LEJOS DE CASA
LA PERSPECTIVA DE UNA PERSONA SOBRE LOS VUELOS EN SOLITARIOHola a todos, aquí está el viejo Jegger. Gracias por sintonizarme para escuchar a este viejo perro ladrar acerca de esto y lo otro. Deseo que algo de lo que escupo os llame la atención o sirva para que os sintáis un poco menos solos en el vacío del espacio que rodea vuestra nave.
Resulta curioso si piensas en ello, ¿verdad? El que sólo hay un poco de metal separándote de, bueno, de la nada. Me doy cuenta de que esto es algo que todos nosotros damos ahora por sentado, pero cuando te pones a pensar en ella, es un logro impresionante. Te demuestra que el que una cosa sea habitual no significa que no sea también asombrosa.
De hecho, yo diría que muchas de las cosas que damos por sentado hoy en día son bastante increíbles, si te pones a pensar realmente en ello. Como la manera en que nuestras lentes nos suministran toda esta información. ¡Y qué decir de esas máquinas expendedoras de burritos Torpedo! Sinceramente, nunca he sacado un burrito de una de esas máquinas que no estuviera delicioso y perfectamente envuelto. Abruma pensar en las tareas de ingeniería y mantenimiento que son necesarias para garantizar ese nivel de consistencia por todo el Imperio.
De todas formas, no sé si ya os habéis dado cuenta, pero ahora mismo estoy en un estado de ánimo contemplativo. Acabo de tener una de esas experiencias que te hace parar y hacer un balance de las cosas. Tranquilos, no empecéis a preocuparos por el viejo Jegger. Todo va a ir bien y, de echo, es probable que esa experiencia me haya sido para mejor. En mi opinión, es bueno que de tanto en tanto te den un buen susto. Te mantiene alerta para que no te puedan pillar nunca desprevenido.
Porque son esas pequeñas cosas sencillas que todos damos por sentado las que pueden volverse contra ti de repente y darte una patada en el trasero si no tienes cuidado. En mi caso, me ha servido de recordatorio de que, no importa en qué lugar del universo estés, no puedes considerar tu seguridad como algo por sentado.
Todo empezó después de que yo le hiciera unas cuantas modificaciones a Shana. Conocí a un transportista en una Covalex en Baker que me recomendó unos cuantos apaños y, bueno, funcionaron de fábula. Hicieron un poco más eficiente el generador de escudos de Shanna, lo que me permitía generar un escudo más fuerte ahorrando un poco de energía. Fue una mejora estupenda, pero que también me infundió una falsa sensación de seguridad.
El hecho de que Shana tuviera ahora un escudo ligeramente mejor se me subió a la cabeza. De repente, me estaba sintiendo más seguro de lo que me había sentido nunca, por lo que empecé a hacer cosas que normalmente no haría, como aventurarme en Oberón a pesar de saber que siguen avistándose vanduuls por ahí. Volver de esos viajes sin un rasguño sólo sirvió para aumentar mi confianza, por lo que cuando volví a estar en espacio seguro, yo ya no tenía miedo de nada. Esa mentalidad fue exactamente la razón por la que me metí en el montón de problemas que me encontré en, de todos los lugares posibles, Ellis.
Yo acababa de pasarme algún tiempo dando vueltas alrededor de Noble, disfrutando de su belleza, antes de iniciar un viaje tranquilo a la periferia del sistema. Mientras Shana pasaba junto a una de las lunas de Noble, me fijé en una pequeña señal en mis escáneres. Frené la marcha y me senté en el puesto de sensores para investigar.
Tras trastear un poco con los sensores, quedé bastante convencido de que la señal eran los restos de una nave atrapados en la órbita de Ellis 5b. Ahora bien, yo llevaba el suficiente tiempo en ese barrio como para saber que esa luna en concreto suele ser acribillada por meteoros. Normalmente la evitaría por esa precisa razón, pero también sé que esas zonas con alta frecuencia de impactos son también las que tienen mayor probabilidades de ofrecerte material decente por recoger. Así que, emocionado ante la perspectiva de lo que podría estar allí esperándome, tracé rápidamente un rumbo y dirigí a Shana hacia esas coordenadas lo más rápido posible.
Cuando salí de VC y me acerqué al punto de origen de la señal, mi corazón dio un brinco ante la visión de una Constellation Aquila nueva y reluciente flotando ante mí. Habría parecido que acababa de salir del escaparate del concesionario, de no ser por el agujero que tenía abierto en ambos lados de su bodega de carga. Debo admitir, ahora que rememoro ese momento, que me avergüenza un poco haber tardado unos cuantos segundos en pensar quien podría haber salido de viaje en esa nave tan prístina sólo para hallar un destino tan triste.
Es decir, he explorado una buena cuenta de restos a la deriva y he visto los efectos de lo que el espacio nos puede hacer, y sí, eso no me ha dejado indiferente. Cuando vuelas en solitario, no tienes muchas distracciones que sirvan para evitar que tu mente se ponga en lo que preferirías olvidar. He aprendido a cómo insensibilizarme ante ello. He tratado de enfocarlo como un negocio y nada más. Eso no quiere sentir que me sienta orgulloso de lo que hago. Una persona sigue siendo una persona y siempre es triste cuando alguien muere de forma trágica, pero obsesionarse con eso tampoco trae nada bueno.
Durante un tiempo me funcionó. Como todas las cosas, si la haces el tiempo suficiente, te acabas acostumbrando a ella. Hasta que me topé con este pecio a la deriva que... sí, incluso ahora me sigue resultando difícil hablar sobre el tema.
Bueno, tras ver la Aquila, cerré los ojos y musité una pequeña plegaria que aprendí de unos tipos de la Iglesia del Viaje para honrar a quienes han perecido en el espacio. Cuando terminé, me fijé en que había varias cajas flotando fuera de la nave pero todavía dentro de su tirón gravitatorio. Me lo tomé como un signo de que yo era el primero en encontrar este pecio. Fue entonces cuando empecé a sentirme emocionado de nuevo. El sistema eléctrico de Shana necesitaba urgentemente un repaso y esta nave me vendría bien para solventar ese asunto.
Me levanté del asiento del piloto y empecé a ponerme mi traje EVA. ¿Cómo podía el viejo Jegger tener tanta suerte de ser el primero en echarle mano a una nave como esa? Era casi demasiado bueno para ser cierto. Y de repente, lo fue.
Los sensores de Shana empezaron a dar berridos. Con mi traje EVA medio puesto, fui a la cabina, donde vi varias naves viviendo a toda pastilla. De manera que puse los escudos al máximo, lo que hizo que se cortara la energía en toda la nave. Yo jamás había forzado tanto los escudos, y eso obviamente no le sentó nada bien al resto de los sistemas.
Mi corazón dejó de latir por un segundo. Yo era un blanco perfecto, y con mi traje EVA puesto a medias, sólo tardaría segundos en convertirme en un carámbano congelado si perforaban el casco de Shana. De repente, vi un fogonazo. Me llevó un segundo comprender lo que era: una descarga PEM. Esos forajidos no tenían intención de volarme en pedazos. No, que va, esos tiparracos lo que querían abordar Shana, y eso fue probablemente lo que me salvó la vida.
Debido a que poner los escudos al máximo había dejado tontos todos los sistemas, la descarga PEM no los afectó, pero los forajidos ignoraban eso. Siguieron pensando que yo estaría indefenso por un rato, pero los sistemas de Shana se reactivaron en cuestión de segundos y mi nave cobró vida.
Eso dejó desconcertados a esos aspirantes a pirata. Lo desvié absolutamente todo a los motores y no tardé en poner distancia suficiente entre nosotros y cualquier otra descarga PEM. Los forajidos estuvieron un rato persiguiéndome, pero cuando mis nuevos escudos volvieron a estar operativos, esta vez a un nivel de potencia mucho más razonable, sus armas ya no pudieron hacer mella en ellos. Cuando se dieron finalmente por vencidos, me fui a un lugar más seguro.
Tras ese susto, me prometí a mí mismo que volvería a los procedimientos básicos y dejaría de ser tan confiado con lo que hacía. De manera que, para asegurarme de que mantendría esa promesa, os he contado todo esto. Os confieso que resulta un poco embarazoso para alguien tan veterano como yo tener que admitir haber caído en una trampa que debería haber visto desde unos cuantos sistemas de distancia. Espero que, tras haber escuchado el relato de mis imprudencias, algunos de vosotros hayáis aprendido lo que no debe hacerse.
Todo esto sirve para demostrar que no importan cuantos años lleves en esto, si quieres sobrevivir ahí fuera, nunca debes dar nada por sentado.
Hasta la próxima vez, el viejo Jegger corta la transmisión. Desde algún sitio, lejos de casa.
Traducción por Vendaval en
Ciudadano Estelar.https://robertsspaceindustries.com/comm-link/spectrum-dispatch/15567-Far-From-Home
