< Comienzo de la transmisión >«Cuanto más cambian las cosas, más se mantienen igual.»Este epigrama tiene siglos de existencia, pero hoy en día sigue siendo cierto. A pesar de los avances tecnológicos que han impulsado la expansión de la humanidad por las estrellas, una persona que esté ahora mismo consultando su mobi en una esquina de una calle de Moscú no se diferencia mucho de alguien que estuviera parado en ese mismo lugar unos cuantos cientos de años antes. Ambos individuos se componen de huesos y sangre, tendones y sudor.
Hay ciertas verdades inalienables que no se pueden negar. Uníos a mí, Parker Terrell, en este viaje para descubrir
La Pura Verdad.Nuestro epigrama de bienvenida versa sobre algo más que meras personas. También se aplica al gobierno de la UEE. Los líderes y las leyes pueden cambiar, pero el gobierno sigue igual: anquilosado por la corrupción que lo ha podrido hasta la médula.
No hay que buscar más allá del sistema Oso para hallar pruebas. Oso II está repleto de formas de vida inusuales y únicas que la UEE juró proteger de la intervención humana bajo la Ley de la Oportunidad Justa. El gobierno ha llegado incluso a gastar miles de millones de créditos de los contribuyentes para construir un puesto avanzado, la Base de Observación Quimera, y proveerlo de un contingente del Ejército dedicado a vigilar el preciado planeta.
Eso debería ser todo, ¿verdad? El planeta está a salvo y las formas de vida alienígena podrán desarrollarse sin sufrir interferencias exteriores... Pero todos recordamos qué ocurrió a continuación, ¿no?
Pues claro que no lo recordamos, así que permitidme que lo haga yo por vosotros. Los rumores sobre la corrupción generalizada en la BO Quimera estuvieron años circulando antes de que el Senado abriera finalmente una investigación. Descubrieron que el personal destinada por el Ejército a la estación se componía de individuos sancionados a los que ni tan siquiera se les debería permitir gestionar un Kel-To. Algunos incluso fueron arrestados por haber aceptado sobornos de contrabandistas y otros tipos poco recomendables para que les permitieran acceder a Oso II.
El Mando Supremo encaró el escándalo designando a personal cualificado, implementando nuevas normativas, y contratando a auditores civiles. Proclamaron orgullosamente que con estos arreglos las cosas cambiarían para mejor...
El invitado de hoy es un viejo amigo de nuestro programa, un prestigioso autor y un frecuente aportador de noticias veraces de todo el Imperio: Laurence Hito. Su último artículo para el Individualist revisa el escándalo de la BO Quimera y revela cuán poco ha cambiado realmente la situación.
Parker Terrell (PT): Bienvenido de nuevo.
Laurence Jito (LJ): Siempre es un placer, Parker. Lo que está ocurriendo en la BO Quimera no es sólo una farsa, sino un ejemplo condenatorio de hasta dónde llega realmente la disfuncionalidad del gobierno de la UEE.PT: Permíteme empezar agradeciéndote que reexaminaras el tema. Sinceramente, yo no había vuelto a pensar mucho en la BO Quimera desde que tuvo lugar el escándalo original. Con tantos otros temas amenazando al Imperio, éste desapareció de mi radar.
LJ: Es difícil culparte. Es evidente que nuestro gobierno ha estado aprovechándose del caos con los vanduul para distraernos de todo tipo de traiciones públicas. La OB Quimera no es más que la punta del iceberg. Por ejemplo, ¿sabías que han desprovisto de financiación a los auditores civiles? Eso jamás llegó a ser anunciado. Se limitaron a tacharlos del presupuesto del Ejército durante una sesión a puerta cerrada sin que el tema llegara nunca a ser cuestionado por el Senado.PT: Retrocedamos un poco e informemos a la audiencia sobre lo que descubriste acerca del funcionamiento actual de la BO Quimera. Resulta que estalla el escándalo, el Mando Supremo se moviliza para resolver los problemas, ¿y qué ocurre a continuación?
LJ: Las cosas mejoraron. El Ejército renovó todo el personal de la estación y todo parece indicar que los sustitutos eran mínimamente competentes. El número de naves intentando acceder a Oso II disminuyó significativamente. Varios de mis contactos me dijeron que por un tiempo fue casi imposible visitar el planeta. Pero luego todo cambió.PT: Y ahora viene la pregunta de los mil millones de créditos. ¿Qué sucedió?
LJ: La guerra con los vanduul. Cuando el almirante Bishop decidió saldar cuentas por lo de Vega, las prioridades de las fuerzas armadas cambiaron por completo y los problemas domésticos fueron arrojados por la escotilla. No pasó mucho tiempo antes de que la BO Quimera volviera a convertirse en el lugar de destino del personal del Ejército considerado no apto para servir en cualquier otro sitio.PT: Como ya he dicho antes, este tema ya no estaba en mi radar. ¿Qué es lo que te animó a volver a investigarlo?
LJ: La verdad es que fue casi por accidente. Yo estaba trabajando en una historia sobre una creciente guerra por el territorio entre dos consorcios criminales cuando me enteré de algo que no me pude quitar de la cabeza. Supuestamente, la disputa se había intensificado después de que uno de los consorcios asaltara un puesto avanzado rival y robara un montón de material que se había sacado de contrabando de Oso II.No era más que un pequeño detalle de una historia mucho más grande, pero me dio que pensar. Contacté con unas cuantas fuentes y descubrí que entre los contrabandistas era bien sabido que Oso II volvía a tener las puertas abiertas.PT: Me ha llamado la atención que en tu historia no aparece ningún comentario de funcionarios del gobierno...
LJ: Cierto. Eso es porque ninguno de ellos ha tenido el valor suficiente para dar una respuesta oficial.PT: ¿En serio? ¿Ni siquiera para negar las alegaciones o dar el «Sin comentarios» de rigor?
LJ: Su táctica es el silencio de radio por todos los canales. Te aseguro que el gobierno no quiere que sepamos que su grandioso plan ha fracasado, lo que soy capaz de entender hasta cierto punto. Un funcionario llegó incluso a intentar convencerme de que abandonara la historia para que no corriera la noticia de lo fácil que volvía a ser ahora acceder a Oso II.PT: Ahí está la clave, gente. Toda persona que haya dedicado tiempo a seguir cómo funciona el gobierno, o cualquier otra institución en este sentido, se da cuenta de lo tremendamente complicados que son estos sistemas. Necesitan que la gente trabaje conjuntamente para lograr que el sistema llegue a funcionar. Por lo que, si bien la reacción del Mando Supremo ante el escándalo de Oso II fue la acción correcta, fallaron en su aplicación.
LJ: Más bien se estrellaron y ardieron en llamas.PT: Lo que quiero señalar es que la gente sabe aceptar que las cosas no lleguen a salir bien. Somos mucho más perseverantes y permisivos de lo que la UEE cree, siempre y cuando los fallos se cometan intentando hacer lo que se debe. El problema reside en la incapacidad patológica de la administración para admitir el fracaso. La UEE parece pensar que siempre tienen que actuar desde una posición de rectitud absoluta, o de lo contrario su poder se ve amenazado. Y un gobierno que está dispuesto a situar la verdad por debajo del poder es un gobierno peligroso.
LJ: En mi humilde opinión, lo que más conviene al Imperio es deshacerse de todo el gobierno y empezar desde cero.PT: Bueno, Laurence...
LJ: Es decir, ¿cómo puede alguien confiar en que nuestro gobierno sepa administrar los asuntos del Imperio cuando ni tan siquiera puede gestionar adecuadamente una maldita estación espacial?Oiremos más al siempre entretenido Laurence Jito después de esta rápida pausa publicitaria.
Además, hablaremos con el célebre astrofísico Mitsuhide Baumer acerca de su radical teoría sobre qué ocurrió realmente con el punto de salto de Oretani.
No os vayáis a ningún lado. Ahí más
Pura Verdad en camino hacia vosotros.
Traducción por Vendaval en
CE.https://robertsspaceindustries.com/comm-link/spectrum-dispatch/16603-Plain-Truth-Fair-Chance-Fail