de combate subió a 170m/s, lo que la dejaba a casi la misma velocidad que tenía antes la serie Aurora. Esta mejora no deja de ser interesante si consideramos la diferencia de masa entre ambas naves. Por desgracia, la velocidad punta en modo crucero fue rebajada a tan sólo 505 m/s. Hubo una polémica de cuidado en este punto, pues la velocidad crucero es algo importante para un comerciante, tanto para llegar a tiempo a cumplir con los encargos como para estar menos tiempo en el espacio, vulnerable a ataques piratas o vanduul. Ver que nuestra nave era limitada no hacía ninguna gracia a la mayoría de los comerciantes y transportistas. Se reconoció desde MISC que se estaba forzando demasiado la tecnología Xi'an de los impulsores y el motor cuántico, lo cual reducía su tiempo de vida y arriesgaba fallos por sobreesfuerzo del sistema. Como consolación, MISC se comprometió en el mismo comunicado a seguir haciendo ingeniería tanto a sus motores e impulsores como plantas de poder buscando como recuperar, o incluso superar la anterior velocidad. Yo no me tragaba esos discursos típicos de empresario. Ciertamente estarían trabajando en ello, pues una mejora les otorgaría publicidad, pero nada garantizaba que lo fueran a conseguir.
Aunque el aumento de velocidad en la serie de naves Aurora era una sorpresa agradable, a estas alturas ya no dependía de mi LN. Cierto era que en ocasiones asistía con ella actuando como escolta ligera en alguna misión de transporte importante de la organización, como cuando se hacían viajes en caravanas de naves para satisfacer una alta demanda de un producto en un lugar específico o aprovechando alguna buena oportunidad comercial entre todos. Yo prefería hacer labores de carga, pero cuando se daba el caso de un pedido con cantidad limitada o que yo no tuviera al alcance operativo el producto, pues asumía la labor de escolta.
Y en eso se me ha ido el tiempo últimamente. Buscando conseguir más créditos para reforzar tanto mi nave como mi reputación haciendo buenos trabajos. En otros asuntos, la situación ha estado relativamente tranquila en territorio de la UEE. La ayuda a Aremis ha continuado, aunque quizás a un nivel un poco menor a medida que iba pasando el tiempo, pero las labores de reconstrucción van a velocidad decente. La situación parece haber mejorado bastante en Vega II considerando el estado en que quedaron los asentamientos. Aunque una gran cantidad de residentes prefirieron abandonar sus hogares en busca de un lugar más seguro para vivir, la gran mayoría decidió quedarse, ya sea por falta de fondos o para no dejar atrás lo que habían levantado con tanto esfuerzo. Gracias a aquellos que decidieron reconstruir lo que habían arrasado los vanduuls, y a todos aquellos que habíamos ayudado en mayor o menor medida a los civiles, lentamente Aremis se estaba poniendo de pie nuevamente. La situación de optimismo, forzado según algunos, se veía en todas partes, aunque no sin un dejo de preocupación por una posible nueva incursión de los 'duuls. Nunca faltaba quien animaba a los demás recordando la «paliza» que recibieron los alienígenas y cómo las fuerzas de Bishop los hicieron huir hacia sus sistemas. Sin embargo, en el fondo no podían dejar de preguntarse qué pasaría si atacaran en un momento en que hubiera un número bajo de naves de la UEE en órbita.
Aún a pesar de las dudas, del dolor y de las pérdidas que ha traído esta tragedia, la Asociación de Operarios de Carga decidió que las Cargolimpiadas de este año se realizarían igualmente. Hace unas semanas la Asociación había anunciado su cancelación debido a los terribles acontecimientos acaecidos durante la incursión Vanduul en el sistema Vega, pero luego de recibir innumerables muestras de apoyo y peticiones aduciendo que no había que dejar de «celebrar la humanidad» cancelando un evento como éste, finalmente aceptaron las razones y decidieron hacer de todas formas el evento, tanto por esos motivos como para inyectarle una dosis muy necesaria de turismo, y por ende de créditos, al sistema Vega. Para este año se está remodelando una antigua instalación para mercancías para convertirla en un estadio. Debido a que el antiguo campeón, Terri Santos, falleció durante el ataque, el edificio contará con una escultura en su memoria.
Francamente, siempre estuve interesado en esta competencia. Incluso me imaginaba participando en ella mientras transportaba carga en mi Aurora LN. Con mi nueva nave, el ser un participante más ya no parecía tanto un sueño, pero la verdad era que no estaba preparado. Para empezar, sólo en escasas ocasiones he conseguido llenar la nave, así que experiencia me falta en esto. Tampoco he instalado mejoras adecuadas para acelerar la velocidad de carga y descarga, o incluso los motores para llegar más rápido a destino. Quizás lo mejor sería simplemente observar atentamente la competencia de este año, aprendiendo de los participantes las formas más eficientes de carga y descarga al igual que las mejores maniobras de aterrizaje y despegue. Quizás hasta de vuelo, considerando que este año habrá una ruta de transporte, por lo que observar cuidadosamente esta competencia podría usar sevir como un curso acelerado de eficiencia transportista.

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30 de marzo de 2946

Bueno, bueno. Esta vez no me espacié mucho que digamos entre una entrada y otra. Supongo que eso es bueno, en especial considerando las novedades, que han sido positivas, aunque me temo que dado el poco tiempo que ha pasado el texto no será muy largo. Supongo que debería empezar con la nueva victoria de la UEE contra los vanduul, esta vez en el sistema Oberón. A diferencia de las escaramuzas ocurridas después de la catástrofe de Aremis, en esta ocasión participó el 65° Grupo de combate, al mando del almirante Bishop. Sip, al final se ha decidido emprender acciones contra los vanduul, más allá de simplemente vigilar zonas.
Sin embargo, más allá de ello, lo que más llamó la atención fue la confirmación de un rumor que corría hace un tiempo sobre una nave colosal que estaba siendo construída en secreto por la UEE, la Retribution. De ella se decían infinidad de cosas: Que era más grande que un Bengal, que sus escudos eran tan potentes que podría resistir múltiples impactos de torpedos de antimateria y que poseía un cañón de riel lo suficientemente grande como para disparar Auroras. Aunque todo parecía ser más delirios de quien contaba la historia que otra cosa, la posibilidad de que una nave pudiera disparar Auroras a altas velocidades me aterraba un poco. Por un lado me parecía de muy mal gusto usar una nave con un diseño clásico como simple munición, pero también sabía de primera mano la resistencia de su estructura, y en especial de su cabina. El impacto de una Aurora con otra nave solía terminar en desastre... para la otra nave. Cierto que los barrotes de metal de la Aurora se doblaban y los cristales se agrietaban, pero por lo general la otra nave terminaba con el casco hundido, si no perforado, y en ocasiones el impacto terminaba causando una serie de fallos que culminaba causando la explosión de la planta de poder u otro componente sensible de la nave, inutilizándola si no destruyéndola completamente. Disparar una Aurora a altísimas velocidades quizás pudiera perforar de lado a lado una Kingship... ¡O quizás hasta un planeta!
Ehmm, la noticia consiguió traer mi imaginación de vuelta a tierra. Bueno, la verdad es que sólo confirmó un par de cosas: la existencia del Retribution y que era una nave potente. La flotaa vanduul, que se consideró parte de un clan mediano, intentaba atacar una segunda vez el sistema Oberón, que ya había sido asediado anteriormente causando la pérdida de miles de vidas. Como las fuerzas de la UEE ya habían recibido información de un posible ataque, el almirante Bishop había ordenado que una pequeña fuerza de ataque rastreara el área. Al encontrarse con los 'duul, esta fuerza ganó tiempo para que el UEES Retribution pudiera entrar a escena, donde, según informó el almirante Cedric Cochran, ayudó a barrer con los invasores.
La verdad que, considerando que la fuerza vanduul no era demasiado grande, la victoria parece tener un poco menos de importancia. De todos modos, sigue siendo una victoria y de paso salvó al sistema Oberón de una nueva masacre de civiles. Por parte de las fuerzas de la UEE, pudieron probar su nueva nave, y aunque los detalles sigan siendo un misterio para el pueblo, seguro Bishop ya tiene planes para ella. Y todo apunta a un posible intento de recuperación de los antiguos sistemas de la UEE Virgil, Tiber y Calibán, que curiosamente todos tienen puntos de salto desde Oberón. Al parecer ya tienen pensada la nueva línea de batalla y las cosas seguro van a caldearse más y más si al final la UEE decide ir al ataque definitivamente y recuperar los sistemas, o más ambiciosos, tomar otros mundos bajo control vanduul.
Sea como fuere, eso es algo que nos queda un poco lejos. Como novedad más personal decir que pude coincidir con Txibi en el hangar de la organización. Él volvía de otro de sus viajes de reaprovisionamiento del bar mientras yo lo hacía de una temporada fuera comerciando aquí y allá. En tono de broma le pregunté si podía visitar la gloriosa nave que hacía posible que nuestras jarras estén siempre llenas. Unos compañeros más siguieron la broma y se añadieron a la petición. Curiosamente, Txibi pensó que iba en serio y aceptó. Nos quedamos mirando por un momento antes de reir ante lo ocurrido.

Poco rato después estábamos bajando por uno de los ascensores que conducían a los hangares. No pudimos evitar llevarnos una sorpresa en cuanto se abrieron las puertas y más de uno soltó un silbido de admiración. El hangar Revel & York se veía aún más grande de lo que pensamos en un principio. La verdad, no nos habíamos puesto a pensar, o al menos yo no lo había hecho, qué marca de hangar tendría Txibi, así que, al menos para mí, fue una sorpresa mayor. Como suponíamos, tenía habilitadas varias secciones para poder albergar todas sus naves. Txibi nos invitó a subir por uno de los ascensores que nos llevaba a la planta superior, desde donde podíamos tener una mejor vista. Dejé salir una ligera sonrisa mientras subíamos. Yo estaba dichoso cuando finalmente pude arrendar un espacio de hangar Aeroview para celebrar la adquisición de mi nueva Freelancer. El cambio desde el metal estructural a la vista al cristal y a terminaciones más trabajadas realmente había sido enorme, y me sentía orgulloso y satisfecho a la vez, pero ver esto... Esto sí que era lujo: Adernos de fina madera en las paredes y pasillos, cristales tintados tanto en en suelo de los pasillos laterales como en las barandas en éstos; plantas traídas desde la Tierra, Terra e incluso un par de ejemplares Xi'an, bien protegidos éstos últimos en sus cúpulas para mantener las condiciones ideales para su crecimiento. Y por supuesto, todo el lugar saturado de luz. Focos y luces por todos lados acentuando lo inmaculado del lugar. Vistas desde lo alto, las Auroras daban una sensación de pequeñez  extrema en comparación al tamaño del hangar, aunque sabía que estando al lado de una esa impresión se desvanecía parcialmente. A un costado, estacionados frente a una de las paredes laterales, pude ver dos buggies. Sonreí al pensar en lo innecesario que me parecía cuando tenía el hangar Selfland y tan sólo mi LN. Y ahora en ocasiones me iba planteando la adquisición de uno al tener una nueva bahía para la Freelancer. Aunque la distancia no era tanta, ya empezaba a hacerse molesto el caminar los... ¿cuarenta, cincuenta metros extra? No sé en realidad. El tema fue que al final tuve que acomodar la Freelancer en el hangar principal y trasladar mi Aurora LN al lateral para acelerar los procesos de carga, descarga y mantención. Aunque siguiera utilizando ambas naves, por tema volumen me era más conveniente facilitar el proceso en la más grande Freelancer, por mucho que me doliera relegar mi vieja Aurora a un puesto secundario.
Al notar que el grupo se alejaba disipé mis pensamientos y me reuní con mis compañeros. Txibi nos relataba los inicios del Emporio Palma Llameante mientras hacíamos el recorrido por la parte alta de su hangar. Cuando llegamos a la Starfarer no pudimos evitar sorprendernos al darnos cuenta que fue necesaria una ampliación del tamaño estándar de las bahías del hangar para que cupiese. Cierto que ya habíamos visto en vuelo a La Sangre de Thor en alguna misión de escolta o de búsqueda, pero desde esta posición elevada y comparada con las otras naves y el mismo hangar, daba una sensación de enormidad poco común, al menos para los que estábamos acostumbrados a pilotar naves monotripuladas solamente.
Txibi nos invitó a bajar por el ascensor del otro extremo para darle una vista más cercana, así que eso hicimos. Realmente, al estar de pie al lado de sus patas, uno se sentía insignificante por el tamaño de... todo. Desde las bases donde se apoyaba en el suelo hasta los inmensos contenedores, de los cuales se estaba descargando el combustible por los de un lado y la cerveza por los del otro. Cierto que ya había visto ésta y otras naves mayores orbitando alrededor de una estación o planeta, pero ésta la primera vez que veía una tan cerca.
Uno de los compañeros preguntó si podía entrar a mirar el interior, pero Txibi pidió que esperáramos hasta que terminara el proceso de descarga, así que por mientras nos dedicamos a rodear la nave, admirando su exterior. El estilo MISC se notaba fuertemente en esta nave también. No sólo por las líneas más suaves, pero firmes, sino también por esos pedazos de cañones que traía al frente. Siempre tuve la sensación con la Freelancer que sus armas estaban diseñadas como la nave estuviera diciendo "¡Apartaos de mi camino!", y aquí esa sensación no era diferente. Probablemente hasta un Hornet fuera reducido a chatarra espacial luego de recibir un par de tiros directos. Aunque sin misiles, algo entendible considerando la carga que transporta, esas torretas podrían ganar tiempo en caso de ataques enemigos. Y sí, por desgracia ese era el problema con las naves de MISC: Si el enemigo se ponía en frente lo más probable era que volara en pedazos segundos después, pero desde los otros ángulos no había mucha defensa. Bueno, a fin de cuentas no son naves militares, así que estaba bien para lo que correspondía a su labor, que es llegar a su destino con la carga que transporten.

Luego de un rato Txibi nos avisó de que había terminado el proceso de descarga y podíamos entrar a echar un vistazo. Miré de reojo el informe para comprobar que no se haya equivocado de depósito como la última vez, pero todo parecía estar bien. Txibi activó el control manual de la bodega de carga en la popa de la nave y las puertas comenzaron a abrirse. Más de uno se llevó un susto cuando la rampa en lo alto proyectó una sombra a los desprevenidos que se habían ubicado directamente bajo ella. Afortunadamente, aparte del susto y unas cuantas risas la cosa no pasó a mayores. Subimos por la rampa, que disponía de barandas, las que me parecieron un tanto innecesarias dado el ancho de la entrada, pero considerando la altura supongo que era mejor asegurarse. Txibi nos comentó que la bodega de carga podía almacenar más de tres mil CU, bastante considerando que eso no incluía los tanques de combustible y cerveza. Al consultarle por más características, Txibi accedió a darnos un tour por la nave.
Gracioso aunque previsible, hasta los pasillos laterales desprendían ese toque MISC tipo industrial inmaculado. Y menciono una y otra vez esto porque prácticamente no había lugar que mirara y no pudiera encontrar el logo o las siglas MISC, ya sea en los escalones o en las planchas de metal.
Un detalle que me gustó fue que las paredes de los pasillos, y en ocasiones en el suelo mismo, se indicaba perfectamente las direcciones a las distintas secciones de la nave, cosa que se vería lo importante que era más adelante, cuando empezáramos a comprender el tamaño de la nave. Agradable fue comprobar también la buena iluminación del lugar. Quitando la bodega de carga, no del todo iluminada debido a su altura, el resto de la nave sí que gozaba de abundante luz.
Luego de dar un par de vueltas terminamos en la parte superior trasera, sobre los contenedores de fuel y cerveza. Txibi nos dio una explicación rápida del proceso y, visto desde tan cerca, los depósitos parecían incluso más grandes. No extrañaba que pudiera mantener la taberna aprovisionada, aunque igual sorprendía que pudiéramos vaciarla tan rápido. Luego de la vista subimos por unos elevadores laterales y fuimos hacia la sala del generador de gravedad. Nunca me molesté en comprobar el tamaño del generador de mi Aurora, y menos del de la Freelancer, ya que nunca necesitaron reparación, pero éste sí que era enorme, como de cuatro metros de diámetro. Interesante fue ver luego las cápsulas de escape: Suficientes para toda la tripulación, y bien distribuídos para asegurarse que todos puedan huír. Bueno, quizás los de las torretas tengan más problemas, nos aclaró Txibi, aduciendo a la gran distancia que tendrían que correr para alcanzar las cápsulas. Al menos era un pasillo recto en su mayor parte, así que oportunidades igual tenían, aunque quizás un poco menos que el resto de la tripulación. O quizás más si la causa de la evacuación era falla en los motores o algo así, pues las torretas se encontraban bastante alejadas del centro de la nave. Como fuera, muy conveniente toda la disposición, si se mira globalmente.
Luego de dar vueltas y más vueltas y subir y bajar escaleras, terminé perdido al quedarme un rato observando el sistema del motor mientras el resto del grupo avanzaba. Durante unos momentos me quedé quieto por si escuchaba por dónde andaban, pero apenas podía oír ecos lejanos. Considerando la cantidad de pasillos, escaleras y ascensores, tampoco eso me serviría, así que me decidí a buscar la salida por mi cuenta. Después de todo, en los pasillos estaban indicadas las direcciones. ¿Qué tan difícil podía ser?

Pues resultó más complicado de lo que parecía. Aunque habían varias indicaciones, sin saber a dónde llevaba cada una sólo estuve dando vueltas y vueltas por todos lados. Pude ver la cabina, bastante amplia, en especial comparándola con la de la Freelancer, y eso que ambas tienen espacio para cuatro tripulantes. Bueno, Cuatro más el capitán en el caso de la Starfarer, pero realmente la cabina era espaciosa. Para variar, siendo MISC, no había una visual muy buena hacia afuera con esos ventanales tan delgados, pero mejor así. Menos superficie que se pueda quebrar, ya que supongo que no usarán el mismo material cuasi-indestructible que utiliza RSI en las Auroras. Al menos en la sala detrás de la cabina habían seis cápsulas de escape en los costados, así que en caso de emergencia una posible evacuación puede ser muy expedita.
Estuve casi una hora correteando de aquí y allá, subiendo escaleras y bajando por elevadores, pasando por pequeños pasillos de mantención, las torretas y revisitando una y otra vez la sala de máquinas, de gravedad o la cabina. Recordaba que habíamos entrado por la bodega de carga, así que me concentré en tratar de encontrarla... pero luego de media hora terminé en la habitación del capitán. Francamente, me sentía un poco avergonzado al haberme perdido dentro de una nave... Cierto que también terminé perdido las primeras ocasiones en que entré a la base asteroide y luego en la planetaria de la organización, ¿pero dentro de una nave?
Algo frustrado, saqué un par de paquetes de galletas de uno de los estantes de comedor mientras pensaba qué iba a hacer. El lugar se veía bastante limpio, la cocina estaba aprovisionada y la sala del capitán también era muy amplia. Mucho espacio libre en las salas, aunque era entendible en el comedor. Sin mucho más que hacer me puse a escribir esta bitácora en mi mobiglass y... vaya, salió más largo de lo que creí en un principio... Como sea, al menos tengo suministros para bastante tiempo, y con un poco de suerte aún quedará cerveza, o quizás agua en los contenedores, por lo que podría sobrevivir un tiempo aquí. Como ya estaba haciéndose tarde y estaba cansado, me tiré sobre la cama y me tapé con la mantita espacial mientras termino de escribir esto. Ojalá mañana pueda encontrar la salida, o quizás alguien me encuentre a mí, pero por ahora creo que voy a dormir un rato.

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05 de mayo de 2946

Y... nuevamente ha pasado un tiempo desde mi última entrada. Las cosas volvieron a normalizarse por aquí. Continúo en labores de transporte y compra y venta, juntando unos créditos para hacer alguna mejora a la nave o para pagar la munición que me he visto obligado a gastar en un par de ocasiones. En la primera afortunadamente venía de vuelta con la bodega de carga medio vacía, aunque al darse cuenta los piratas pijos (iban en un par de 300i) exigieron un peaje en créditos. Como no andaba muy de buenas por no haber pillado buenos precios durante los últimos días, les respondí que entonces simplemente pasaría por otro lado, cosa que previsiblemente no gustó a los malhechores. Raudos comenzaron a perseguirme, a lo que traté de perderlos viajando a velocidad de crucero. Como temía, no podía competir en velocidad con un par de 300s, así que luego de unos segundos detuve la marcha y lentamente dejé que la nave perdiera velocidad. El escudo aguantó muy bien el impacto de las armas láser, por lo que me alegré de que haya decidido mejorar ese componente en vez de los motores en la última revisión. Lentamente las 300 comenzaron a ubicarse a mis flancos, y cuando la nave iba casi a 50m/s, activé los postquemadores y ejecuté un viraje violento hacia babor, pillando por sorpresa al pirata. Rápidamente fijé al objetivo como blanco para mis misiles al tiempo que disparaba mis Kroneg FL33. Esa fue la señal para que el artillero de cola abriera fuego igualmente contra la otra nave. La munición balística de mis cañones penetró sin problemas los escudos y causó daño severo a una de las alas del enemigo a babor, además de provocar enormes agujeros en el casco. Por su parte, el fuego de la torreta trasera sólo hizo brillar intensamente los escudos de la otra 300i, la cual viró para alejarse del radio de acción de los cañones láser. Su compañero intentó hacer lo mismo, pero los impactos habían dañado un par de impulsores, por lo que su nave sólo hizo un giro torpe. Una segunda descarga de mis FL33 hizo prender fuego a uno de los motores. En eso sonó la señal de misil fijado y dejé volar el Marksman III. Estando a tan corta distancia, y con el motor en llamas, la bengala que lanzó fue totalmente inútil. El potente impacto inutilizó por completo los escudos, permitiéndome con una tercera descarga, hacer pedazos esa pija nave que había sido llevada al lado oscuro.
Mientras, el otro pirata había virado para enfrentarme nuevamente, pero al ver a su compañero volar en pedazos, dudó. Eso me dio tiempo a terminar de girar mi nave y encararlo con mis torretas laterales y comenzar a fijar un par de misiles Marksman II sobre él. El pirata entonces desistió y dio la vuelta, activando sus escudos uno de mis proyectiles balísticos, aunque sin acertar a la nave. Mientras se retiraba tuve tiempo de disparar tres descargas más, acertando unos cuantos tiros en la cola y las alas, aunque sin causar demasiado daño. Ya estando fuera de mi alcance felicité al artillero que había contratado y luego comprobé en los radares que no hubiera más hostiles cerca para entonces activar rápidamente el motor cuántico hacia mi destino original.
La segunda ocasión fue algo más peligrosa. El grupo de piratas estaba compuesto de dos hornets y tres 325 además de una cutlass. Afortunadamente, en aquella ocasión habíamos contratado escolta, en plural porque fue una operación conjunta de varios miembros del clan en plan caravana para aprovechar un buen dato que nos habían dado. Para evitar arriesgar la carga, se nos ordenó continuar la marcha a toda velocidad mientras la escolta ganaba tiempo. Aún yendo a velocidad de crucero nos esforzábamos en realizar aleatorias maniobras evasivas, arriesgando casi el chocar unos contra otros. Los artilleros disparaban furiosamente a los persecutores y en cuanto algunos misiles volaban hacia nosotros una lluvia de bengalas y una nube de chaff liberábamos al espacio entre todos los cargueros. Aunque el combate fue encarnizado, la pericia de nuestros pilotos permitió que todos volvieran con vida, aunque sus naves hayan sufrido daños de diversa gravedad. De los piratas en tanto no quedó ninguno con vida, por lo que la escolta se ganó una buena celebración en la taberna más cercana a nuestro punto de aterrizaje.

Ah, cierto. La vez pasada terminé la bitácora perdido en la Starfarer de Txibi. Fue un poco bochornoso, en especial cuando me encontraron durmiendo en pleno vuelo hacia una de las locaciones en donde iban a vender parte de la carga. Aunque no tuvieron mayor problema conmigo durante el viaje, sí que fue algo incómoda la situación. Al final les pedí que me dejaran en aquella estación y que yo me las arreglaría para volver desde ahí. Buscando transporte de vuelta a casa encontré una oferta de trabajo de artillero, que coincidentemente terminaba en el mismo planeta a donde iba. Aunque no tenía gran experiencia de artillero como tal, la ruta no era peligrosa, y ya que no querían esperar más tiempo por alguien más capacitado, me aceptaron. Fue una situación interesante, ya que me ahorré el pasaje y conseguí algo de reputación y un dinerillo extra, que aunque no fuera mucho igual sumaba.

Pasando a otros temas, llamó ampliamente la atención entre la gente del Imperio que hace unos días, durante las elecciones para senador de la UEE, se dio a conocer la noticia que por primera vez un tevarin había conseguido un escaño. El ahora electo senador Suj Kossi, de Jalan, ganó las votaciones manteniendo una posición firme a favor de realizar acciones agresivas en contra de los vanduul, apoyando férreamente la estrategia del almirante Bishop. También apuntaba a una mayor participación de los tevarin en la sociedad de la UEE, motivando a su gente a alistarse en las fuerzas armadas y en ser un aporte al imperio en vez de sólo esperar a recibir beneficios. Y claro, también abogaba por la defensa del medioambiente de su planeta. No dejaba de resultar cuanto menos interesante este suceso, pues podría servir de inicio a una mayor notoriedad de los tevarin en la vida pública, como espera Kossi. Personalmente... aunque pueda considerarse peligroso darle poder a los tevarin dado lo ocurrido en el pasado, la verdad es que resulta mejor que sean una fuerza que ayude a la UEE en vez de un peso. Y quizás con esto también se reduzca esa mala fama que tienen de que si ves un tevarin lo más probable es que sea un delincuente. Es una buena oportunidad la que les han dado. Ojalá vaya todo por el buen camino.
Quitando el curioso resultado de las elecciones en Jalan, también hubo otra novedad, aunque esta vez en el marco comercial. MISC anunció hace un par de semanas la salida al mercado civil de la nueva versión de su nave minera monoplaza Prospector. El que ahora den facilidades de acceso al público civil, como antes hicieran con la Hull, abría nuevas oportunidades. Medité durante un par de horas la posibilidad de ampliar mis actividades y dedicarme a la minería. La capacidad de la Prospector de aterrizar incluso en planetas podría resultar bastante útil. Además, con la nueva inclusión de los contenedores retráctiles podía duplicar o quizás triplicar la cantidad de mineral extraído antes de tener que reaprovisionarse. Cierto era que de todos modos haría falta algo de transporte para no estar yendo con la nave de aquí a allá constantemente, así que decidí llamar a mi hermano, que tiene un local de arriendo de Auroras en ArcCorp, y le hablé sobre mis planes de minería. Él, calmo como siempre, me bajó de la nube que me había creado haciéndome dar cuenta que la minería, para conseguir que sea una actividad realmente provechosa, necesitaría de un número mayor de trabajadores para las labores de logística como exploración, para así trabajar sólo las mejores vetas, transporte, para reducir el tiempo que la nave minera no esté minando y, dado el tamaño de la operación, una buena escolta para evitar lamentos posteriores. Visto desde ese punto de vista, no había mucha diferencia con trabajar con una Orión. «Y para tí, que puedes dedicarte a transportar el mineral, probablemente la única diferencia sería cuánto te pagarán por ello». Lindo momento. Con una frase me echaba abajo el sueño de ser minero... aunque la verdad era que lo que realmente me importaba era hacer dinero, y visto lo visto, esa actividad requeriría mucho esfuerzo y algo de suerte para encontrar buenas menas. Sí, definitivamente por mientras lo mejor sería seguir dedicándome al transporte. Quizás en algún momento pueda incluírme en alguna misión de explotación de asteroides con alguna Orión de la organización, transportando los minerales. Aunque es cierto que puede que algún día, si los recursos lo permiten, me agencie una de esas naves para realizar mis propias operaciones una vez ya haya aprendido algo de la actividad para así tener una buena basede donde empezar.